El Papa León XIV y su Primer Documento: Una Iglesia Sin Miedo a Abrazar a los Pobres
El nuevo pontífice continúa el legado de Francisco y reafirma una opción preferencial e innegociable por los más desfavorecidos
El inicio de un pontificado con una fuerte carga social
Desde el mismo momento en que el Papa León XIV asumió el cargo en mayo, quedó claro que su pontificado seguiría una línea firme de compromiso social y justicia económica. Esto ha sido rotundamente confirmado con la publicación de su primer documento doctrinal, un texto de 100 páginas titulado “Los he amado”, cuyo contenido refleja una continuidad impactante con el pensamiento del fallecido Papa Francisco.
El documento había sido iniciado por Francisco durante sus últimos meses de vida, y León XIV —antes conocido como Robert Prevost— no solo lo completó, sino que lo adoptó como propio y lo firmó en una fecha simbólica: el 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís.
Una crítica feroz al lujo de las élites y una defensa firme del marginado
Uno de los ejes del documento es una crítica abierta y rotunda al modo de vida de la élite global. El nuevo Papa denuncia que "vivimos en un mundo donde, mientras los pobres aumentan en número, también crece una élite rica que habita en una burbuja de confort y lujo, casi en otro mundo respecto a las personas comunes".
No se trata de una denuncia superficial. La misiva papal profundiza en lo que describe como la falsa "ilusión de felicidad" basada en la acumulación de riqueza. León XIV insiste en que "el corazón de la Iglesia está con aquellos que sufren, y cualquier desviación de esta verdad supone alejarse del mensaje genuino del Evangelio".
Una continuidad doctrinal con Francisco
El documento rinde homenaje a Francisco no solo en su contenido, sino también en su espíritu. León XIV cita extensamente al Papa argentino, especialmente sus frases más conocidas como "la economía que mata" y su crítica al “derrame económico” o trickle down economics. Francisco había declarado en 2013 que soñaba con una "Iglesia pobre para los pobres", y León amplía esa visión integrando nuevas perspectivas.
"Dios tiene un lugar especial en su corazón para los discriminados y oprimidos, y nos pide, como Iglesia, hacer una elección decidida y radical a favor de los más débiles", afirma León en el documento.
Además, León defiende públicamente esta opción teológica sin preocuparse por las consecuencias políticas, incluso dentro del ala conservadora del catolicismo. "El hecho de que yo sea estadounidense significa que no pueden decir, como decían de Francisco, 'él no entiende a Estados Unidos'", expresó en una entrevista reciente.
La opción preferencial por los pobres: un principio innegociable
El mensaje central del texto es claro: la "opción preferencial por los pobres" no es una moda teológica ni una inclinación ideológica, sino el mismo núcleo del llamado cristiano. León lo expresa así:
“Cuando la Iglesia se arrodilla junto a un leproso, un niño desnutrido o una persona moribunda y anónima, cumple su vocación más profunda: amar al Señor donde está más desfigurado”.
Y añade: "La Iglesia no puede reemplazar el Evangelio con la sabiduría de este mundo. Sus raíces están en el servicio y en la caridad, no en la lógica del poder o del mercado”.
Referencia a las órdenes religiosas y movimientos laicos
El Papa León reconoce con especial admiración el papel de las órdenes religiosas femeninas en el cumplimiento de esta vocación. Estas congregaciones —históricamente marginadas en muchos contextos dentro de la misma Iglesia— son elogiadas por su entrega a los enfermos, los pobres y los migrantes.
También destaca el accionar de los movimientos populares, muchos de los cuales han sido catalizadores de cambio en países devastados por la desigualdad. "Son los laicos los que hoy levantan la bandera de la dignidad, luchando por tierra, techo y trabajo", señala el pontífice.
El legado y la inspiración de San Francisco de Asís
La elección del 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, como fecha de firma del documento no es mero simbolismo. San Francisco, el poverello que renunció a todo para vivir entre los pobres, inspiró tanto a Francisco como ahora a León XIV.
De hecho, León recuerda sus años como misionero agustino en Perú, conviviendo con comunidades empobrecidas. "La pobreza no es una ideología; es una realidad que interpela a quienes creemos en la esperanza", expresa el Papa.
¿Un rescate de la Teología de la Liberación?
Uno de los elementos más llamativos del texto es la reivindicación, aunque mesurada, de la Teología de la Liberación. Por décadas vista con recelo bajo los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, esta corriente —gestada en América Latina— propugnaba la lucha contra la pobreza desde una postura teológica radical y comprometida.
En el documento, León XIV menciona explícitamente el martirio del arzobispo salvadoreño San Óscar Romero, asesinado en 1980 por su defensa de los oprimidos. También cita documentos clave de la Iglesia latinoamericana como Medellín (1968) y Puebla (1979), pilares del pensamiento liberador.
León no rehúye al pasado polémico: reconoce que el informe de 1984 del Vaticano sobre la Teología de la Liberación "no fue bien recibido por todos" y sugiere que parte de ese juicio debe leerse dentro del contexto político de la Guerra Fría.
Una mirada al futuro: ¿el inicio de una etapa pastoral más audaz?
El posicionamiento de León XIV con este documento lanza un mensaje claro a la Iglesia mundial: no hay vuelta atrás en cuanto a la opción preferencial por los pobres. Este llamado adquiere relevancia ante un mundo polarizado, donde incluso dentro del catolicismo hay sectores que resisten esta visión teológica.
León no parece dispuesto a suavizar su postura. Lejos de minimizar las tensiones que podría generar en sectores conservadores, el nuevo Papa las anticipa y responde con Evangelio en mano. Lo que está en juego, según él, no es una preferencia pastoral sino la esencia misma del cristianismo.
"El Evangelio no es neutral: nos pide estar del lado del que sufre. Neutralidad ante el dolor del desposeído es complicidad con la injusticia", subraya León XIV.
Un documento con ecos históricos
Vale la pena recordar que la Doctrina Social de la Iglesia ha tenido hitos fundamentales en su desarrollo: desde la encíclica Rerum Novarum de León XIII (1891) hasta Laudato Si' (2015) de Francisco. Ahora, “Los he amado” se perfila como un nuevo punto de referencia.
Es también una respuesta clara a una época donde la riqueza global crece mientras persisten niveles record de desigualdad. Según Oxfam, el 1% más rico posee tanto como el 99% restante. En este contexto, la voz de la Iglesia puede inclinar la balanza hacia una mayor conciencia colectiva y activismo social.
¿Una nueva era para el catolicismo?
En sólo pocos meses como pontífice, León XIV ha enviado señales poderosas. Su primer gran documento, lejos de contenerse en diplomacia vaticana, se lanza con vehemencia teológica y pastoral.
La influencia de Francisco es evidente, pero León ya comienza a trazar un pontificado con su propia impronta. Uno que, todo apunta, buscará convertir a la Iglesia en un actor social sin complejos, defensor inquebrantable de los más vulnerables y profeta incómodo ante los poderosos.