El retraso en la juramentación de Adelita Grijalva: ¿una jugada política o burocracia disfrazada?
La hija del fallecido congresista Raúl Grijalva ganó una elección especial en Arizona, pero un retraso inusual en su juramentación ha encendido alarmas sobre la transparencia y equidad en el Congreso de EE.UU.
Una victoria electoral que tardó en materializarse en poder
El pasado 23 de septiembre, Adelita Grijalva fue declarada ganadora de una elección especial para representar el Distrito 7 de Arizona en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Su victoria era esperada: en un distrito mayoritariamente hispano, los demócratas aventajan a los republicanos por casi 2 a 1 en el registro de votantes.
Pero, lo que parecía un mero trámite tras la elección, se convirtió en foco de tensión política cuando la juramentación de Grijalva fue retrasada sin una razón clara. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, ha dicho que ella será juramentada "cuando todos regresen" del receso legislativo, pero surgen dudas: ¿es este un simple acto de burocracia o una maniobra política con más motivaciones de fondo?
¿Quién es Adelita Grijalva?
Adelita Grijalva ha seguido los pasos de su padre, el legendario Raúl Grijalva, quien fue una figura clave del ala progresista durante más de veinte años en la Cámara de Representantes. Fue presidente del Comité de Recursos Naturales y defensor de políticas ambientales de avanzada. Raúl falleció en marzo de 2025, y su hija se postuló para concluir su mandato.
Con experiencia desde la política local, habiendo sido miembro de la junta escolar y posteriormente supervisora del Condado de Pima, Adelita logró convertirse en la segunda mujer en presidir dicho organismo. Su carrera ha sido forjada en la comunidad, con un fuerte componente de activismo social y educativo.
Un retraso poco usual y controvertido
Según los protocolos del Congreso, los representantes electos deben ser juramentados en la siguiente sesión legislativa disponible, aun durante "sesiones pro forma" que no implican votaciones legislativas. Sin embargo, a Grijalva se le ha negado repetidamente este derecho desde su llegada a Washington.
En contraste, el pasado 2 de abril, los republicanos Jimmy Patronis y Randy Fine fueron juramentados menos de 24 horas después de haber ganado elecciones especiales similares en Florida. Esto ocurrió también durante una sesión pro forma y con el Congreso en receso.
“Esta es claramente una doble vara de medir”, señaló el senador demócrata por Arizona, Ruben Gallego. “El hecho de que se diga que se esperará a que vuelva la Cámara completa, cuando ya se ha actuado distinto en casos similares, nos preocupa profundamente”, añadió.
¿Qué dice Adelita al respecto?
Grijalva ha intentado mantenerse respetuosa, pero firme. “Creo que es fantástico poder estar con quienes serán mis colegas, pero pronto te das cuenta de que aún no eres parte del club”, dijo en una reciente entrevista. Agregó que si fuera una republicana electa, ya estaría ocupando su silla.
“Nuestro sistema democrático se basa en elecciones libres y transparentes. Si el presidente Johnson está de acuerdo con eso, debe dejar de jugar con nuestros procesos”, afirmó.
¿El caso Epstein como trasfondo?
A medida que crece la presión para que Grijalva sea juramentada, han salido a la luz posibles motivaciones que van más allá de la inercia legislativa. Uno de los argumentos apunta a la relación entre su juramentación y la controvertida petición para desclasificar los archivos federales sobre Jeffrey Epstein.
El representante republicano Thomas Massie ha impulsado una moción para forzar una votación que permitiría la publicación de estos documentos. Está a solo una firma de lograr el mínimo requerido: 218. Grijalva ha asegurado que añadirá su firma apenas asuma funciones, lo que brindaría el voto decisivo para abrir expediente.
Johnson ha rechazado tales vínculos: “Esto no tiene absolutamente nada que ver con Epstein”, dijo en su participación en C-SPAN. No obstante, la especulación no ha cesado, y para muchos observadores políticos, el momento del retraso es difícil de ignorar.
La presión desde el Senado y la calle
La reacción demócrata ha sido contundente. Los senadores Mark Kelly y Ruben Gallego confrontaron directamente a Johnson en los pasillos del Congreso. “Solo sigues inventando excusas”, le dijo Gallego. La escena rara vez vista, con dos senadores enfrentando al presidente de la Cámara públicamente, pone de manifiesto la gravedad del asunto.
Además, durante las sesiones pro forma, distintos congresistas demócratas han solicitado sin éxito la juramentación de Grijalva desde el suelo del recinto, pero sus pedidos han sido ignorados sistemáticamente.
“Adelita Grijalva debió ser juramentada esta semana. De hecho, debió haber sido juramentada la semana pasada. Tiene que suceder la siguiente semana”, dijo el líder de la minoría demócrata, Hakeem Jeffries.
El precedente que está en juego
En Estados Unidos, las elecciones especiales son herramientas fundamentales de representación cuando surgen vacantes inesperadas. Retrasar la incorporación de una representante diputada electa pone en riesgo la institucionalidad del proceso y puede crear un precedente peligroso.
“Si permitimos que esta juramentación se retrase solo por estrategia política, estamos abriendo la puerta para que esto se repita cada vez que un partido quiera obstaculizar al otro”, sentenció la profesora de derecho constitucional Mimi Marziani en un análisis para el NYT.
¿Qué cambió desde abril hasta ahora?
Hay que recordar que en abril, el presidente Mike Johnson defendió juramentaciones aceleradas bajo razones "administrativas". Dijo que no era ideal hacerlo en recesos legislativos, pero justificó el acto como cortesía para las familias que ya estaban en Washington.
Si bien los motivos pueden parecer logísticos, lo cierto es que los procedimientos del Congreso son lo suficientemente flexibles como para permitir estas decisiones. En otras palabras, el retraso en el caso de Grijalva es una elección, no una fatalidad burocrática.
La comunidad latina, atenta y vigilante
El Distrito 7 de Arizona es eminentemente hispano. Con una población mayoritariamente de origen mexicano y con cuestiones migratorias, laborales y educativas en la primera línea de sus preocupaciones, la representación parlamentaria es mucho más que una silla ocupada: es voz, poder y visibilidad.
El retraso de Grijalva ha sido visto, no solo como un agravio individual, sino como una forma de marginar la voz de una comunidad entera. Organizaciones como LULAC y UnidosUS han emitido comunicados exigiendo acción inmediata.
El futuro inmediato
El regreso de la Cámara de Representantes está programado tentativamente para finales de noviembre, cuando expire la actual resolución continua para financiar al gobierno. Todo apunta a que Johnson podría juramentar a Grijalva junto con reinicio de sesiones.
Sin embargo, el daño simbólico ya está hecho. “La democracia no es solo proteger el derecho a votar, sino garantizar que ese voto tenga efecto”, concluyó Grijalva.
El caso de Adelita Grijalva es un poderoso recordatorio de cómo las tramas del poder pueden entrelazarse con la estructura democrática si no se vigilan de forma activa. Ya no se trata solo de una juramentación, sino de una amplia discusión sobre representación, poder y justicia en el Congreso de Estados Unidos.