Dallas Cowboys en crisis: una defensa desastrosa arruina la temporada de Dak Prescott
Mientras Dak Prescott brilla como en su mejor año, la defensa de los Cowboys se hunde al fondo de la NFL. ¿Puede salvarse Matt Eberflus? Análisis completo del colapso defensivo en Dallas
Un quarterback en forma MVP... que no puede ganar
En el mundo de la NFL, no hay juicio más duro que el de los resultados. Puedes tener un mariscal de campo con rendimiento de Jugador Más Valioso, pero si tu equipo no gana, poco importa. Ese es exactamente el caso de los Dallas Cowboys en 2025. Dak Prescott ha resurgido como en sus mejores días, lanzando para 10 touchdowns sin una sola intercepción y acumulando un rating de pasador de 127.4 en sus últimos tres partidos. Sin embargo, esa brillantez ofensiva no ha bastado para salvar a los Cowboys de su hundimiento: apenas han logrado un récord de 1-1-1 en ese período, con una marca general de 2-3-1.
La razón de este descalabro apunta en una dirección clara: la defensa. Y específicamente, a su nuevo coordinador defensivo, Matt Eberflus.
Últimos en defensa: las cifras que condenan
La defensiva de los Cowboys no solo está mal. Está última en la NFL en múltiples categorías clave:
- Yardas totales permitidas por partido: 411.7 (32º en la NFL)
- Yardas por pase: 269.5 (32º)
- Primeros downs permitidos: 24.2 (32º)
- Puntos permitidos: 30.7 (31º)
- Yardas por pase permitido: 7.85 (31º)
De cuatro juegos disputados recientemente, en tres han permitido al menos 30 puntos. Una cifra absurda si se considera que este equipo tenía una de las mejores defensas hace apenas dos temporadas cuando era liderada por Micah Parsons, transferido sorprendentemente antes del debut de temporada.
La ausencia de Micah Parsons: ¿el gran error?
Si hay una solución obvia al problema defensivo, es el trato que envió a Micah Parsons fuera del equipo. El exjugador estelar fue cambiado por Kenny Clark, procedente de los Packers, un movimiento que pretendía mejorar el juego terrestre defensivo. Sin embargo, lejos de corregir problemas, los agravó. En su enfrentamiento más reciente frente a los Carolina Panthers, los Cowboys permitieron 216 yardas terrestres. El verdugo fue Rico Dowdle, ¡un exjugador no drafteado de los Cowboys!
Los fantasmas del pasado: comparaciones con el 2020
Esta no es la primera vez que los Cowboys sufren una crisis defensiva. En 2020, bajo el mando de Mike Nolan, concedieron un récord de franquicia de 473 puntos. Sin embargo, en ese entonces, Dak Prescott sufrió una devastadora lesión de tobillo en la semana 5, lo que desvió parte de la atención. Hoy, sin lesionados de ese calibre en la ofensiva y con un Prescott en forma, la responsabilidad recae completamente sobre el sistema defensivo.
¿Es culpa de Eberflus?
El nuevo entrenador en jefe Brian Schottenheimer defiende a su coordinador. “Ese es un gran entrenador. No se trata solo de Matt, todos están intentando hacerlo mejor. No es falta de esfuerzo”, dijo luego de la derrota contra Carolina (30-27). Pero ni el esfuerzo ni el pasado parecen importar cuando los resultados no aparecen.
La desterritorialización y desconcierto táctico defensivo fueron evidentes ante los Panthers. Jugadores desubicados en coberturas de zona, errores de comunicación y asignaciones descoordinadas han sido la norma este año. Un ejemplo claro fue la jugada clave de Hunter Renfrow en un cuarto down: logró un pase de 7 yardas cómodamente frente a DaRon Bland, quien estaba alineado más allá de la marca del primer down, un error grosero de esquema o ejecución.
Factores positivos: Pickens al rescate
No todo es oscuridad en Dallas. Uno de los puntos brillantes ha sido el rendimiento del receptor abierto George Pickens, adquirido de los Steelers en la temporada baja. Ante la ausencia de CeeDee Lamb por una lesión en el tobillo, Pickens ha promediado 120 yardas por juego y suma ya 6 touchdowns. Su impacto ha reducido el dolor de la baja de Lamb y ofrecido una nueva arma a Prescott.
La ofensiva no es perfecta: errores en los momentos clave
A pesar del rendimiento general positivo de Prescott, el equipo no ha sabido cerrar los partidos. En el último encuentro, una serie crucial terminó con un balón suelto de Prescott y luego dos pases incompletos, resultando en un gol de campo en lugar de un touchdown. La siguiente posesión fue desastrosa: una pantalla que perdió 5 yardas, punteando el balón sin siquiera avanzar.
Hunter Luepke y el nuevo talento ofensivo
Otro que ha dado la cara es el corredor y fullback Hunter Luepke. Contribuyó al touchdown del empate frente a los Jets con una jugada de fuerza y anotó su primer touchdown profesional recientemente con una recepción de 3 yardas en una arriesgada jugada de cuarta oportunidad. Aunque su papel ha sido limitado, muestra que hay material en desarrollo en la ofensiva, capaz de aportar siempre que se le dé confianza.
Lesionados que regresan y podrían cambiar el destino
Buenas noticias vienen en camino: se espera el regreso de CeeDee Lamb y el liniero ofensivo novato Tyler Booker tras sus esguinces de tobillo, posiblemente ante los Commanders. Además, KaVontae Turpin, explosivo receptor y especialista en regresos, declaró estar cerca de volver de su lesión en el pie.
¿Hay salvación en el horizonte?
El próximo juego es clave: los Cowboys recibirán a los Washington Commanders, en un duelo divisional con mucho en juego. El mariscal novato Jayden Daniels, flamante Novato Ofensivo del Año, buscará revancha tras perder frente a Dallas la temporada pasada. Sin embargo, hay señales de esperanza: Daniels fue reemplazado en la segunda mitad del último choque con Dallas, y su equipo sigue mostrando flaquezas.
Reflexión final: ¿merece seguir Eberflus?
A los Cowboys les urge una transformación defensiva urgente. El sistema de zona de Eberflus está lejos de consolidarse, la secundaria se ve desorganizada y la línea frontal no impone respeto. Aunque Schottenheimer pide paciencia, la historia reciente de la franquicia no muestra mucha tolerancia con entrenadores defensivos en apuros.
Si Dallas falla nuevamente frente a Washington, no será sorpresa si la directiva toma decisiones drásticas, incluyendo el cese de Eberflus.
Porque en la NFL, lo que importa no es solamente jugar bien durante tres cuartos, sino ganar. Y para eso, necesitas defensa. Algo que los Cowboys, hoy por hoy, no tienen.