Tregua en Gaza: ¿Paso hacia la paz o nuevo punto muerto diplomático?

Mientras cae el fuego cruzado y se vislumbra un cese al fuego provisional, la región se prepara para liberaciones simultáneas de rehenes y prisioneros, con la diplomacia internacional en pleno movimiento

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Una tregua que devuelve el aliento (por ahora)

Este domingo marcó el tercer día consecutivo de un cese al fuego que, contra pronósticos escépticos, parece mantenerse sólido entre Israel y Hamas en Gaza. Este frágil periodo de paz ha permitido no solo la entrada de ayuda humanitaria esencial a un enclave gravemente bombardeado y sitiado, sino también ha dado pie a movimientos diplomáticos sin precedentes —incluido un "viaje relámpago" del expresidente Donald Trump a Medio Oriente.

Desde el viernes, decenas de miles de palestinos han comenzado a regresar a sus hogares —o lo que queda de ellos— en el norte de la Franja de Gaza. Vehículos y carretas improvisadas transportan familias enteras que buscan refugio y calor humano entre escombros y memorias en ruinas.

Un corredor humanitario contra el tiempo

Como estipula el acuerdo de tregua, la ayuda humanitaria ha empezado a fluir con mayor intensidad. El día domingo se esperaba la llegada de hasta 600 camiones diarios cargados con suministros médicos, agua potable, alimentos, combustible y mantas, procedentes de Egipto.

Abeer Etifa, portavoz del Programa Mundial de Alimentos, declaró: “Nuestros equipos están limpiando los caminos dentro de Gaza para facilitar el ingreso de la ayuda. Es una carrera contra el tiempo, contra la necesidad y contra la desesperación”.

Desde el cruce de Rafah en Egipto, las imágenes ya muestran largas filas de vehículos que aguardan ser inspeccionados por las fuerzas israelíes en Kerem Shalom. Solo después de esa inspección, se les permitirá cruzar hacia Gaza.

Según el COGAT (Coordinador israelí de Actividades Gubernamentales en los Territorios), este volumen es parte integral del acuerdo, aunque la logística representa un reto colosal.

Rehenes y prisioneros: acuerdos paralelos

Uno de los pilares más mediáticos del acuerdo tiene que ver con la liberación recíproca de personas detenidas. Por un lado, están los 48 rehenes israelíes secuestrados por Hamas y otros grupos palestinos durante el conflicto, de los cuales Israel cree que unos 20 todavía están vivos y se espera que todos ellos sean liberados este lunes.

Por otro lado, Israel ha accedido a liberar a aproximadamente 2.000 prisioneros palestinos, incluidos 250 condenados a cadena perpetua y otros 1.700 detenidos sin cargo formal desde el inicio de la guerra.

El Gobierno de Gaza a través del Dr. Mounir al-Boursh, del Ministerio de Salud del enclave, señaló que están haciendo preparativos hospitalarios ante la llegada inminente de estos prisioneros, muchos de los cuales requieren tratamiento médico urgente. También solicitó la liberación específica de médicos como Hossam Abu Safiya y Marwan al-Hams.

Trump, anfitrión accidental de la paz

En un viraje diplomático que muchos estiman impulsado por su agenda política personal, Donald Trump reaparece en el tablero geopolítico con una visita planeada a Israel este lunes, donde tiene previsto reunirse con familias de los rehenes y pronunciar un discurso ante el Knéset. Posteriormente viajará a Egipto para co-presidir una cumbre bautizada como "Cumbre por la Paz", en compañía del presidente Abdel-Fattah el-Sisi.

Trump no es ajeno al conflicto israelí-palestino. Durante su presidencia, trasladó la embajada de EE.UU. a Jerusalén y promovió los controvertidos Acuerdos de Abraham, que normalizaron relaciones entre Israel y varios países árabes pero fueron duramente criticados por ignorar la causa palestina.

