La tragedia de Tyler Skaggs: ¿cuánto sabía realmente la organización de los Angels?
Un juicio que conmociona al béisbol: la familia del lanzador fallecido acusa al equipo de MLB de haber ignorado un problema interno letal
Una muerte que sacudió al béisbol
El 1 de julio de 2019, el lanzador zurdo Tyler Skaggs fue encontrado muerto en una habitación de hotel en Southlake, Texas, donde los Los Angeles Angels se preparaban para abrir una serie ante los Texas Rangers. Tenía tan solo 27 años.
Posteriormente, un informe del forense reveló que Skaggs falleció asfixiado por su vómito, con una mezcla tóxica de fentanilo, oxicodona y alcohol en su sistema. La noticia impactó profundamente al mundo del béisbol, no solo por la pérdida de un joven talento, sino por lo que saldría a la luz tiempo después: un oscuro entramado dentro del propio equipo que cambió para siempre la percepción que muchos tienen de los Angels.
Responsabilidad compartida: el inicio del juicio civil
En abril de 2024, más de cuatro años después de los hechos, comenzó en Santa Ana, California, un juicio civil de consecuencias millonarias. La demanda por homicidio culposo fue presentada por Carli Skaggs, viuda del lanzador, y los padres de Tyler, quienes apuntan la responsabilidad hacia la franquicia:
"Los Angels sabían, o debieron haber sabido, que su director de comunicaciones, Eric Kay, proporcionaba drogas a Skaggs y a otros jugadores del equipo", sostienen los demandantes.
Kay, que trabajó durante años dentro del equipo, fue condenado en 2022 por haber proporcionado a Skaggs la píldora de oxicodona adulterada con fentanilo que causó su muerte. La sentencia fue de 22 años de prisión federal. Según declaraciones bajo juramento, al menos seis jugadores más de los Angels recibieron drogas de Kay entre 2017 y 2019.
El perfil oculto de Eric Kay
Eric Kay no parecía, a simple vista, una figura central en la historia del equipo. Como director de comunicaciones, sus responsabilidades eran más administrativas, sin vínculos directos con la gestión deportiva. Sin embargo, tenía una larga historia de adicción y había asistido a rehabilitación incluso mientras estaba bajo contrato.
Las acusaciones sugieren que la cultura del equipo permitió que una figura como Kay mantuviese contacto constante con los peloteros, algunos de los cuales lidiaban con dolores crónicos debido a las exigencias del juego.
¿Ignoró la franquicia señales evidentes? Ahí radica el núcleo del juicio.
La defensa del equipo: ¿Libres de culpa?
Los abogados de los Angels sostienen que Tyler Skaggs era responsable de sus propias decisiones, argumentando que tanto él como Kay estaban "fuera de servicio" cuando ocurrió la tragedia. Además, recalcan que Skaggs no tomaba los analgésicos de forma médica, sino que los inhalaba, hecho que contribuyó a la sobredosis fatal.
También resaltan que la organización no contaba con evidencia precisa de que Kay estuviera distribuyendo opiáceos al interior del equipo, y que la toxicidad del fentanilo ha sido una amenaza silenciosa en muchos niveles de la sociedad, no solo en el deporte profesional.
El punto de inflexión: el acuerdo MLB-Jugadores tras la muerte
El fallecimiento de Skaggs catalizó un cambio significativo en la política de salud de la Major League Baseball (MLB). Posteriormente, la liga firmó un acuerdo conjunto con la asociación de jugadores donde se implementó el testeo de opioides dentro de los programas antidopaje. Anteriormente, estas sustancias no estaban incluidas en los controles regulares.
Ahora, cuando un jugador da positivo por opioides como oxicodona o fentanilo —sin receta clínica—, es remitido a un panel de tratamiento. Se trata de un intento por abordar el problema como una cuestión de salud pública más que exclusivamente disciplinaria.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en 2024, el fentanilo está presente en más del 70% de las muertes por sobredosis entre personas de 18 a 44 años en EE.UU., convirtiéndose en la principal causa de muerte de esa franja etaria.
Los testimonios más esperados: figuras clave del béisbol
Entre las figuras que podrían testificar en el juicio se encuentran nombres importantes como Mike Trout, la estrella de los Angels, así como Wade Miley —quien actualmente juega para Cincinnati, pero fue compañero de Skaggs—. También está contemplado el testimonio de otros peloteros que admitieron haber recibido pastillas de Kay, lo que podría consolidar la tesis de la familia: que la organización no solo ignoró, sino que permitió una cultura tóxica.
Por otro lado, muchos de estos jugadores han optado por colaborar como testigos a cambio de inmunidad legal, ya que poseer o consumir sustancias controladas sin receta sigue siendo delito federal. Esto ha generado fricciones internas dentro de la MLB, entre quienes valoran la transparencia y quienes temen que el caso siente un precedente peligroso para futuras acusaciones.
¿Cultura de alta competencia o negligencia institucional?
La muerte de Tyler Skaggs ha servido para ilustrar los costes humanos del deporte de alto rendimiento. Muchos lanzadores, como fue el caso de Skaggs tras su cirugía Tommy John en 2014 (un procedimiento común en pitchers con lesiones de codo), lidian con dolor constante, lo que a menudo desemboca en el uso rutinario de analgésicos opioides.
Cuando estas sustancias se consumen fuera de supervisión médica —especialmente si están adulteradas con fentanilo— se convierten en una trampa mortal.
La gran pregunta es si los Angels ofrecieron a sus jugadores mecanismos adecuados de cuidado y recuperación, o si simplemente hicieron la vista gorda a cambio de mantener a sus atletas en el terreno de juego.
Implicaciones para el futuro de los deportes profesionales
El caso Skaggs llega en un momento crítico. No solo se trata de exigir justicia para la familia, sino de sentar las bases legales sobre cuánta responsabilidad puede atribuírsele a una franquicia deportiva en el manejo de la salud física y mental de sus talentos.
- ¿Son responsables si uno de sus empleados distribuye drogas?
- ¿Qué nivel de supervisión deben tener los equipos sobre la vida fuera del campo de sus jugadores?
- ¿Qué precedentes establecerá este juicio para otros deportes como el fútbol americano o el hockey?
Está claro que, como señaló la periodista Molly Knight en un artículo para The Athletic: “El deporte profesional estadounidense enfrenta una crisis silenciosa: la del dolor crónico y su silencioso acompañante, el abuso de opioides.”
Una historia más allá del diamante
Tyler Skaggs no era solamente un lanzador prometedor. Era esposo, hijo, compañero de equipo y ser humano. Su legado no estará en las estadísticas, sino en el cambio que su muerte pueda generar en la MLB y en otros deportes donde el rendimiento físico se persigue sin límites claros.
Mientras el juicio continúa, resuenan las palabras de su madre, Debbie Hetman: "No podemos traer a Tyler de regreso, pero tal vez podamos evitar que esto le pase a otro hijo, hermano o esposo."