Tragedia en Madrid: ¿Estamos Ignorando los Riesgos en las Renovaciones de Edificios?

Cuatro trabajadores muertos tras el colapso de un edificio en obras en el centro de Madrid reabren el debate sobre la seguridad laboral y la conservación estética frente a la integridad estructural

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El derrumbe de un edificio del centro de Madrid el pasado martes, que se saldó con la muerte de cuatro trabajadores y dejó a otros tres heridos, ha conmocionado no solo a la capital española, sino también al sector de la construcción y a toda la opinión pública.

¿Cómo pudo suceder tal tragedia en una ciudad donde las normativas de seguridad laboral y de urbanismo son tan estrictas en el papel? ¿Cuál es la responsabilidad real detrás del colapso de una estructura en plena remodelación de seis pisos? Esta tragedia laboral pone de manifiesto peligros invisibles bajo la superficie de muchas de las renovaciones del casco urbano, y plantea interrogantes urgentes sobre nuestras prioridades urbanísticas.

Un derrumbe en cadena: los hechos

La desgracia se produjo el martes por la tarde, cuando el piso superior de un edificio antiguo de seis plantas que estaba siendo renovado colapsó y arrastró consigo las plantas inferiores en un efecto "pancake" o en cadena.

Los servicios de emergencia, apoyados por drones, perros rastreadores y más de un centenar de bomberos y policías, trabajaron durante toda la noche para encontrar a los desaparecidos. A primera hora del miércoles, encontraron los cuerpos de dos operarios que aún estaban atrapados entre los escombros, elevando a cuatro la cifra total de fallecidos.

Los primeros informes indican que se trató de un accidente laboral, y la Policía Nacional ha abierto ya una investigación para esclarecer las causas del derrumbe.

Las víctimas: vidas truncadas por la precariedad laboral

Entre los fallecidos se encontraba una mujer, también trabajadora de la obra, lo que vuelve a poner sobre la mesa la creciente incorporación de mujeres en sectores tradicionalmente masculinizados —como el de la construcción— sin que necesariamente estén acompañadas de protecciones adecuadas ni reconocimientos visibles.

Uno de los heridos sufrió una fractura de pierna, y los otros dos se recuperan de lesiones de diversa consideración. Las víctimas eran trabajadores empleados en la renovación interna del edificio: operarios, carpinteros, albañiles, personas que trabajan en condiciones muchas veces más peligrosas de lo que la normativa permite, pero bajo contratos precarios y supervisiones insuficientes.

Renovación patrimonial: ¿más estética que seguridad?

En muchas ciudades europeas como Madrid, París o Lisboa, es habitual que se realicen renovaciones integrales en edificios antiguos, manteniendo únicamente la fachada original para conservar el "valor histórico" y la estética del entorno.

Sin embargo, expertos en arquitectura y seguridad estructural advierten que esta práctica puede suponer peligros importantes si no se realiza con las precauciones necesarias. El arquitecto urbanista Joaquín Barrios lo explica así:

"La fachada puede tener valor simbólico, pero insistir en conservarla sin evaluar el conjunto del edificio puede llevar a sobrecargas estructurales e incoherencias internas que ponen en peligro la obra, y sobre todo, a quienes la ejecutan".

El fenómeno tiene incluso nombre en el ámbito académico: “fachadismo”, una crítica a esta prioridad de lo estético sobre lo funcional y seguro. En España, cada año se dan múltiples casos de accidentes en obras por errores de cálculo en la renovación de interiores o por debilidad de estructuras ya envejecidas.

Un problema estructural: la seguridad laboral en obras

Esta tragedia reaviva también una vieja preocupación: la insuficiente vigilancia de condiciones laborales en obras de construcción. Según datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), la construcción es el sector con más accidentes laborales graves y mortales en España.

En 2022, se registraron 106 fallecimientos de trabajadores en el sector de construcción, lo que representa alrededor del 27% del total de muertes laborales del país (INSST).

