El Pasaje de Cómodo reabre: cuando los emperadores romanos entraban al Coliseo como sombras

Tras casi dos milenios, el público podrá recorrer el pasaje oculto que usaban los emperadores romanos para ingresar al anfiteatro sin ser vistos. El redescubrimiento revive la historia imperial y la brutalidad del espectáculo romano.

Roma revive su pasado imperial con la apertura al público de un rincón secreto hasta ahora inaccesible: el denominado “Pasaje de Cómodo”. Esta estructura, cerrada por casi dos mil años y utilizada exclusivamente por los emperadores para entrar al Coliseo, es una pieza excepcional que une arquitectura, poder y brutalidad en una misma vía de acceso al corazón de los juegos sangrientos de la Antigua Roma.

Un túnel entre las sombras del poder

Este corredor, cuyo recorrido tiene forma de “S” y cuya salida aún no se conoce con certeza, fue diseñado con un objetivo claro: la seguridad y el espectáculo. Según detallan los arqueólogos del Parque Arqueológico del Coliseo, los emperadores lo utilizaban para llegar directamente y sin ser vistos al palco de honor durante los espectáculos en el anfiteatro más célebre del mundo. Su diseño evitaba el contacto con el público, reforzando el aura divina e inaccesible de los mandatarios romanos.

El nombre del pasaje honra al emperador Cómodo (161-192 d.C.), cuya figura amplificó su leyenda —y su infamia— gracias a la película “Gladiador” de Ridley Scott. Más allá de la ficción, Cómodo fue un ferviente entusiasta de los juegos gladiatorios. Se decía incluso que participaba en ellos, escenificando combates que alimentaban su hambre de poder y gloria.

Un intento de asesinato en el pasaje imperial

Más allá de su uso ceremonial, el pasaje fue escenario de un evento siniestro. Documentos históricos sugieren que durante uno de sus recorridos por el túnel, el emperador Cómodo fue víctima de un intento de asesinato, el cual fracasó. Este episodio agrega una capa más a la historia de un emperador obsesionado con la muerte, el espectáculo y el control total de su imagen pública.

Un portal hacia la brutalidad romana

La restauración, completada entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, no solo conservó la estructura arquitectónica del pasaje, sino que reveló vestigios decorativos profundamente conectados con el universo visual de los espectáculos romanos. Se encontraron representaciones de cacerías de jabalíes, luchas de osos y números acrobáticos. Estas decoraciones eran una antesala visual del desenfreno de sangre, músculo y arena que comenzaba al final del túnel.

“Los visitantes pueden ahora tener una probada de lo que era ser un emperador romano entrando a su teatro de poder”, comentó Barbara Nazzaro, arquitecta encargada del proyecto. La experiencia se complementa con una reconstrucción digital y un innovador sistema de iluminación que simula la luz natural que alguna vez se filtró por las pequeñas aberturas del túnel.

Un proyecto de conservación de gran escala

La rehabilitación exigió el fortalecimiento estructural del túnel, restauración de estucos y frescos antiguos, y la instalación de un nuevo recorrido peatonal. Y esto es solo el comienzo: una segunda etapa de restauración se iniciará en 2026 para estudiar y proteger la sección del túnel que continúa fuera del Coliseo, una parte cuyo destino todavía genera teorías entre arqueólogos e historiadores.

El proyecto representa una sinergia entre historia, tecnología y turismo. La realidad aumentada se ha convertido en una herramienta clave para ayudar a los visitantes a imaginar el esplendor que una vez cubría estas paredes: mármoles pulidos, frescos vibrantes y la sensación palpable de poder absoluto.

El Coliseo como máquina de propaganda imperial

El Coliseo no fue solo un estadio para el entretenimiento de masas; fue, sobre todo, una herramienta propagandística que articulaba la grandeza y omnipotencia del imperio. El pasaje de Cómodo refuerza esa narrativa. Al permitirle a los emperadores aparecer como si descendieran del Olimpo, el túnel era una parte integral de ese lenguaje de poder.

El templo de los juegos era también templo del terror. En este sentido, el túnel añadía teatralidad al espectáculo. La sola aparición de un emperador por este pasaje implicaba aprobación divina al derramamiento de sangre, que los romanos consideraban parte esencial del orden cósmico.

Una ventana al pasado que inspira el presente

En palabras de Alfonsina Russo, directora del Parque Arqueológico del Coliseo, la apertura del pasaje “representa un hito fundamental en la reinterpretación del patrimonio histórico como experiencia viva e inmersiva”. Esta visión va más allá del turismo: plantea nuevas formas de dialogar con la historia, más humanas y menos distantes.

El interés global por el Coliseo no es nuevo. Con aproximadamente 7,6 millones de visitantes en 2023, es uno de los sitios arqueológicos más visitados del planeta. La apertura del Pasaje de Cómodo agrega un nuevo motivo para volver, esta vez con la oportunidad de mirar —literalmente— por los ojos del poder imperial.

Entre realidad y ficción: el legado de Cómodo

La figura de Cómodo está atravesada por mitos, hechos históricos y reinterpretaciones modernas. En la historia real fue un emperador problemático, asociado con la decadencia de Roma y una extraña fascinación por los gladiadores. Sin embargo, su vínculo con el Coliseo no ha hecho más que alimentar su leyenda.

El escritor romano Herodiano describió a Cómodo como “poseído por un narcisismo digno de un dios que jugaba con la muerte”. Fue asesinado por estrangulación en su bañera por un exluchador en el año 192 d.C., en una conspiración que marcó el final de su errático reinado.

¿Fue el pasaje un símbolo de debilidad o de poder absoluto? Esa pregunta probablemente nunca tendrá una única respuesta. Lo cierto es que su existencia nos habla de una época donde la política, el espectáculo y la muerte formaban parte del mismo libreto imperial.

Una experiencia inmersiva para el siglo XXI

Para quienes visiten Roma a partir de octubre de 2025, la entrada al pasaje se convertirá en una de las experiencias más buscadas. La visita combina componentes arqueológicos, emocionales y digitales que ubican este recorrido entre los más innovadores del turismo cultural europeo.

Con la renovación del pasaje, el Coliseo consolida su rol como archivo viviente del poder imperial y de la violencia como espectáculo. En tiempos donde se redefine el significado del patrimonio, abrir este túnel simboliza más que acceso físico: es una invitación a explorar las profundidades psicológicas y políticas de un imperio que aún hoy resuena en la memoria colectiva de Occidente.

En definitiva, el Pasaje de Cómodo no solo conecta estancias internas; conecta también dos mundos: el de los vivos y los muertos, el del espectáculo y el del terror, el de la historia y la imaginación.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press