La reconquista del Espanyol: ¿Puede el 'otro' club de Barcelona soñar con la élite europea?
Con nuevas manos americanas a cargo, el Espanyol busca liberarse de la sombra del FC Barcelona y forjar su propio camino hacia el éxito continental
Por décadas, el RCD Espanyol fue considerado el eterno segundón de Barcelona. En la ciudad condal, todos los caminos del fútbol llevan al imponente Camp Nou... o así fue durante más de un siglo. Sin embargo, el panorama está cambiando, y tras una profunda transformación estructural y la adquisición del club por el empresario estadounidense Alan Pace, la ambición del Espanyol ya no se limita a la supervivencia: apunta a Europa y más allá.
Una nueva era en Cornellà: la llegada de Alan Pace
En verano de 2025, el club catalán fue adquirido por el grupo inversor Velocity Sports Partners, dirigido por Alan Pace, un empresario con experiencia en el fútbol europeo tras su gestión en el Burnley FC del Reino Unido. Pace fue presentado oficialmente como presidente del Espanyol en octubre, y desde su primera rueda de prensa dejó claro que su objetivo es cambiar el ADN del equipo y su relación con una ciudad que aún lo percibe como el "hermano menor" de Barça.
“Tenemos que cambiar la mentalidad: debemos creer siempre que merecemos ganar”, dijo Pace con contundencia. No se trata simplemente de aspirar a mantenerse en LaLiga, sino de afrontar los desafíos con la ambición de codearse con los mejores de Europa. Y aunque reconoció que ganar la Champions League podría no suceder en su vida, enfatizó que “hay que poner en marcha los elementos que lo hagan posible”.
Espanyol, un gigante dormido con 125 años de historia
Fundado en 1900, el RCD Espanyol es uno de los clubes fundadores de LaLiga. A lo largo de su historia, ha fluctuado entre la primera y segunda división, cosechando un palmarés modesto en comparación con su colosal vecino: ha ganado la Copa del Rey en cuatro ocasiones y ha alcanzado dos finales de la Europa League, en 1988 y 2007, ambas perdidas en penaltis.
Con más de 32.000 socios y una base leal de seguidores conocidos como “pericos”, Espanyol conserva una rica herencia que cobra peso en este 2025, año en que celebra su 125 aniversario. “Queremos construir sobre esa historia”, afirmó Pace, en referencia a la importancia de recordar el pasado mientras se gestiona el presente y se diseña el futuro.
Recuperarse para resurgir: los años difíciles del club
Los últimos años no han sido fáciles para los blanquiazules. En la última década, Espanyol ha descendido en dos ocasiones (2019-2020 y 2022-2023) y apenas logró evitar un tercer descenso la temporada pasada. Esta inestabilidad ha afectado no solo el rendimiento deportivo, sino también su imagen y capacidad para captar talento y afición joven.
Pero con una campaña 2025-2026 prometedora —el club marcha noveno en LaLiga tras ocho jornadas y solo dos derrotas— el deseo de volver al protagonismo es palpable. Las reformas estructurales que planea Pace buscan consolidar a Espanyol como uno de los seis equipos más fuertes de España, lo que podría significar plazas frecuentes en competiciones europeas.
Mirar más allá de España: exportar la marca Espanyol
Alan Pace no solo quiere ganar dentro del campo, sino hacerlo rentable a nivel global. Para lograrlo, planea internacionalizar al club y convertirlo en una plataforma atractiva para los millones de turistas que cada año visitan Barcelona.
“Barça ha crecido más gracias al turismo que por los propios aficionados locales. Queremos que los visitantes vean el mejor fútbol posible y que se interesen también por el Espanyol”, explicó Pace.
Este enfoque incluye estrategias de marketing internacional, asociaciones comerciales, giras en el extranjero y la apertura del club al mercado asiático, estadounidense y latinoamericano. Un paso crucial si Espanyol quiere competir económicamente con otros clubes históricos de Europa, especialmente teniendo en cuenta que el vecino culé sigue teniendo ingresos superiores a los 700 millones de euros anuales.
JJ Watt y el 'factor NFL': popularidad y músculo financiero
Uno de los aspectos más llamativos del nuevo Espanyol es la participación del exjugador de la NFL J.J. Watt, amigo personal de Pace y parte del grupo inversor. Watt no solo aporta capital financiero, sino también conexiones con el mercado deportivo estadounidense, donde el entretenimiento y la fidelización de la audiencia se estudian al más mínimo detalle.
La sinergia entre fútbol y otras disciplinas como el fútbol americano está empezando a notarse. Se espera que el Espanyol utilice modelos similares a los de las franquicias de Estados Unidos para mejorar su marketing, experiencia de estadio y fidelidad de marca.
Pensando en grande: el reto de la UEFA y las competiciones europeas
Sin embargo, hay un obstáculo importante en el camino. Pace también es el propietario del Burnley FC, que, como Espanyol, tiene aspiraciones europeas. Las reglas de la UEFA prohíben que un mismo dueño controle dos clubes que compitan en la misma competición continental.
En caso de que ambos clubes clasifiquen para la misma competición, Pace se vería obligado a vender uno, o incluso ambos. “Estamos preparados y ya hemos elaborado planes para ese escenario”, comentó, sin dar más detalles.
De cualquier forma, esta situación revela que Espanyol sueña en grande y lo hace con lógica. El objetivo ya no es simplemente evitar el descenso: se trata de construir un modelo competitivo, sostenible e internacional.
Visión a largo plazo: infraestructuras y legado
El club juega actualmente en el moderno RCDE Stadium, inaugurado en 2009 en Cornellà de Llobregat con capacidad para 40.000 espectadores. Este escenario fue recientemente confirmado como una de las sedes del Mundial 2030, que organizarán España, Portugal y Marruecos junto a partidos inaugurales en Uruguay, Argentina y Paraguay.
La elección del estadio perico como sede mundialista es una apuesta de futuro que merece atención. No solo mejora la imagen del club en el escaparate internacional, sino que también atraerá inversiones, turistas y visibilidad mediática. Pace aseguró que adoptará medidas para adaptar el estadio a este evento y aprovechar el impulso mediático posterior.
Además, el club proyecta mejoras en la ciudad deportiva, el fortalecimiento del fútbol base y la modernización de sus infraestructuras de scouting y análisis de rendimiento. Todo esto busca convertir al Espanyol no solo en un equipo competitivo, sino en una institución futbolística de referencia.
¿Un nuevo derbi catalán nivelado?
Históricamente, los derbis entre Espanyol y FC Barcelona han estado dominados por los blaugranas: en 215 partidos oficiales, el Barça ha ganado en 128 ocasiones, mientras que el Espanyol lo ha hecho solo 44 veces, con 43 empates. Pero eso no ha impedido que estos enfrentamientos estén cargados de pasión, orgullo e identidad.
En este nuevo contexto, donde Espanyol mira al futuro con ambición, podría surgir una rivalidad más equilibrada. No solo en lo deportivo, sino en el ámbito de captación de nueva afición, expansión de mercado y construcción de influencia cultural a largo plazo.
En palabras de Pace: “Tenemos que soñar con alcanzar a los grandes. Es un proyecto generacional”. Si se cumple su visión, este nuevo Espanyol podría convertirse finalmente en algo más que el 'otro' equipo de Barcelona.