Marineros de Seattle: El sueño de una Serie Mundial al alcance de la historia
A un paso de su primer campeonato de la Liga Americana, los Marineros desafían su propio legado mientras la MLB vive un auge de audiencia sin precedentes
El momento crucial para los Marineros de Seattle
El béisbol, como la vida, se construye con ciclos: momentos cumbre, derrotas históricas, remontadas que desafían el tiempo... y oportunidades que no se pueden dejar pasar. Los Marineros de Seattle están justo en una de esas coyunturas clave. Vencieron en los dos primeros juegos de la Serie de Campeonato de la Liga Americana a los Azulejos de Toronto y ahora, por primera vez en su historia, están a una victoria de alcanzar la tan anhelada Serie Mundial.
“Es una posición muy ventajosa,” aseguró su mánager Dan Wilson con serenidad, pero recordó: “aún queda trabajo por hacer.”
Un rompecabezas de victorias perfectas
Seattle ha cimentado su éxito esta postemporada con dos elementos clásicos que siempre han sido sinónimos de béisbol de élite: lanzadores dominantes y ofensiva oportuna.
- Su as Bryce Miller brilló en el primer juego incluso con poco descanso.
- En el segundo encuentro, los bates embravecidos rompieron la resistencia de los Azulejos.
El duelo emocional y físico ante los Tigres de Detroit en la Serie Divisional incluso pareció energizarlos en lugar de debilitarlos. Ese maratón de 15 entradas y 4 horas con 58 minutos fue visto por 8.72 millones de personas, la cifra más alta para un juego de división desde 2011 (MLB/Nielsen).
Una franquicia sin historia en octubre
Seattle es la única franquicia de la MLB que nunca ha jugado una Serie Mundial. Fundados en 1977, los Marineros han vivido destellos brillantes (recordemos a Ken Griffey Jr., Alex Rodríguez, Randy Johnson e Ichiro Suzuki), pero siempre faltó ese último paso, ese boleto a la final del béisbol mundial.
En 2022, rompieron una sequía de 21 años sin postemporada. Hoy, están en su tercera Serie de Campeonato... pero esta vez, lucen distintos. Lucen preparados. Y, sobre todo, parecen haber aprendido a ganar.
El reto histórico de Toronto
Los Azulejos ahora están contra las cuerdas. Perder los primeros dos juegos como local en una serie al mejor de siete es una sentencia muy complicada de revertir. Solo tres equipos lo han logrado:
- Royals de Kansas City en 1985
- Mets de Nueva York en 1986
- Yankees de Nueva York en 1996
Irónicamente, todos lo hicieron en la Serie Mundial. Los Azulejos necesitan ahora lo imposible: domar a George Kirby y Luis Castillo, dos lanzadores de confianza plena para Seattle.
Pero Toronto no está vencido en espíritu. “Me gustan nuestras oportunidades, en cualquier lugar y contra quien sea,” afirmó su mánager John Schneider. Apuntan su artillería a Shane Bieber, el galardonado al Cy Young 2020, y al incombustible Max Scherzer, ganador de tres Cy, esperando que el talento los mantenga con vida.
Una postemporada que rompe el techo de la audiencia
Más allá de los jonrones y duelos tácticos, la postemporada 2025 está siendo un fenómeno televisivo. La MLB ha alcanzado su mejor promedio de audiencia en 15 años durante la fase de divisiones, con 4.33 millones de espectadores por juego, lo que representa un aumento del 30% respecto al 2024. Es un claro indicio de que el béisbol está recuperando terreno ante otros deportes.
- Los dos juegos inaugurales entre Seattle y Toronto promediaron 5.31 millones de espectadores en EE.UU.
- En Canadá, los partidos de los Azulejos en la ALDS fueron seguidos por ≈3.65 millones de espectadores en promedio.
- Los datos de audiencia en Fox y plataformas de streaming superaron los registros de 2010 y anteriores.
Como nunca antes en la última década, el béisbol postemporada atrae masas. ¿Será el regreso de la narrativa clásica? ¿La ausencia de relojes de 24 segundos? ¿O la pura emoción que solo provoca un batazo bien colocado al jardín entre dos outs?
Un juego viral: doble play digno de memes
Mientras Seattle y Toronto libran la batalla del ALCS, el otro frente de la guerra —la Serie de Campeonato de la Liga Nacional— también da de qué hablar, aunque por razones... algo más extrañas.
Teoscar Hernández, jardinero de los Dodgers, fue protagonista involuntario de un doble play 8-6-2 tan inusual como viral. El error fue mental: pensó que la pelota había sido capturada en el aire cuando en realidad había rebotado, y no reaccionó a tiempo para anotar desde tercera base.
“Simplemente me bloqueé. No hay nadie a quien culpar excepto a mí. Y pasa.”
—Teoscar Hernández
El jugada se ha repetido infinitas veces en redes, siendo una rareza absoluta. No sucedía un doble play 8-6-2 en postemporada desde hace al menos 35 años. El último registrado en temporada regular fue en 2004, con los Cubs y Ken Griffey Jr. como protagonistas.
¿Y ahora qué sigue?
Para los Marineros, todo está en sus manos. Tres oportunidades en casa. Una misión clara: llegar, por fin, a la Serie Mundial. Para una generación de fanáticos que jamás los ha visto allí, este momento es oro puro.
Para Toronto, este es el instante de resurrección. Como dijo Jeff Hoffman, “la serie no se acaba hasta que se acaba”. La historia está en contra, pero no escrita aún.
Y para la MLB, esta postemporada ofrece no solo béisbol competitivo, sino también relato, drama, historia y redención. Todo lo que convirtió al deporte en una obsesión norteamericana, hoy vuelve a florecer.