Kyaukme: Una ciudad atrapada entre la guerra, la propaganda y el olvido

Cómo una pequeña ciudad en el norte de Myanmar se ha convertido en símbolo del conflicto civil, la manipulación mediática y el sufrimiento civil tras décadas de disputas étnicas e intereses militares

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

Kyaukme: el corazón roto de Shan State

La ciudad de Kyaukme, ubicada en el estado de Shan, al noreste de Myanmar, ha sido durante siglos una parada estratégica en la ruta comercial hacia China. Sin embargo, en los últimos años, y más intensamente desde 2021, se ha transformado en un escenario desolador marcado por ruinas, miedo y abandono. La guerra civil en Myanmar ha dejado su impronta en cada rincón de esta localidad alguna vez vibrante.

En octubre de 2025, reporteros supervisados por medios progubernamentales fueron autorizados para hacer una visita controlada a Kyaukme. Lo que encontraron fue una ciudad en ruinas, prácticamente vacía, con escombros humeantes y rastros de un conflicto que afecta a cada ciudadano birmano directa o indirectamente.

Una guerra sin final a la vista

Todo comenzó en febrero de 2021, cuando el ejército birmano (Tatmadaw) depuso al gobierno democrático de Aung San Suu Kyi. Desde entonces, se desató una resistencia armada organizada tanto por milicias étnicas antiguas como por nuevas fuerzas ciudadanas, como la Fuerza de Defensa del Pueblo (PDF). Kyaukme no fue la excepción: su ubicación geográfica, cercana a Mandalay y en la ruta a China, la convirtió en un centro de disputa clave.

El grupo armado Ejército de Liberación Nacional Ta’ang (TNLA), de la minoría étnica Palaung, tomó el control de la ciudad en agosto de 2024. Fue una de las muchas victorias de milicias opositoras. Pero tres semanas antes del reportaje de octubre, el ejército birmano recuperó la ciudad tras intensos combates, marcando una de las pocas reconquistas del régimen en meses.

¿Victoria militar o devastación humanitaria?

La entrada del ejército a Kyaukme estuvo acompañada, según los testimonios citados, de fuertes bombardeos. Un fotógrafo extranjero fue el único autorizado a documentar el lugar. En su recorrido vio edificios oficiales calcinados: el tribunal, la comisaría, los alojamientos de funcionarios. El hospital había sido parcialmente destruido y operaba temporalmente desde un templo chino.

La imagen es de una “victoria vacía”: una ciudad donde más del 90% de los 46.000 habitantes han huido, apenas quedan vendedores en el mercado, las calles están semidesiertas y los que permanecen lo hacen porque no pueden costear la huida. Como dijo un mototaxista anónimo:

“La gente no quiere vivir cerca del frente de batalla. El miedo se respira en cada cuadra”.

La propaganda como única ventana

La visita fue organizada por medios pro-militares. Bajo fuerte control, se les negó el acceso a ciertos barrios considerados aún peligrosos por minas sin detonar. En cambio, se mostraron escenas de supuesta 'normalización' como la reapertura de escuelas o ciudadanos solicitando documentos en oficinas temporales.

Sin embargo, estos actos parecen más simbólicos que funcionales. El régimen birmano mantiene una férrea censura y bloquea el ingreso independiente de medios internacionales. Así, la narrativa visible es la que el gobierno quiere que se vea.

El efecto dominó del conflicto

Las consecuencias para la infraestructura y calidad de vida son devastadoras. Por ejemplo:

  • El puente Gotwin, clave para la movilidad regional, resultó seriamente dañado en la ofensiva.
  • Casas cercanas a edificios gubernamentales fueron alcanzadas en los combates.
  • Obuses sin explotar permanecen en zonas civiles, como un monasterio budista, creando peligro constante.

Kyaukme es apenas una muestra del desastre generalizado. Las operaciones militares desde julio incluyen la reconquista de Nawnghkio, otra localidad estratégicamente ubicada que también fue blanco de ataques intensos.

Contexto histórico del estado de Shan

Shan es uno de los estados más diversos y complejos de Myanmar. Aglutina varias etnias con sus propias milicias, demandas históricas de autonomía y tradiciones. Durante décadas, ha sido epicentro de conflictos armados entre el Tatmadaw y grupos étnicos como el TNLA, el Ejército del Estado Shan (SSA) y la Alianza del Norte.

Además, la región posee recursos naturales apetecibles (opal, jade, opio), lo que empeora la competencia.

El desafío humanitario y la migración interna

Uno de los efectos más cruentos del conflicto es la migración forzada interna. Según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 2 millones de personas están desplazadas en Myanmar. El estado de Shan, junto con Sagaing y Chin, concentra una gran parte de estos desplazados.

Las ONGs tienen dificultades para operar debido a las restricciones impuestas por la junta militar. La falta de alimentos, acceso al agua potable y medicamentos en zonas como Kyaukme es crítica. Algunos sectores dependen de la solidaridad china en áreas cercanas a la frontera, pero la ayuda no cubre a todos.

Las elecciones bajo fuego

El régimen anunció elecciones para finales de 2025 con la esperanza de restaurar cierta legitimación. Sin embargo, ninguna autoridad internacional ha reconocido desde 2021 los procesos promovidos por el ejército como democráticos o legítimos.

Recuperar ciudades como Kyaukme parece parte de una estrategia para mostrar al mundo una imagen de control previo a los comicios. Pero el precio entraña ruinas, desplazamientos forzados y un trauma colectivo aún sin cicatrizar.

Lo que Kyaukme representa para el futuro de Myanmar

Kyaukme es un espejo ampliado del estado birmano: control militar, propaganda, terror, destrucción parcial, y reaperturas simbólicas para la prensa oficial.

Difícilmente se restaurará una vida digna y plural si continúan los mismos actores imponiendo su verdad a través de las armas.

En palabras de un residente que prefirió el anonimato:

“Recapturaron la ciudad, pero no pueden capturar la esperanza de la gente. No volveremos hasta que la paz sea real, no impuesta”.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press