Janet Mills vs. Susan Collins: El duelo que podría redefinir el mapa político del Senado en 2026

Una carrera senatorial en Maine podría convertirse en el enfrentamiento clave para el control del Senado en un país en crisis política

En Maine, el 2026 pinta para ser mucho más que otro ciclo electoral. La actual gobernadora demócrata Janet Mills ha confirmado que se postulará al Senado de EE. UU., desafiando directamente a la veterana senadora republicana Susan Collins, quien ha ocupado su escaño desde 1997. Si bien puede parecer sólo una contienda más entre dos políticos experimentados, la realidad es que esta batalla en el extremo noreste del país tiene el potencial de alterar por completo el equilibrio de poder en Washington.

Una historia de pioneras

Tanto Mills como Collins comparten más de lo que las primeras apariencias muestran. Ambas nacieron y se criaron en zonas rurales de Maine, se convirtieron en figuras icónicas de la política estatal, y han sido pioneras en distintos niveles del gobierno.

  • Janet Mills fue la primera fiscal criminal femenina de Maine, su primera fiscal de distrito electa, y su primera procuradora general y gobernadora mujer.
  • Susan Collins ha ganado cuatro veces su escaño senatorial con márgenes considerables, favorecida por una imagen de moderada republicana en medio de una era de polarización.

Ahora, se enfrentan posiblemente en uno de los combates políticos más polarizantes de 2026, y sin duda, el más importante para el destino inmediato del Senado.

¿Por qué es Maine tan importante en 2026?

Las elecciones al Senado de 2026 no son muy favorables para los demócratas. La mayoría de los escaños en juego se encuentran en estados donde Donald Trump arrasó en anteriores comicios. Sin embargo, Maine es una excepción crucial: Kamala Harris ganó en ese estado en 2020, lo que convierte al escaño de Collins en una oportunidad tangible para los demócratas de ganar un asiento.

Para retomar la mayoría en el Senado, los demócratas requieren recuperar un mínimo de cuatro escaños. Maine aparece como un tablero estratégico donde esta misión es viable. Es aquí donde entra Janet Mills, animada por líderes nacionales como Chuck Schumer. El cálculo es claro: con su sigilosa popularidad en el estado y su récord como gobernadora, Mills podría representar la mejor oportunidad de la izquierda para derrotar a Collins.

Susan Collins: ¿moderada o cómplice?

Collins ha sido durante mucho tiempo considerada una de las pocas voces moderadas del Partido Republicano. No obstante, esta imagen ha sido erosionada por sus decisiones de apoyar a varios nominados por Donald Trump, incluidos controvertidos jueces y secretarios del gabinete.

En las elecciones de 2020, Collins logró retener su escaño al vencer a la demócrata Sara Gideon por menos de ocho puntos porcentuales, a pesar de que Trump tuvo un rendimiento muy inferior en el estado. Esto demostró su capacidad de supervivencia política, pero también dejó ver grietas en su dominio habitual: por primera vez ganó por un dígito.

Su reciente historial, incluyendo su voto a favor de confirmar al juez Brett Kavanaugh tras acusaciones de abuso sexual, ha generado una fuerte reacción social e impulsado campañas como la de Gideon en 2020, aunque sin éxito final. Esto podría repetirse con más fuerza en 2026 si la campaña de Mills enfatiza en la incongruencia entre la imagen “moderada” y los votos alineados con Trump.

Janet Mills: de negarse al Senado a lanzarse con fuerza

En los primeros meses de 2024, Mills parecía reacia a presentarse al Senado. Incluso dio pistas de querer alejarse de la política. Sin embargo, en el verano dijo estar considerándolo seriamente, y en abril tomó un rol activo en una lucha simbólica para su base: desafió al gobierno de Trump en defensa de los derechos de estudiantes transgénero, lo cual encendió las alarmas de sus opositores conservadores y causó entusiasmo entre los progresistas.

“He pasado buena parte de mi carrera escuchando a hombres ruidosos hablar duro para esconder sus debilidades”, dijo Mills en abril.

Frases como esa conectaron directamente con la base demócrata, que la ve como una líder combativa, experimentada y dispuesta a retar las estructuras tradicionales del poder institucionalizado en Washington.

El respaldo de Bernie Sanders a un rival inesperado

Aunque Mills es la favorita de la maquinaria del Partido Demócrata y cuenta con el apoyo de figuras como Schumer, no todos están de acuerdo con su candidatura. El senador Bernie Sanders y su sector progresista han arrojado su apoyo a un candidato alternativo: Graham Platner, un ostricultor y activista local que lanzó su campaña por redes sociales.

Sanders aseguró recientemente que Platner es “un gran candidato de clase trabajadora para el Senado en Maine”. La entrada de Platner añade matices a las primarias demócratas, revelando también las tensiones que persisten entre los sectores moderados y progresistas dentro del partido.

¿Qué está en juego más allá de Maine?

El Senado ha sido, durante décadas, escenario de batallas ideológicas fundamentales. Y 2026 no será la excepción. Aunque la mayoría de los escaños en riesgo pertenecen a demócratas, las oportunidades para el cambio provienen de estados como Maine, Ohio y Carolina del Norte, donde los republicanos están defendiendo territorio en escenarios menos sólidos.

Un cambio en uno o más de esos escaños podría redefinir los próximos años de políticas nacionales: desde el derecho al aborto hasta la asignación del presupuesto, la regulación ambiental o el nombramiento de jueces federales.

La otra batalla: El fin de la Guerra de Irak

Mientras Mills y Collins preparan sus campañas, el Senado vive otro momento histórico: la votación para revocar la Autorización de Fuerza Militar en Irak. Esta medida de 2002 permitía operaciones como la polémica invasión que dejó cientos de miles de muertos. La reciente votación liderada por el senador Tim Kaine (D) y Todd Young (R) busca cerrar formalmente ese capítulo, declarando que «el poder de declarar la guerra pertenece al Congreso».

La medida fue aprobada por aclamación, reflejando un raro momento de consenso bipartidista. Sin embargo, la autorización de 2001 contra el terrorismo global sigue en pie, y aún valida operaciones militares en otras partes del mundo.

Estos cambios muestran una revisión crítica del intervencionismo estadounidense, algo que tanto Janet Mills como Susan Collins deberán explicar en sus plataformas electorales y en los próximos debates políticos.

Hacia 2026: un duelo titánico

Todo parece indicar que Maine será protagonista en uno de los enfrentamientos políticos más intrigantes de los próximos años. Con una líder que ha sido símbolo del establishment republicano enfrentándose a una demócrata que no solo rompe techos de cristal sino que no teme al contraste explícito, esta carrera senatorial será observada con lupa tanto por analistas como por la ciudadanía interesada en saber…

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Este artículo fue redactado con información de Associated Press