Una nación entre heridas y esperanza: Día de los Pueblos Indígenas en tiempos polarizados

Mientras comunidades indígenas celebran su identidad y cultura, en EE.UU. resurgen controversias históricas alrededor de Cristóbal Colón, la memoria y la justicia

Un día de celebración, un país dividido

El segundo lunes de octubre ha dejado de ser un día simplemente dedicado a Cristóbal Colón en muchas partes de Estados Unidos. En lugar de eso, un creciente número de estados y comunidades han optado por celebrar el Día de los Pueblos Indígenas. Esta jornada busca rendir homenaje a los pueblos originarios del continente, sus culturas, su historia y su resiliencia ante siglos de colonización, violencia y desplazamiento forzado.

Sin embargo, la fecha no transcurre sin tensiones ni disputas ideológicas. Mientras el presidente Joe Biden ha reconocido oficialmente tanto el Día de Colón como el Día de los Pueblos Indígenas, su predecesor, Donald Trump, ha encabezado una narrativa contraria. En octubre de 2025, Trump revocó simbólicamente el reconocimiento a los pueblos indígenas, declarando que su administración se compromete a restaurar el “legado extraordinario” de Colón, alegando que ha sido víctima de una campaña de “radicales de izquierda”.

Entre la memoria y la inclusión

Para líderes como el senador estatal Shane Morigeau, ciudadano de las Tribus Confederadas Salish y Kootenai de Montana, el día tiene un significado claro: inclusión y sanación. Tras una campaña de más de una década, Montana reconoció por primera vez en 2024 el Día de los Pueblos Indígenas a nivel estatal.

“No se trata de nosotros contra ellos, sino de un día para estar juntos”, afirmó Morigeau. “Si alguien prefiere celebrar a Colón, puede hacerlo. Pero hay una oportunidad de reflexionar sobre nuestras historias compartidas.”

Este espíritu de inclusión choca frontalmente con la retórica de quienes entienden el revisionismo histórico como un ataque al patriotismo. Para muchos pueblos originarios, sin embargo, la figura de Colón simboliza no el descubrimiento, sino el comienzo del genocidio y la desintegración de culturas enteras.

La mirada a Cristóbal Colón: ¿héroe o villano?

El debate sobre Colón lleva años hirviendo a fuego lento. Diversos estudios históricos han documentado las atrocidades cometidas durante y después de su llegada a América en 1492: esclavitud, trabajos forzados, enfermedades que diezmaron poblaciones enteras. Tradicionalmente presentado como un explorador intrépido, cada vez más instituciones educativas instan a analizar su impacto completo.

El activista indígena Chase Iron Eyes, de la Nación Sioux Lakota, sostiene que es momento de contar todas las versiones de la historia:

“Si Trump quiere homenajear lo bueno de Colón, que también se diga la verdad sobre lo malo. Queremos celebrar a nuestros pueblos, no olvidar la historia.”

¿Qué celebran los pueblos indígenas?

Mientras unos alzan la voz en defensa de Colón, comunidades indígenas de costa a costa celebran su resistencia. Desde Phoenix, Arizona, hasta lugares como Montana o California, se organizan rituales ancestrales, danzas, mercados de arte, conciertos y oraciones colectivas.

Un ejemplo emblemático: el grupo Coatlicue en Phoenix se reune cada año para danzar y tocar caracoles marinos en honor a la tierra, el agua y las antiguas deidades mesoamericanas. Estas ceremonias no son solo artísticas; funcionan como actos de soberanía cultural.

El dolor de Wounded Knee y la herida abierta

A la par del debate sobre Colón, otra herida histórica volvió a sangrar en septiembre de 2025. El secretario de defensa, Pete Hegseth, anunció que los soldados condecorados en la Masacre de Wounded Knee en 1890 conservarán sus medallas militares. Este evento trágico resultó en la muerte de más de 250 indígenas lakota, la mayoría mujeres, niños y ancianos.

Lejos de considerarlo un acto de justicia histórica, Iron Eyes lo califica como un insulto:

“Doblarse ante la narrativa de ‘despertar’ (woke) no justifica honrar a quienes masacraron inocentes. Nuestros niños están atentos a quienes les presentan como héroes.”

Organismos como el Lakota People's Law Project han redoblado esfuerzos para lograr que el Congreso revoque esas medallas, calificando la decisión como otra señal de que aún falta mucho por avanzar en verdad y reconciliación.

Una inversión histórica en universidades tribales

No todo han sido episodios amargos en los últimos años. Paradójicamente, fue durante la presidencia de Trump que se incrementó drásticamente el presupuesto federal destinado a Colegios y Universidades Tribales (TCUs por sus siglas en inglés). Se redirigieron cerca de $500 millones originalmente previstos para universidades con grandes poblaciones hispanas, destinando hasta $108 millones de ese paquete a TCUs.

Larry Wright Jr., director del Congreso Nacional de Indios Americanos, señaló que aunque la decisión generó controversia por desfinanciar a otras comunidades, representa un cumplimiento necesario de las obligaciones federales con los pueblos originarios:

“Indian Country no debe verse como parte de políticas de inclusión. Estamos hablando de tratados y responsabilidades legales históricas.”

Colón como símbolo político

Al final, todo apunta a que Colón ha dejado de ser simplemente un personaje histórico para convertirse en bandera ideológica. Tanto en los discursos como en las estatuas vandalizadas o defendidas con fervor, representa una pugna más profunda: la forma en que una nación elige contar su propia historia.

Los críticos como Trump lamentan el “borrado cultural” que representa el rechazo a Colón. Sus palabras el 9 de octubre de 2025 fueron categóricas:

“Radicales de izquierda han querido desterrar a nuestros héroes de la esfera pública. Colón es víctima de una campaña despiadada e injusta.”

Pero para líderes indígenas, como Iron Eyes, el verdadero objetivo es la verdad histórica y la coexistencia de múltiples visiones:

“Nativos no somos salvajes ni obstáculos al progreso. Queremos que se enseñe la historia completa y que se respete nuestra humanidad.”

Pueblos indígenas en cifras

  • En EE.UU. existen más de 570 tribus nativas reconocidas a nivel federal.
  • Se estima que más de 9.7 millones de personas en EE.UU. se identifican como indígenas o multirraciales con herencia indígena (2020, U.S. Census).
  • Actualmente hay 35 TCUs acreditadas en EE.UU. con más de 90 campus activos.
  • Los pueblos Gullah, presentes en Carolina del Sur, son descendientes directos de esclavos africanos del siglo XVIII, con una cultura afro-indígena distintiva.

Entre la polarización y el diálogo

El Día de los Pueblos Indígenas, aunque lejos de ser adoptado universalmente, ha logrado instalarse con fuerza en el corazón del debate nacional estadounidense. Más que borrar nombres o estatuas, para muchos se trata de sumar conocimientos, restaurar dignidad histórica y crear un futuro donde múltiples identidades puedan convivir con respeto.

Una frase de Morigeau lo resume todo con claridad:

“Nuestras emociones no se verán afectadas si alguien quiere celebrar a Colón. Pero esta es nuestra oportunidad de encontrarnos como nación, compartir nuestras historias y tal vez, sanar.”
Este artículo fue redactado con información de Associated Press