A esto se suma la externalización de responsabilidades. La obra en cuestión estaba en manos de una empresa subcontratada por una promotora inmobiliaria, algo cada vez más común. Como explica el abogado especializado en Derecho Laboral Antonio Arroyo:

"Muchos accidentes como este son consecuencia de una cadena de contrataciones y subcontrataciones que diluyen las responsabilidades y relajan la vigilancia. Son estructuras empresariales pensadas para limitar el riesgo económico, pero que aumentan el riesgo laboral".

La mirada institucional: ¿nadie vio esto venir?

Tras el derrumbe, el Ayuntamiento de Madrid señaló que la obra contaba con los permisos necesarios y que la inspección técnica no había detectado deficiencias previas. No obstante, varios vecinos indicaron a medios locales haber escuchado ruidos sospechosos y vibraciones inusuales en días previos que podrían haber servido de alarma temprana.

Además, expertos recordaron que las cargas sectorizadas mal calculadas, el uso de materiales defectuosos en intervenciones puntuales o incluso el ingreso de maquinaria pesada sin apuntalamiento, pueden generar inestabilidad en edificios antiguos.

¿Un problema aislado o una señal de advertencia?

Este accidente se suma a otros pequeños colapsos o estructuras dañadas por obras mal ejecutadas en los últimos años en diferentes puntos de España —Valencia, Barcelona, Sevilla—. Aunque raramente resultan tan mortales, representan una tendencia peligrosa y poco visible en la modernización de los cascos urbanos.

El sindicato Comisiones Obreras (CCOO), en un comunicado tras el incidente, denunció la “desprotección crónica de los trabajadores del sector” y exigió la creación de una unidad municipal de vigilancia urbanística y laboral en grandes reformas. También pidió aumentar sanciones a empresas reincidentes en errores de seguridad.

El valor de la vida frente al valor del suelo

Madrid, como muchas capitales europeas, vive un proceso acelerado de gentrificación, con aumento de precios de suelo, presión sobre la vivienda y una fuerte demanda de renovación exprés de inmuebles antiguos convertidos en residencias de lujo.

Esto provoca, en muchos casos, un "boom" de obras de reforma corriendo contra el reloj y el presupuesto. Como apunta el urbanista Luis Román:

“Hay viviendas antiguas que se venden a precios de mansiones, y eso empuja a las promotoras a acelerar obras para no perder dinero. En esa carrera, muchas veces se bordea, si no se viola, la normativa de seguridad”

Al final, el resultado es el mismo: los trabajadores pagan con su vida los errores de otros, mientras que los consumidores finales muchas veces ni se enteran —ni parecen interesados— en cómo o gracias a qué se ha transformado ese edificio en una residencia de lujo.

¿Y ahora qué? Exigencias para que esto no se repita

Tras esta tragedia queda la pregunta: ¿Qué aprendimos? Técnicamente, el incidente será investigado por las autoridades, quizás derivando en sanciones. Pero lo importante no es solo que caigan responsabilidades, sino que se refuerce el sistema para evitar nuevas muertes evitables.

Algunas propuestas de expertos y colectivos de víctimas incluyen:

  • Imponer auditorías externas y continuas en obras de remodelación integral.
  • Prohibir la excesiva subcontratación en obras de alto riesgo.
  • Poner en marcha un registro público de empresas con antecedentes de mala praxis en obras.
  • Asignar delegados de seguridad laboral obligatorios en proyectos de más de X trabajadores o en edificios con más de 50 años de antigüedad.
  • Redefinir el criterio de "valor patrimonial" para priorizar la integridad estructural sobre la estética.

En última instancia, esta tragedia no debería archivarse simplemente como "accidente laboral". Deberíamos verla como síntoma de un modelo de renovaciones urbanas que a veces antepone el capital a la vida.

Madrid, una ciudad en constante evolución, no puede aspirar al progreso sobre cimientos frágiles. Literal y simbólicamente.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press