Guerra comercial EE.UU.-China: ¿El final de la calma bursátil?
Una nueva amenaza arancelaria de Trump sacude a Wall Street y reaviva tensiones con China en medio de una guerra tecnológica y comercial sin tregua.
Un viernes negro para los mercados
El pasado viernes, el mundo financiero vio sacudidos sus cimientos luego de que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara con incrementar los aranceles a productos provenientes de China en represalia por nuevas restricciones comerciales impuestas por Pekín. Esta declaración puso fin a varios meses de relativa calma en Wall Street, provocando caídas abruptas en los principales índices bursátiles.
El S&P 500 cayó un 2.7%, marcando su peor jornada desde abril, cerrando en 6,552.51 puntos. El Dow Jones Industrial Average descendió un 1.9% a 45,479.60 puntos, mientras que el Nasdaq, más sensible a las tecnológicas, se desplomó un 3.6% alcanzando los 22,204.43 puntos.
La guerra de los aranceles se intensifica
La respuesta de Trump no llegó en el vacío. Pekín había anunciado nuevas restricciones a la exportación de tierras raras, metales esenciales para la fabricación de productos tecnológicos avanzados como teléfonos móviles, baterías, chips y aviones. Esto fue visto como una represalia indirecta por decisiones recientes de EE.UU. sobre limitar el acceso chino a semiconductores críticos.
Trump, por su parte, respondió en Truth Social diciendo: "Hemos sido contactados por otros países que están extremadamente molestos con esta gran hostilidad comercial. Ahora parece que no hay razón para reunirme con Xi Jinping" en su próximo viaje por Asia.
El impacto inmediato en Asia
El lunes siguiente, las principales bolsas asiáticas siguieron la estela bajista:
- Hang Seng (Hong Kong): -3.5% hasta los 25,374.00 puntos
- Shanghai Composite: -1.3% cerrando en 3,846.25
- Kospi (Corea del Sur): -1.7% con un cierre en 3,550.32
- S&P/ASX 200 (Australia): -0.9% en 8,882.60
- Taiex (Taiwán): -1.7%
- Sensex (India): -0.5%
Tokio estuvo cerrado por feriado, pero se anticipa que refleje las mismas tendencias bajistas.
La resiliencia inesperada de China
A pesar del desplome en las exportaciones hacia Estados Unidos, China reportó un aumento del 8.3% en sus exportaciones globales en septiembre, la mejor cifra en seis meses, alcanzando los $328,500 millones de dólares segun datos de aduanas. Esto evidencia una estrategia clara de diversificación en sus mercados externos.
Exportaciones hacia:
- Sudeste Asiático: +15.6%
- América Latina: +15%
- África: +56%
En contraste, las exportaciones a EE.UU. cayeron un 27% interanual, tras una caída ya dramática del 33% en agosto. Estos números muestran la creciente desvinculación entre ambas potencias, en un contexto donde EE.UU. busca recuperar cadenas de suministro estratégicas dentro de sus fronteras u otras regiones aliadas.
Comentario: ¿Es el regreso del proteccionismo?
La escalada comercial entre las dos mayores economías del planeta no se reduce a un conflicto por bienes físicos. Está profundamente enraizada en la lucha por el liderazgo tecnológico, el control de recursos críticos y la seguridad nacional.
En la década de 1990 y principios de los 2000, la tendencia era clara: globalización, apertura, deslocalización de fábricas y reducción de barreras comerciales. Pero desde la presidencia de Trump en 2016, el péndulo comenzó a oscilar en sentido contrario. Su política de "America First" marcó el renacimiento de una era de proteccionismo moderno.
Hoy, con nuevas amenazas arancelarias y medidas de política industrial (como la CHIPS and Science Act), EE.UU. busca recuperar autonomía manufacturera, especialmente en el sector de semiconductores. El control del suministro de chips es ahora una cuestión estratégica.
Rare Earths: El nuevo oro del siglo XXI
En el centro de este conflicto están las tierras raras. Aunque su nombre sugiere lo contrario, no son necesariamente escasas, pero sí extremadamente difíciles de extraer y procesar sin dañar el medio ambiente.
China domina cerca del 60% de su producción global y todavía más cuando se considera su capacidad de refinamiento. Por ello, el anuncio de nuevas restricciones chinas a la exportación de tierras raras funciona como una herramienta poderosa de presión geopolítica.
Además, China ha extendido su control sobre otros productos estratégicos como baterías de iones de litio y software de inteligencia artificial. Esto hace prever nuevas represalias por parte de EE.UU. en tecnología, energía renovable y telecomunicaciones.
Wall Street y el riesgo de sobrevaloración
Los inversores también temen que, más allá de las tensiones geopolíticas, el mercado estadounidense esté operando por encima de su valor real. El S&P 500 ha subido un 35% desde abril, pero los beneficios corporativos no han acompañado ese ritmo.
Particularmente las tecnológicas con enfoque en inteligencia artificial viven un auge que muchos comparan con la burbuja .com del año 2000. Sin aumento en las ganancias, los elevados precios actuales podrían desplomarse ante una nueva ola de incertidumbre o malas noticias corporativas.
El petróleo y la geopolítica
La tregua entre Israel y Hamas trajo un alivio inesperado al precio del crudo. El petróleo West Texas Intermediary perdió un 4.2% para situarse en $58.90 por barril. El Brent europeo cayó un 3.8% hasta los $62.73.
El temor a cortes en la cadena de suministro global de energía, exacerbados por conflictos en Medio Oriente, puede impulsar el precio del petróleo. Por eso, cualquier noticia positiva en estos frentes es recibida con alivio en los mercados, aunque la caída de precios también refleja una expectativa de menor crecimiento económico global, y por ende, menor demanda petrolera.
Monedas y deuda: las otras variables claves
El dólar se mantuvo estable frente al yen japonés (151.87 contra 151.89 del viernes), mientras el euro ganó una leve ventaja para alcanzar los $1.1627. No obstante, lo más destacado en este ámbito fue la caída del bono del Tesoro a 10 años, que descendió de 4.14% a 4.05%, señal de mayor demanda por activos seguros ante el nerviosismo generalizado.
Un informe de la Universidad de Michigan advirtió que el sentimiento del consumidor estadounidense permanece débil, lo cual también arrastró a la baja los rendimientos de los bonos.
¿Qué esperar ahora?
La situación sigue siendo volátil. Con la posibilidad de que el encuentro entre Trump y Xi Jinping se cancele, y nuevas rondas de tarifas por venir, es probable que los mercados sigan marcados por la incertidumbre en las próximas semanas.
Las cadenas globales de suministro podrían seguir sufriendo disrupciones, lo cual alimenta la inflación estructural y exige políticas fiscales y monetarias más complejas.
En medio de todo, China sigue mostrando resiliencia, expandiendo sus mercados y afianzando su rol como potencia global en tecnología y manufactura. Al mismo tiempo, EE.UU. reafirma su liderazgo militar y tecnológico, pero enfrenta desafíos para reconstruir su base industrial sin incurrir en excesos proteccionistas.
La lucha por el siglo XXI no será solo comercial. Será tecnológica, energética, política y estratégica. Y ya ha comenzado.