¿Paz duradera en Gaza? Las grietas detrás del nuevo acuerdo entre Israel y Hamas

Un análisis del alto al fuego, los intereses en juego y los escollos que podrían desarmar una solución histórica en Oriente Medio

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Una tregua histórica, ¿o simplemente una pausa estratégica?

Después de más de dos años de intensos enfrentamientos que han dejado devastada la Franja de Gaza y causado decenas de miles de muertes, el reciente acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamas ha sido presentado como un avance hacia la paz por líderes internacionales, incluido el propio presidente estadounidense Donald Trump, quien lo calificó como “una paz fuerte, duradera y eterna”.

Pero, ¿realmente estamos frente al inicio de un nuevo orden en Oriente Medio, o se trata de una pausa frágil que apenas cubre heridas aún abiertas?

¿Qué contempla el acuerdo?

La denominada Fase Uno del acuerdo tiene objetivos claros e inmediatos:

  • El cese al fuego a partir del mediodía del viernes, tal como lo confirmó el Ejército israelí.
  • La retirada táctica de las tropas israelíes de zonas claves —como Gaza Ciudad y Jan Yunis—, mientras mantienen posiciones en lugares como Rafah y áreas fronterizas.
  • La liberación de 20 rehenes israelíes vivos a cambio de unos 2.000 prisioneros palestinos.
  • La entrada de cientos de camiones con ayuda humanitaria en Gaza, cuyo número aumentará gradualmente.

En el papel, estos puntos brindan un respiro tanto a la población de Gaza como a la sociedad israelí. Sin embargo, la historia reciente entre ambas partes demuestra que las treguas sin un plan político sólido tienden a evaporarse rápidamente.

Los puntos conflictivos que siguen sin resolverse

La incertidumbre comienza en el “día después”. ¿Habrá desarme de Hamas? ¿Israel retirará completamente sus tropas? ¿Quién gobernará Gaza? Las respuestas a estas preguntas son el núcleo de las futuras negociaciones.

1. El reto del desarme: Del lado israelí, el objetivo manifiesto es claro: la completa desarticulación del brazo armado de Hamas y la destrucción de su red de túneles. Sin embargo, Hamas se ha resistido históricamente a rendir sus armas, argumentando que representan una forma legítima de resistencia ante la ocupación israelí. Fuentes árabes en las negociaciones mencionan como posible solución la entrega de armas ofensivas a un comité conjunto palestino-egipcio.

2. ¿Cuál será el futuro gobierno en Gaza? Desde 2007, Hamas ha sido la autoridad de facto en la zona. Aunque ha aceptado dejar el poder a una administración técnica palestina, aún no se ha definido clave alguna sobre quién ejercerá control real. Trump ha propuesto una estructura internacional denominada Consejo de Paz, liderada por figuras como Tony Blair, pero Hamas ha rechazado ceder su soberanía sin un amplio consenso palestino.

3. ¿Retirada total o zona tampón? El plan de 20 puntos de Trump incluye mantener una “zona de amortiguación” a lo largo de la frontera entre Israel y Gaza, así como el control del llamado Corredor Filadelfia (en la frontera egipcia) por parte de Israel. Para Hamas y muchos palestinos, esto podría convertirse en una justificación para una ocupación de facto indefinida.

La presión internacional como única garantía viable

Sin confianza entre las partes, el papel de los garantes —EE. UU., Egipto, Catar y Turquía— resulta fundamental. “Cada punto del acuerdo está unido a otro, y si uno falla, todo puede derrumbarse”, reveló un funcionario de la Liga Árabe que participó en las negociaciones.

La historia reciente no es alentadora: desde los Acuerdos de Oslo en los años 90 hasta las múltiples treguas de los últimos años, todas han colapsado cuando una parte percibe ventaja o siente que sus intereses estratégicos están en riesgo.

¿Y la reconstrucción de Gaza?

Más del 70% de la infraestructura civil de Gaza ha sido destruida o gravemente dañada, de acuerdo con el UNRWA. Hospitales, escuelas, redes eléctricas y sistemas de agua están colapsados. Más de 1.8 millones de personas —de un total de poco más de 2 millones— se encuentran desplazadas dentro de la propia Franja.

Sin embargo, sin un gobierno funcional y reconocido por ambas partes, y sin garantías de que los fondos no terminarán nuevamente en manos paramilitares, la reconstrucción será imposible. El Banco Mundial y la ONU han advertido que sostener la ayuda internacional sin un plan político viable será “una fórmula segura para otro conflicto”.

La dimensión política: Netanyahu entre dos fuegos

El gobierno de Benjamín Netanyahu enfrenta una disyuntiva interna compleja. Por un lado, la mayoría del público israelí apoya la liberación de los rehenes como máxima prioridad. Por otro, su coalición de derecha radical le presiona para no “perder Gaza” y mantener una presencia militar sostenida en el territorio.

“Netanyahu sabe que su legado político y su futuro legal están en juego, y ambos dependen de no aparecer débil ante Hamas”, analiza el periodista israelí Anshel Pfeffer.

La mirada palestina: alivio con escepticismo

En Gaza, los desplazados que regresan temporalmente a sus casas en el norte lo hacen entre ruinas. Muchos lo comparan con un “campo de escombros con fantasmas entre los muros”. Hay alivio por la pausa en los bombardeos, pero también temor de que la tregua solo sea una táctica para reagrupar fuerzas.

Un residente de Beit Hanoun, Mahmoud al-Khatib, lo resumía así: “Puede que dejemos de morir mañana, pero seguiremos sin vivir”.

¿Una oportunidad para la paz regional?

Algunos países árabes, como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, observan con cautela. Una solución definitiva en Gaza podría allanar el camino para normalizar relaciones con Israel, lo que fortalecería los Acuerdos de Abraham. Sin embargo, un colapso del proceso podría reactivar tensiones regionales tanto en Líbano como en Siria y Jordania.

Palabras finales: entre la tregua y la trampa

El acuerdo entre Israel y Hamas no es aún una paz, sino un punto de inflexión que puede derivar en un orden diferente... o en una tragedia repetida.

La historia de la región está plagada de intentos de paz que se evaporaron por desconfianzas mutuas, agendas ocultas o acciones unilaterales. Lo que ocurra en Gaza durante las próximas semanas dirá si realmente estamos avanzando hacia una “paz duradera y eterna”, o simplemente experimentando una pausa más, antes del próximo capítulo de violencia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press