Chicago Bears revive their season with heart-pounding comeback: ¿Un nuevo capítulo de esperanza?

Con Caleb Williams al mando y Jake Moody como héroe inesperado, los Bears suman su tercera victoria consecutiva y sueñan en grande

Por fin, los vientos parecen soplar a favor en Chicago. En una noche intensa en Washington, los Chicago Bears lograron una victoria dramática por 25-24 frente a los Commanders, gracias a un gol de campo salvador de Jake Moody. Esta victoria no solo les da un récord positivo de 3-2, sino también algo quizás más importante: esperanza real.

Una historia de redención que toma forma

La victoria del lunes por la noche tiene un sabor especial. No solo por lo que significa en términos de tabla de posiciones, sino por lo que representa para un equipo que, hace apenas un año, parecía hundirse después de una derrota devastadora en la misma ciudad.

En 2024, los Bears cayeron ante los mismos Commanders después de un Hail Mary que sentenció su temporada y terminó por costarle el puesto a Matt Eberflus. Pero esta vez, el guión fue distinto. Caleb Williams, la joven promesa bajo centro, llevó a su equipo al triunfo en una serie final orquestada con calma, precisión y coraje.

Jake Moody: del rechazo al heroísmo

Jake Moody, quien hace poco fue cortado por los 49ers tras fallar dos goles de campo en la primera semana, se redimió en un momento crucial. Tuvo su primer intento desde 48 yardas bloqueado... pero no se dejó abatir. Con el reloj en cero, acertó su patada de 38 yardas para sellar la victoria.

“Cuando es feo, seguimos encontrando la forma de ganar, y estamos desarrollando esa creencia”, dijo el entrenador Ben Johnson. “Pero al mismo tiempo, ¡madre mía, hasta dónde podemos llevar esto? Veamos qué tan buenos podemos llegar a ser esta temporada”.

Caleb Williams: la calma del novato

El joven mariscal de campo sigue mostrando señales de madurez más allá de sus años. Williams manejó el reloj como un veterano en la última serie ofensiva. Completó pases claves y mantuvo la compostura. En total, sumó 243 yardas aéreas, un pase de anotación y otra anotación terrestre.

Pero, quizá más importante aún: no cometió errores en momentos claves. Esto marca un gran contraste respecto al inicio de temporada, cuando los Bears desperdiciaron ventajas y fueron castigados por decisiones erróneas.

D'Andre Swift: un caballo de batalla renacido

El corredor D’Andre Swift tuvo su mejor juego en dos años. Corrió para 108 yardas en apenas 14 intentos y añadió una recepción que se convirtió en una espectacular anotación de 55 yardas en el último cuarto. Swift ha sido un engranaje vital en la reactivación ofensiva del equipo y demuestra estar totalmente recuperado de lesiones pasadas.

Defensiva: pasando del caos a la oportunidad

La defensa de los Bears forzó tres balones perdidos: una intercepción y dos balones sueltos. Incluso más importante, los tres resultaron en puntos. Jaquan Brisker interceptó a Jayden Daniels en la zona roja, Sweat forzó un balón suelto en la siguiente serie, y Nahshon Wright recuperó un balón suelto con menos de cinco minutos restantes, preparando el camino a la victoria.

En total, los Bears llevan 11 balones recuperados en los últimos tres partidos.

Errores que aún duelen: penalidades críticas

No todo fue perfecto. El equipo cometió nueve castigos que costaron 84 yardas. Uno en particular, una infracción de formación ilegal cometida por Theo Benedet, anuló una preciosa anotación de 11 yardas. Esta falta forzó a los Bears a conformarse con un gol de campo en lugar de un touchdown decisivo en ese momento.

Y el rival... ¿qué le pasó a Washington?

Los Commanders comenzaron con dos entregas de balón en sus primeras dos posesiones. Jayden Daniels, aunque prometedor, cometió un error grave al forzar un pase en la zona de anotación temprano. La ofensiva de Ron Rivera nunca pudo establecer un ritmo sostenido, ni contener defensivamente a Swift o Williams cuando más lo necesitaban.

Un año después: del colapso a la confianza

Mucho ha cambiado desde el colapso de mediados de temporada en 2024 que dejó a los Bears con una racha de 10 derrotas consecutivas. El entonces entrenador Matt Eberflus tomó decisiones muy cuestionadas, incluida la falta de preparación en la jugada final de aquel duelo en Washington, cuando Tyrique Stevenson cometió errores fatales con el balón en el aire.

Ahora, con un nuevo liderazgo y una mentalidad renovada, Chicago presume su primera racha de tres triunfos consecutivos desde el 2020. Y está a solo una victoria más de alcanzar un hito aún más profundo: cuatro victorias seguidas, algo que no logran desde su campaña campeonato del Norte en 2018.

El factor emocional: lo que no dicen las estadísticas

La narrativa de la resiliencia parece estar impregnando cada fase del equipo. Desde Moody dejando atrás el pasado, hasta Caleb Williams madurando con cada jugada, los Bears lucen energizados. Esta química emocional —algo tan crucial como la táctica— es lo que ha transformado a los Bears de una franquicia tambaleante a una que ahora genera entusiasmo en cada juego.

“Están ganando feo, pero ganando”, comentaba la periodista Mina Kimes en su podcast semanal. “Y eso, en la NFL, puede marcar la diferencia en octubre y noviembre”.

Lo que sigue: oportunidad de oro ante los Saints

La próxima prueba será en casa, frente a unos New Orleans Saints que llegan golpeados con un récord de 1-5 (el peor de la NFC en este momento). Si Chicago logra mantener el enfoque, podría alcanzar ese ansiado 4-2. Más allá de eso, lo importante será ver si estas victorias cerradas consolidan un equipo a largo plazo o solo son destellos fugaces.

¿Un nuevo capítulo en Chicago?

La ciudad tiene razones para ilusionarse. Ya no se trata únicamente de Caleb Williams o de una defensa rejuvenecida. Se trata de una cultura que finalmente parece cambiar. Ben Johnson ha devuelto el sentido de propósito a un vestuario que, hace un año, caminaba a la deriva.

¿Es pronto para pensar en playoffs? Quizás. Pero mientras sigan ganando y cerrando partidos difíciles, los Bears pueden soñar —por fin— con algo grande.

Y en la NFL, soñar es el primer paso para lograr lo imposible.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press