¿Será esta tregua una continuación de su ambición personal por un "Premio Nobel de la Paz" o una auténtica intención de pacificación regional?

Clima tenso pero controlado en Gaza

Las calles de Gaza se han vuelto a poblar, pero esta vez con rostros marcados por la incertidumbre. Agentes armados bajo el mando del Ministerio del Interior —controlado por Hamas— se despliegan por las arterias principales como una suerte de garantía de seguridad, mientras las vidas se reorganizan bajo tiendas de campaña, muchas de ellas alineadas en la costa para evitar el fuego cruzado reciente.

Desde las alturas, las imágenes satelitales muestran caravanas de vehículos retornando al norte, en especial sobre la avenida Al Rashid, una vía que recorre la costa mediterránea de la franja. La presencia militar israelí ha disminuido drásticamente, al menos temporalmente, permitiendo un mínimo respiro logístico.

Europa mira con atención (y compromiso)

El impacto del conflicto ha llevado a Europa a involucrarse directamente en las tratativas de paz. Entre los asistentes confirmados a la cumbre en Egipto se encuentran el canciller alemán Friedrich Merz, su homólogo griego Kyriakos Mitsotakis y el presidente de Chipre Nikos Christodoulides.

También asistirá el presidente del Consejo Europeo, António Costa, en representación de los 27 países miembros de la Unión Europea. En una declaración escrita, el portavoz del gobierno alemán, Stefan Cornelius, afirmó: “Alemania estará comprometida con la implementación del plan de paz, enfocándose primero en mantener el cese al fuego y en el suministro de ayuda humanitaria”.

¿Y después de la tregua qué?

La historia de los conflictos entre Israel y Palestina está marcada por altos al fuego temporales que, más que soluciones, parecen ser simples pausas entre episodios bélicos. ¿Será esta vez diferente?

Todo indica que los desafíos estructurales que alimentan la hostilidad siguen sin resolverse: la ocupación militar, el bloqueo a Gaza, la expansión de asentamientos israelíes y la ausencia de un Estado palestino independiente continúan siendo las piedras angulares de una confrontación sin fin.

“Lo que necesitamos es una solución permanente, no un respiro temporal”, declaró en conferencia Hanan Ashrawi, exmiembro ejecutiva de la OLP. “Toda tregua sin justicia duradera está condenada al fracaso”.

¿Puede una tregua salvar miles de vidas?

El cese momentáneo del fuego tiene un impacto inmediato incuestionable. Según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, más de 15.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto, en su mayoría civiles, incluidos niños y mujeres. La tregua le ha permitido a muchas familias regresar, enterrar a sus muertos y buscar a sus desaparecidos.

También ha permitido que cuerpos médicos trabajen sin bombardeos incesantes, aunque los desafíos son colosales: solo quedan en funcionamiento un puñado de hospitales que han sufrido daños estructurales, y las reservas de medicamentos siguen siendo críticas.

En zonas como Khan Younis y Rafah, la ayuda ha sido bien recibida pero insuficiente. “Es como una gota en el océano”, afirmó un trabajador del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Un momento bisagra para Medio Oriente

Este cese al fuego podría ser recordado como una vuelta de página en la historia del conflicto o simplemente como otro punto muerto más en una larga lista de intentos fallidos. La clave estará en si las partes implicadas —y los actores internacionales como EE.UU., Egipto e incluso la Unión Europea— aprovechan esta ventana de oportunidad para trazar una hoja de ruta clara hacia la coexistencia y la resolución definitiva del conflicto.

Pero mientras el mundo especula, para los millones de habitantes de Gaza, lo único tangible hoy es que, por primera vez en meses, no suena el zumbido de los drones, y la tierra no tiembla con los bombardeos.

Que la tregua continúe. Que la paz se construya, ladrillo por ladrillo, historia por historia.

Por: Redacción MundoHoy

Este artículo fue redactado con información de Associated Press