Ucrania en la cuerda floja: ¿Está Occidente abandonando a Kyiv cuando más lo necesita?

El apoyo militar a Ucrania cae un 43% mientras la OTAN debate sobre responder con firmeza al creciente riesgo en su frontera oriental.

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Una caída alarmante en las entregas de ayuda militar

En los últimos meses, Ucrania ha experimentado un descenso drástico del apoyo militar que recibe de sus aliados occidentales. Según datos recientes del Instituto Kiel de Alemania, que realiza un seguimiento del apoyo financiero y militar a Kyiv, el envío de armas y municiones cayó un 43% entre julio y agosto respecto a los primeros seis meses de 2025.

Esta reducción se produce en un momento crítico, ya que Rusia está intensificando su campaña hacia el invierno, concentrándose en destruir la infraestructura energética ucraniana. El objetivo del Kremlin parece claro: apagar la calefacción, cortar el suministro de agua y forzar un éxodo o rendición masiva ante las temperaturas gélidas.

¿Dónde están los aliados?

El debilitamiento del compromiso militar ha encendido alarmas en el seno de la OTAN. A pesar de nuevas medidas como la Prioritized Ukraine Requirements List (PURL), una iniciativa que permite a países europeos adquirir armas estadounidenses para Ucrania, el ritmo sigue siendo lento.

  • Países como Dinamarca, Países Bajos, Noruega y Suecia han sido proactivos.
  • Por el contrario, Italia y España han contribuido con cantidades marginales, a pesar de ser miembros de la alianza de 32 países.

Un diplomático de la OTAN (bajo anonimato) expresó su frustración: “Una y otra vez, algunos países se quedan claramente atrás de lo que deberían estar haciendo”. Y advirtió: “Si Ucrania cae, el gasto en defensa superará con creces el 5% del PBI”, señalando el objetivo ambicioso pero aún insuficiente de la OTAN en términos de presupuesto.

El dilema francés: ¿Estados Unidos o Europa?

Francia, por su parte, ha optado por enfocarse en desarrollar su propia industria armamentística. El gobierno de Emmanuel Macron considera que invertir en el PURL solo fortalece a la industria estadounidense, desatendiendo la necesidad de una defensa europea más autónoma y robusta.

Esta postura, aunque coherente con la visión de una “Europa estratégica”, pone en duda la solidaridad y celeridad del bloque frente a la amenaza rusa.

El frente oriental: una frontera cada vez más volátil

Mientras en el oeste los aliados titubean, en el este crece la inquietud. Incidentes recientes con drones rusos que ingresaron en el espacio aéreo polaco y estonio han provocado una respuesta inmediata:

  • La OTAN puso en marcha Eastern Sentry, una operación de defensa aérea en la frontera oriental.
  • Se fortalecieron otras dos misiones aéreas: una en la región del mar Báltico y otra en la frontera entre Polonia y Ucrania.

El nuevo Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, ha sido claro: “Aún tenemos demasiadas restricciones nacionales que nos frenan. Nos hacen menos eficaces”. Se refiere a las reglas impuestas por cada país sobre cuándo y cómo pueden usarse los equipos militares entregados a la OTAN.

¿Qué tan preparado está el escudo aéreo europeo?

El comandante supremo aliado en Europa, Teniente General estadounidense Alex Grynkewich, elogió la respuesta reciente como un “manual de operaciones”, pero también remarcó la necesidad de contar con un escudo aéreo unificado.

Una fuente cercana al comando militar aseguró que Grynkewich trabaja en una revisión integral que será compartida con los países aliados a inicios del próximo año. Incluye directrices para permitir la libre circulación y uso de activos aéreos dentro de las operaciones defensivas, sin trabas políticas internas.

Matthew Whitaker, embajador de EE.UU. ante la OTAN, añadió que los “caveats” o condiciones nacionales sobre cuándo los cazas pueden abrir fuego son un obstáculo crítico.

La amenaza del invierno ruso

Mientras la OTAN debate su burocracia, Moscú no detiene su maquinaria bélica. El modus operandi ruso se parece cada vez más al de un asedio medieval adaptado a la era moderna: cortar los suministros esenciales para quebrantar la moral civil. Esta táctica ya fue usada con brutal eficacia en lugares como Alepo (Siria) y Mariúpol (Ucrania).

Las estaciones eléctricas ucranianas son ahora el blanco número uno. Ucrania está invirtiendo millones en generadores, baterías y centrales móviles, pero la reposición es más lenta que los bombardeos rusos.

Guerra híbrida, amenazas invisibles

Si bien el Kremlin niega estar probando la capacidad de respuesta de la OTAN, varios países acusan a Vladimir Putin de estar librando una guerra híbrida en Europa. ¿Qué significa esto?

Una guerra híbrida combina:

  • Acciones militares directas
  • Guerras cibernéticas
  • Desinformación
  • Presión económica
  • Diplomacia coercitiva

Esta estrategia busca desestabilizar sin llegar a una confrontación militar abierta. Pero si no se enfrenta con determinación, solo fortalecerá la narrativa de impunidad que Putin ha sabido capitalizar desde 2014.

¿Qué está en juego para la OTAN?

No es solo Ucrania. Es la credibilidad, cohesión y relevancia de la OTAN lo que está a prueba. Una victoria rusa –incluso parcial– enviaría un mensaje devastador a países amenazados como Moldavia, Georgia o incluso los estados bálticos.

Además, significaría el fin de una era en la que las fronteras europeas eran inmutables y la seguridad colectiva era incuestionable.

Como advirtió el diplomático antes mencionado: “Debemos actuar ahora o pagar después. Pero si decidimos pagar después, el costo será un orden de magnitud superior”.

La fría realidad que enfrenta Ucrania

Con la ayuda mermando, los civiles ucranianos se preparan para otro invierno bajo bombardeos, sin electricidad y temperaturas gélidas. El apoyo logístico occidental es hoy más crucial que nunca. Y, sin embargo, está en su punto más débil desde que comenzó la guerra a gran escala en 2022.

¿Queremos una Ucrania libre y soberana? Entonces debemos actuar en consecuencia. La opción de la pasividad es igualmente una elección, y una con consecuencias catastróficas.

“La guerra no se elige, se enfrenta. Y quedarse al margen es ser cómplice del resultado”.

Fuentes utilizadas:

  • Instituto de Kiel para la Economía Mundial: https://www.ifw-kiel.de
  • Declaraciones de Mark Rutte y Matthew Whitaker recopiladas por corresponsales internacionales.
  • Datos de operaciones NATO publicados en informes previos del Consejo del Atlántico Norte.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press