Suecia en crisis: estrellas sin rumbo, goles ausentes y un técnico en la cuerda floja

Con una generación dorada y grandes fichajes, el fracaso en las eliminatorias al Mundial 2026 deja a Suecia sumida en dudas y críticas

La caída libre de una selección prometedora

El fútbol sueco atraviesa una de sus peores crisis en años. Con figuras de renombre internacional como Alexander Isak (Liverpool), Viktor Gyökeres (Arsenal), Anthony Elanga (Newcastle) y Roony Bardghji (Barcelona), pocos habrían imaginado que la selección de Suecia estaría en el último lugar del Grupo B de las eliminatorias europeas rumbo al Mundial 2026 luego de solo cuatro partidos jugados.

La derrota más reciente, un humillante 0-1 frente a Kosovo en Gotemburgo, ha encendido todas las alarmas. Los cuestionamientos al técnico Jon Dahl Tomasson, de origen danés y primer extranjero en dirigir a la selección sueca, se han multiplicado.

Un equipo de estrellas... sin dirección

La derrota ante Kosovo fue la tercera consecutiva en esta fase clasificatoria. Suecia apenas ha sumado un punto en cuatro partidos y ha marcado solo dos goles. Ni siquiera la presencia en el once titular de jugadores adquiridos por un total de más de 250 millones de dólares en fichajes pudo evitar la debacle.

El propio Tomasson, campeón de Champions League con el AC Milan y autor de 52 goles con Dinamarca como delantero, confesó tras el partido: “Hemos olvidado completamente cómo hacer goles, y no sé por qué”.

Las frases del fracaso

Las declaraciones postpartido de los jugadores reflejaron el desconcierto:

  • Alexander Isak: “Es una situación de crisis. No hemos evolucionado. Hay una tendencia negativa desde hace meses.”
  • Viktor Gyökeres: “Es un fiasco.”

Estas palabras, compartidas a medios como Expressen y Viaplay, encapsulan la desesperación de una selección que parecía estar destinada a grandes cosas con los jugadores que hoy posee.

Un técnico sin respuestas

Jon Dahl Tomasson asumió el cargo de seleccionador en febrero de 2024, y desde entonces ha dirigido 18 partidos, en los cuales aún no logra definir una identidad clara de juego. Los números son fríos: apenas 6 victorias, y en cada derrota la carencia ofensiva se ha hecho más evidente.

Con nombres como Victor Lindelöf (Aston Villa), Lucas Bergvall (Tottenham), y las jóvenes promesas del fútbol europeo, se esperaba que Tomasson potenciara el talento con una visión táctica versátil. Pero la realidad es otra.

¿Es un problema de dirección o de estructura?

No solo Tomasson ha sido objeto de críticas. La Federación Sueca de Fútbol (SVFF) también enfrenta presión. El director deportivo, Kim Källström, exinternacional con Suecia, declaró tras la derrota: “Tenemos que evaluar dónde estamos y qué camino vamos a tomar.”

La gestión de talento no parece estar funcionando. En teoría, Suecia cuenta con una de sus generaciones más prometedoras desde la era de Zlatan Ibrahimović. Pero la falta de automatismos, el bajo rendimiento colectivo y la carencia de motivación están matando el potencial.

Un calendario que no perdona

El Grupo B está liderado por Suiza, con equipos como Noruega y Kosovo compitiendo directamente con Suecia por el segundo lugar que da derecho al repechaje. Con una clasificación directa ya prácticamente imposible, Suecia depende ahora de una vía menos directa: ganar su repesca por el camino de la Nations League, una posibilidad que aún está viva gracias a haber ganado su grupo en dicha competición el año pasado.

Pero como bien advirtió Tomasson: “Ahora el camino será mucho más difícil”. Puede que el sorteo no favorezca a los vikingos, y eso implicaría tener que jugar fuera de casa contra selecciones en crecimiento.

Números que no engañan

Desde que Tomasson está al mando, Suecia tiene:

  • 6 victorias
  • 4 empates
  • 8 derrotas
  • Un promedio de 0.83 goles por partido
  • Solo 2 goles en los últimos 5 encuentros

Este rendimiento, para una selección con tantas figuras, es inadmisible en el contexto europeo.

¿Y si no cambia nada?

La SVFF ha convocado una reunión extraordinaria para discutir el futuro del técnico. Todo apunta a que el despido de Tomasson es inminente. Pero, ¿será suficiente con un cambio de banquillo?

Muchos analistas deportivos en Escandinavia señalan que el problema parece más profundo. Hay una desconexión entre los jugadores —en su mayoría militando en ligas top— y el estilo grupal que se pretende implementar. No hay cohesión, ni dentro ni fuera de la cancha.

El precedente del fracaso: Mundial 2010

La última vez que Suecia quedó fuera de un Mundial en medio de una crisis interna similar fue en la campaña hacia Sudáfrica 2010, cuando tras una serie de resultados mediocres, incluso con figuras como Henrik Larsson, no se logró la clasificación. Aquello llevó a la renuncia de Lars Lagerbäck.

¿Estamos en un déjà vu?

Una oportunidad de oro desperdiciada

Nunca antes Suecia había contado con tantos jugadores jóvenes, ofensivos y activos en clubes del más alto nivel. En años anteriores, cuando el país dependía de un solo jugador determinante —léase Ibrahimović—, las clasificaciones se obtenían a base de garra. Hoy, con mejor plantilla, el resultado es inversamente proporcional.

Como dijo Isak: “No sé qué vamos a hacer.”

¿Qué se necesita para resucitar al gigante dormido?

  • Cambio de cuerpo técnico: Buscar un entrenador que entienda las fortalezas del grupo actual y sepa jugar con dinamismo y presión alta.
  • Unidad estructural: Que la Federación trace una misma línea desde juveniles hasta mayores, priorizando estilo y táctica.
  • Reflexión interna: Jugadores y líderes deben asumir sus responsabilidades.
  • Aprovechar la Nations League: Aunque más difícil, el repechaje sigue siendo una vía. Hay que prepararse con seriedad.

Suecia tiene el talento, tiene la historia y tiene al público. Le falta lo más importante: tener una idea clara y una dirección firme. El reloj avanza, y con cada derrota, el Mundial 2026 se aleja un poco más.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press