Marwan Barghouti: ¿El Nelson Mandela palestino o una figura divisiva en Medio Oriente?
Mientras se negocia otro posible intercambio de rehenes y alto el fuego en Gaza, el nombre de Marwan Barghouti vuelve a tomar protagonismo como símbolo de unidad palestina y polémica en Israel.
Marwan Barghouti ha sido durante décadas una figura central y contradictoria en el conflicto palestino-israelí. Aclamado por muchos palestinos como un héroe de resistencia y condenado por Israel como un terrorista impenitente, se encuentra de nuevo en el centro del debate, esta vez como parte del listado de presos cuya liberación exige Hamas a cambio de rehenes israelíes.
¿Quién es Marwan Barghouti?
Nacido en 1959 en Kobar, una aldea cercana a Ramala, en Cisjordania, Marwan Barghouti creció bajo la ocupación israelí iniciada en 1967. Se unió al partido Fatah en su juventud y pronto ascendió como líder dentro del movimiento, destacando durante la Primera y Segunda Intifada (levantamientos palestinos contra la ocupación israelí).
En 2002 fue arrestado por Israel y sentenciado a cinco cadenas perpetuas más 40 años, por su presunta participación en múltiples atentados que dejaron numerosos muertos israelíes. Lo significativo es que Barghouti no presentó defensa alguna, declarando ilegítimo al tribunal que lo juzgaba.
¿Un líder natural para los palestinos?
A pesar de llevar más de 22 años tras las rejas, Barghouti continúa apareciendo en encuestas como el político palestino más popular. Según el Centro Palestino de Investigación Política y de Encuestas (PCPSR), Barghouti ganaría cómodamente unas elecciones presidenciales si se celebraran hoy, superando incluso al actual presidente Mahmoud Abbas.
Muchos analistas y medios de comunicación lo han comparado con Nelson Mandela, el líder sudafricano que pasó 27 años en prisión antes de liderar la transición hacia una democracia multirracial en Sudáfrica. La comparación va más allá de su tiempo en prisión: Barghouti es visto como alguien capaz de tender puentes entre las facciones enfrentadas del espectro político palestino, particularmente entre Fatah y Hamas.
"Marwan Barghouti es el único líder con credibilidad nacional que puede unificar a los palestinos", dijo en 2013 el analista político Hani Masri.
¿Amenaza para Israel?
Israel, por el contrario, ve a Barghouti como un símbolo peligroso. En 2011, liberó a más de mil prisioneros —incluido Yahya Sinwar, quien más adelante se convirtió en jefe de Hamas en Gaza— a cambio del soldado israelí Gilad Shalit. Sinwar fue señalado como uno de los arquitectos del ataque del 7 de octubre de 2023, lo que ha generado gran reticencia a repetir ese tipo de intercambios.
Con unas 20 personas aún vivas de los 48 rehenes israelíes capturados ese día, el costo político de neutrar otra vez a un personaje como Barghouti es un debate interno profundo para las autoridades israelíes.
Otros nombres en la lista de Hamas
- Abdullah Barghouti: Sin relación directa con Marwan, este excomandante de Hamas cumple 67 cadenas perpetuas, la sentencia más larga en la historia de Israel. Fue responsable de atentados como el de la pizzería Sbarro y la Universidad Hebrea en Jerusalén.
- Ahmed Saadat: Líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), fue acusado de planear el asesinato del ministro israelí Rehavam Zeevi y condenado a 30 años. Su arresto involucró una incursión israelí a una prisión palestina en Jericó.
- Hassan Salama: Cumple 46 cadenas perpetuas por su papel en los atentados con bombas en autobuses en Jerusalén en 1996, en represalia por la muerte del fabricante de bombas Yahya Ayyash.
- Abbas al-Sayyed: Considerado responsable del atentado más mortífero de la Segunda Intifada: el bombardeo del Hotel Park en 2002 durante la Pascua judía, que dejó 30 muertos.
Los presos palestinos como símbolo de resistencia
En el imaginario colectivo palestino, los más de 6,500 presos palestinos en cárceles israelíes —según datos de 2024 de la Sociedad de Prisioneros Palestinos— no son criminales sino prisioneros políticos. Muchos de ellos, incluidos menores de edad, son detenidos bajo el sistema de “detención administrativa”, que permite arrestos sin acusación ni juicio por períodos renovables de seis meses.
La presión social por su liberación forma parte central de la narrativa nacional. Las campañas por los “héroes encarcelados” están presentes en tatuajes, canciones populares y nombres de calles en los Territorios Palestinos.
Dilema político sin precedentes
Israel hoy se enfrenta a una encrucijada. El país necesita mostrar resultados concretos tras el devastador ataque de octubre, pero no quiere repetir un error que, desde su perspectiva, llevó a la guerra actual. La liberación de Barghouti podría ayudar a estabilizar la política palestina y facilitar negociaciones a largo plazo. Pero también podría fortalecer a quienes Israel considera sus enemigos más feroces.
El gabinete israelí está dividido. Un sector, liderado por figuras ultraderechistas como Itamar Ben-Gvir, se opone categóricamente a cualquier liberación de presos "con sangre en las manos". Otro, más pragmático, sugiere que Barghouti, al no pertenecer a Hamas sino a Fatah, podría ser útil para reconstruir una Autoridad Palestina legítima en Gaza tras la guerra.
¿Puede Marwan Barghouti ser la clave para una nueva era?
En un escenario idealista, la liberación de Barghouti podría tener un efecto apaciguador. Su popularidad entre las bases y su capacidad para hablar con todas las partes hacen de él una figura de consenso dentro de un sistema fragmentado. Incluso ha abogado —desde prisión— por una solución de dos Estados y una nación palestina basada en las fronteras de 1967, algo que muchos israelíes consideran obsoleto pero que sigue siendo el núcleo de la diplomacia internacional.
No obstante, su pasado armado y su rol en la Intifada presentan un obstáculo difícil de salvar ante la sociedad israelí. Y si bien en política todo cambia, hoy la incertidumbre y el trauma guían muchas decisiones.
"Es altamente simbólico. La liberación de Barghouti podría ser el principio de algo nuevo o una chispa que encienda otra ronda de violencia", señaló en 2023 Gadi Eisenkot, ex jefe del Estado Mayor israelí, justo antes de ingresar a la política.
Entre la esperanza y el miedo
El nombre de Marwan Barghouti aparece justo cuando más difícil parece una salida política al conflicto. Hamas busca su excarcelación como punto clave en las negociaciones. Israel vacila, atrapado entre la aspiración de paz y el temor a repetir errores pasados.
La figura de Barghouti es tan potente que, incluso en prisión, sigue influyendo en la historia del conflicto. Su potencial papel en cualquier proceso de paz —o guerra— aún está por definirse. A medida que las negociaciones avanzan entre rumores y presiones internacionales, queda claro que, para bien o para mal, Marwan Barghouti aún no ha dicho su última palabra.
Fuentes: PCPSR, Sociedad de Prisioneros Palestinos, entrevistas y reportes de prensa internacional.