Justin Herbert: el 'Hércules' moderno que mantiene con vida a los Chargers en una temporada de caos
Con una ofensiva diezmada por lesiones, el quarterback de Los Ángeles demuestra que el peso de una franquicia puede recaer sobre un solo brazo... y aún así soñar con playoffs.
Una hazaña que no es ficción
Mientras el vuelo de regreso desde Miami surcaba los cielos, Jim Harbaugh, el nuevo entrenador en jefe de los Los Angeles Chargers, no podía evitar comparar a su mariscal de campo con un héroe de película. "Como Ethan Hunt, Justin Herbert hace lo imposible", dijo, refiriéndose al icónico personaje de Tom Cruise en la saga “Misión Imposible”.
Y con razón. Herbert comandó a unos Chargers plagados de ausencias notables a una victoria 29-27 sobre los Miami Dolphins, gracias a una jugada milagrosa con menos de 10 segundos en el reloj. El pase de 42 yardas a Ladd McConkey bajo una intensa presión defensiva fue la gesta de un líder, no de un simple jugador.
Contexto: un equipo al borde del colapso físico
Los Chargers han sido casi tan protagonistas esta temporada por sus lesiones como por sus victorias.
La línea ofensiva, esa primera barrera de protección para cualquier mariscal, ha perdido a figuras clave como Rashawn Slater (ruptura del tendón de Aquiles) y ha tenido que improvisar con jugadores como Austin Deculus y Bobby Hart, que simplemente están aprendiendo en tiempo real cómo proteger al QB estrella.
Herbert, la constante entre el caos
Desde que fue seleccionado con el sexto pick general en 2020, Justin Herbert ha mostrado una combinación poco común de conciencia, precisión, fuerza física y temple emocional. Pero lo que está haciendo esta temporada supera incluso sus propios estándares.
Con más de 1,800 yardas aéreas en apenas seis partidos y un rating por encima de 104, Herbert se ha convertido en el sostén emocional y deportivo de un equipo que oscila entre la esperanza y el colapso sanitario.
Los números lo respaldan
- Yardas lanzadas: 1,821
- Pases de touchdown: 14
- Intercepciones: solo 3
- Porcentaje de pases completos: 69.4%
Además de eso, Herbert ha sido uno de los quarterbacks más presionados esta temporada, pero también uno de los más eficaces bajo presión, completando más del 58% de sus pases cuando está fuera del bolsillo.
Cuando el guion cambia: la aparición de Kimani Vidal
Con Najee Harris fuera por lesión y Omarion Hampton en la lista de lesionados, fue Kimani Vidal quien brilló. El tercer corredor rompió marcas con 124 yardas en 18 acarreos, incluyendo una escapada de 38 yardas.
Herbert ha demostrado no solo habilidades técnicas, sino también una capacidad para elevar el juego de sus compañeros. Vidal, un talento subestimado, es ahora una pieza importante en una ofensiva que necesita redefinirse semana a semana.
Una defensa que necesita ajustes urgentes
Mientras que la ofensiva tiene un salvavidas en Herbert, la defensa necesita ayuda urgente. La unidad ha permitido más de 460 yardas terrestres en los últimos tres partidos. Los huecos fueron explotados nuevamente por De’Von Achane de Miami, quien corrió para 128 yardas y dos touchdowns con un escalofriante promedio de 8.0 yardas por acarreo.
El lado positivo es la llegada de Odafe Oweh, el OLB procedente de Baltimore, quien añadió presión en el margen con una captura, un tacleo para pérdida y dos golpes al QB en su debut con los Chargers.
Carteras al alza vs. en declive
- Sube: Odafe Oweh, quien en solo un juego demostró que puede generar caos del lado opuesto de Tuli Tuipulotu.
- Baja: Donte Jackson, que fue completamente desubicado en la jugada del TD final de Miami, evidenciando problemas serios de concentración en la cobertura de zona.
Herbert y Keenan Allen: un dúo histórico
El vínculo entre Justin Herbert y Keenan Allen se inscribió con letras doradas en la historia de la NFL esta semana. Allen se convirtió en el primer jugador con más de 400 recepciones de parte de dos quarterbacks diferentes: logró 520 con Philip Rivers y ahora 401 con Herbert. Una conexión de precisión clínica que sigue produciendo jugadas claves.
Lo que viene...
Los Chargers (4-2) ahora recibirán a los Indianapolis Colts, el primero de dos partidos en casa en menos de una semana. Será una oportunidad crítica para consolidar una racha ganadora y, quizás, aliviar un poco la presión sobre su mariscal estrella.
Lo que es indudable es esto: con Justin Herbert, ninguno de los objetivos de Los Ángeles es imposible... aunque lo parezcan.