Gaza: Cese al fuego, promesas de ayuda y la incertidumbre del mañana

A medida que se activa una tregua largamente esperada, Gaza inicia una etapa crucial entre la esperanza de reconstrucción y las heridas de una guerra devastadora

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Una tregua en medio del desastre

Después de dos años de una guerra brutal en Gaza, marcada por ataques incesantes, desplazamientos masivos y una crisis humanitaria sin precedentes, una nueva esperanza emerge: un cese al fuego entre Israel y Hamas. Este acuerdo, alcanzado con mediación internacional, no solo busca silenciar las armas, sino también abrir corredores de ayuda humanitaria urgentes para una población al límite.

Ayuda humanitaria que por fin comienza a fluir

El acuerdo estipula la entrada de hasta 600 camiones diarios de ayuda humanitaria al enclave, una cifra sin precedentes desde el inicio del conflicto en octubre de 2023. Egipto ha declarado que el domingo comenzó el envío de 400 camiones cargados con víveres, medicinas, combustible, mantas y tiendas de campaña. Estas unidades cruzarán por el paso de Rafah y pasarán inspecciones israelíes en Kerem Shalom.

Antes del alto al fuego, las Naciones Unidas apenas lograban distribuir un 20% de la ayuda necesaria debido a los bloqueos, restricciones israelíes y enfrentamientos. Ahora, con más de 170,000 toneladas métricas de ayuda listas para entrar, se espera una mejora sustancial en las condiciones de vida de los palestinos.

GHF, una promesa fallida

En mayo, Israel y Estados Unidos impulsaron la creación de la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), una entidad privada que sustituyó en parte a la ONU en la distribución de alimentos con la intención de evitar el control de Hamas sobre los recursos. Sin embargo, sus operaciones se vieron envueltas en caos organizativo, multitudes desesperadas y, según testimonios palestinos, la muerte de cientos de civiles por disparos del ejército israelí cerca de sus centros de distribución.

Ahora, con el cese de fuego y la irrupción de nuevas vías de ayuda, los centros de distribución de la GHF han comenzado a ser desmantelados por civiles. Algunos, como en Rafah y Khan Younis, ya han sido saqueados. La estructura fracasó en su objetivo de crear un sistema alternativo y seguro de ayuda humanitaria.

Intercambio humanitario: rehenes y prisioneros

Como parte del acuerdo, se espera que el lunes se produzca la liberación de 48 rehenes israelíes retenidos por Hamas, aunque las autoridades israelíes estiman que solo 20 estarían vivos. Israel, por su parte, comenzaría la liberación de 2,000 prisioneros palestinos, de los cuales 250 cumplen cadena perpetua y otros 1,700 fueron detenidos sin cargos en Gaza durante el conflicto.

Gal Hirsch, coordinador israelí para los secuestrados y desaparecidos, confirmó que se han habilitado hospitales y espacios especiales para recibir tanto a los rehenes vivos como para la identificación forense de los fallecidos, que podrían estar bajo escombros.

Trump se suma a la cumbre de paz

El expresidente estadounidense Donald Trump llegará a Israel el lunes, donde se reunirá con familias de rehenes y hablará ante la Knéset. Luego viajará a Egipto para copresidir una cumbre de paz junto al presidente Abdel-Fattah el-Sissi. La reunión contará con líderes regionales e internacionales y podría marcar una hoja de ruta futura para la gobernanza de Gaza y la reconstrucción postguerra.

El retorno a casas en ruinas

Decenas de miles de palestinos comenzaron a regresar a sus hogares en el norte de Gaza, zonas de las que fueron expulsados o huyeron por la intensidad de los bombardeos. Muchos encontraron solo escombros. Las imágenes satelitales muestran largas caravanas de vehículos y tiendas improvisadas a lo largo de la costa mediterránea, donde familias enteras han buscado refugio.

La policía, bajo la autoridad del Ministerio del Interior de Hamas, patrulla las zonas liberadas asegurando la llegada de ayuda humanitaria. A pesar de la tregua, el ambiente es de tensión: Gaza sigue siendo un polvorín en riesgo de estallar nuevamente.

Dos años de infierno

El conflicto se desató el 7 de octubre de 2023 con un ataque sorpresa de Hamas al sur de Israel, que provocó la muerte de 1,200 personas y el secuestro de 250 más. La respuesta israelí fue feroz: bombardeos diarios y operaciones terrestres que han dejado más de 67,000 muertos según el Ministerio de Salud de Gaza, con la mitad de las víctimas siendo mujeres y niños.

Además, el 90% de los 2 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados, y vastas áreas en ciudades como Khan Younis, Rafah y Ciudad de Gaza han quedado reducidas a polvo. Este conflicto no solo ha devastado el territorio, sino que también ha provocado protestas en varias partes del mundo, denuncias de genocidio (de las cuales Israel se defiende), y una reconfiguración del equilibrio regional, con riesgo de extensión del conflicto a Líbano y Siria.

¿Qué viene después del silencio?

El futuro inmediato de Gaza sigue siendo incierto. Mientras algunos sueñan con un proceso de reconstrucción, otros advierten que el cese al fuego temporal solo será una pausa necesaria mientras se definen estrategias para desmantelar las redes subterráneas de Hamas. De hecho, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ya anunció en la red social X que ha instado al ejército a preparar el desmantelamiento del sistema de túneles de Hamas bajo Gaza, con la ayuda de un “mecanismo internacional supervisado por Estados Unidos”.

El reto ahora es decidir el rol político y social de Hamas en una Gaza reconstruida. Ni Israel ni EE.UU. están dispuestos a permitir que el grupo recupere el control total. Pero, al mismo tiempo, no hay una alternativa clara de gobernanza civil que no implique una ocupación prolongada o el regreso de liderazgos cuestionados.

La voz del pueblo palestino

Mientras los líderes debaten en salas con aire acondicionado en Jerusalén o El Cairo, las voces reales del conflicto surgen desde la arena, entre ruinas y escombros. Hoda Goda, una madre que asistía a los puntos de ayuda de la GHF, lo resume así: “Daba miedo estar allí. La gente era como agua saliendo de una presa rota. Había disparos y confusión. Ahora, al menos, respiro sin temor, pero no tengo techo”.

Ahmed al-Masri, desde el campo de refugiados de Nuseirat, lamenta: “Lo perdimos todo excepto la esperanza”.

¿Renacerá Gaza?

Hay más preguntas que respuestas. ¿Quién reconstruirá Gaza? ¿Volverán los niños a la escuela? ¿Quién garantizará que la ayuda llegue a quienes realmente la necesitan? ¿Persistirá la tregua o es solo un respiro en una guerra perpetua?

La historia de Gaza es la historia del sufrimiento palestino, pero también del fracaso de la diplomacia internacional ante un conflicto de décadas. Hoy, los escombros no solo cubren calles y casas, sino también los sueños de una generación entera.

En palabras de un médico de Médicos Sin Fronteras: “Podremos curar heridas, pero no el trauma de quienes han crecido bajo los misiles”.

Y aun así, en medio de la destrucción, la gente de Gaza vuelve. Porque a veces, solo volver implica una pequeña victoria contra el olvido.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press