Cowboys, Browns y Dolphins: Tres crisis que reflejan un mismo problema en la NFL

La indisciplina, la falta de ejecución y los errores tácticos están hundiendo a tres franquicias históricas en la temporada 2025

Una jornada de derrotas que retrata problemas estructurales

El domingo 12 de octubre de 2025 quedará grabado en la memoria de los aficionados a la NFL como una jornada que retrató, con crudeza, las deficiencias estructurales de tres franquicias con gran historia, afición apasionada y, sobre todo, muchas más expectativas que resultados: los Dallas Cowboys, los Cleveland Browns y Miami Dolphins.

Más allá de los marcadores apretados y los lapsos de buen juego, los tres equipos perdieron por razones similares: una mala ejecución en los momentos clave, defensas que no responden y cuerpos técnicos que no logran enderezar el rumbo. A continuación analizamos con mayor profundidad este colapso colectivo que parece no tener fin y que puede afectar seriamente el futuro de estas organizaciones.

Dallas Cowboys: una defensa de papel y decisiones cuestionables

El caso de los Cowboys es el más desconcertante. A pesar de contar con gran talento ofensivo liderado por Dak Prescott, George Pickens y próximamente CeeDee Lamb (que está cerca de regresar), el equipo cayó 30-27 ante unos Panthers plagados de lesiones en la línea ofensiva. La defensa de Dallas permitió 410 yardas totales y 27 primeros downs, números intolerables para una franquicia que aspira a destronar a los Philadelphia Eagles en la NFC Este.

“Tenemos la capacidad de detener la carrera, pero somos inconsistentes”, declaró con frustración el head coach Brian Schottenheimer. Y es que el regreso del ex Cowboy Rico Dowdle les pasó por encima: 30 acarreos para 183 yardas más 56 por recepción (239 desde la línea de golpeo). Todo esto mientras el supuesto corredor estelar, Javonte Williams, apenas tuvo 29 yardas en 13 intentos.

Una decisión resuena fuertemente: la salida del elite pass rusher Micah Parsons antes del inicio de la temporada. Sin él, la defensa no presiona y es una de las que más puntos permite: más de 30 puntos en 4 de los últimos 6 juegos. El descontento no se limita a la afición; jugadores como Kenny Clark ya cuestionan públicamente la falta de física en las trincheras defensivas.

La NFC Este aún está abierta, pero si Dallas no corrige de inmediato, podría perder otro año más por la incapacidad de hacer ajustes clave.

Cleveland Browns: promesas juveniles que no alcanzan

En otro rincón del drama, los Browns cayeron 23-9 ante los Steelers en su derrota consecutiva número 22 en temporada regular en Pittsburgh. Esta vez, el rookie Dillon Gabriel hizo su segunda aparición como titular y no logró marcar touchdowns, a pesar de pasar para 221 yardas sin intercepciones.

La ofensiva de Cleveland es, sencillamente, desastrosa: no ha superado los 17 puntos en 11 partidos consecutivos (la segunda peor racha de la NFL). Su línea ofensiva fue un colador: 6 capturas y 16 golpes al QB. Y si eso no fuera suficiente, estadísticamente han sido una de las peores unidades en terceras oportunidades.

No es culpa solo de Gabriel. Su entorno le ha fallado: pases soltados, rutas mal ejecutadas, protección mínima. El veterano Joe Flacco fue enviado a los Bengals vía trade y también debutó el joven Shedeur Sanders como suplente. Cleveland ahora apuesta por un ‘rebuild’ con dos novatos bajo presión constante.

Desde 1970, Pittsburgh tiene récord 52-15 contra QBs novatos y 28-4 en casa. Este era, por todos lados, un escenario perdido de antemano. Pero lo que preocupa es que ni siquiera hay señales claras de reconstrucción efectiva. El coach Kevin Stefanski pidió paciencia: “Antes de ganar, tienes que dejar de perder”. Pero los Browns parecen tener el hábito arraigado.

Miami Dolphins: entre los gritos del público y un vestidor dividido

La situación en Miami duele especialmente por las expectativas que se tenían tras el gran inicio de la era Mike McDaniel: un prometedor 20-13 en sus primeros 33 juegos. Hoy, esa promesa se ha esfumado. Con una marca de 1-5, los Dolphins dejaron escapar otro partido que parecía en sus manos al caer 29-27 ante los Chargers.

Comandados por Tua Tagovailoa, los Dolphins remontaron dos veces pero permitieron una jugada de 42 yardas y un gol de campo final sin que la defensa mostrara resistencia. La desesperación es tal que incluso hay desorganización interna. El propio Tua aseguró: “Tenemos jugadores que llegan tarde o no se presentan a reuniones exclusivas de jugadores”.

La voz de la leyenda Larry Csonka retumbó en redes: “Sigo esperando, veo talento, buenos momentos... pero somos inconsistentes. Y eso es culpa del entrenamiento”. Las declaraciones apuntan a una profunda falta de liderazgo en el vestuario y poca reacción del cuerpo técnico.

El problema ya no es perder por palizas, es perder partidos ganables en los últimos minutos como ya pasó en cuatro enfrentamientos consecutivos. La frustración es tan grande que hubo pancartas aéreas pidiendo la salida de McDaniel y el GM Chris Grier.

Analizando la historia, Miami lleva 25 años sin ganar un partido de playoff. En ese lapso, todos los demás equipos han celebrado al menos una victoria en postemporada. Mientras tanto, los Patriots —rivales divisionales— han ganado 30 encuentros de playoff. El contraste es humillante.

¿Coincidencia o patrón a corregir?

Más allá del morbo y las derrotas individuales, los tres equipos reflejan una crisis organizacional común:

  • Falta de disciplina interna: ya sea en Dallas o Miami, los líderes no logran cohesionar el vestuario.
  • Mala ejecución defensiva: concesiones descomunales por tierra y aire. Nadie responde.
  • Errores decisivos: cuarta y corta. Primera y gol. Terceras oportunidades. Todos fallan cuando más se necesita.
  • Confusión desde los cuerpos técnicos: sin soluciones claras, sin ajustes efectivos. Promesas que no maduran.

La temporada 2025 aún tiene camino por recorrer. Pero si Cowboys, Browns y Dolphins no logran cambios profundos en liderazgo, disciplina y estrategia, pasarán del desencanto al desprecio mediático. Y la NFL no perdona la mediocridad prolongada.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press