Zelenskiy entre bombas y diplomacia: ¿puede Ucrania contar con Trump?

A medida que Rusia intensifica su ofensiva sobre Kharkiv, el presidente ucraniano busca convencer a EE.UU. para que libere armamento de largo alcance. ¿Cambio de rumbo en Washington con Trump?

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El conflicto entre Ucrania y Rusia ha entrado en una fase crítica. Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, fue nuevamente blanco de un brutal bombardeo nocturno por parte de las fuerzas rusas, dejando al descubierto una estrategia de desgaste que amenaza con colapsar infraestructuras esenciales. Al mismo tiempo, el presidente Volodymyr Zelenskiy se prepara para una visita determinante a Washington, donde espera no solo apoyo militar, sino una redefinición completa del compromiso estadounidense con Ucrania bajo la tutela de Donald Trump.

Bombardeos en Kharkiv: un hospital bajo fuego

En la madrugada del martes, una serie de bombas planeadoras y drones rusos impactaron contra objetivos civiles en Kharkiv, afectando gravemente a un hospital y dejando al menos siete heridos. Las autoridades regionales informaron sobre la evacuación urgente de 50 pacientes del centro médico, mientras los bomberos luchaban por controlar las llamas.

Según el gobernador regional Oleh Syniehubov, este ataque no fue aislado, sino parte de una campaña sostenida contra infraestructuras energéticas. El propio Zelenskiy confirmó que el objetivo de los ataques fue, una vez más, el sistema energético nacional, incluyendo “plantas eléctricas, líneas de suministro y nuestras instalaciones de gas natural”.

La guerra energética: el invierno como arma

Desde que inició la invasión a gran escala en febrero de 2022, Rusia ha mantenido una táctica de guerra híbrida centrada en debilitar a la población ucraniana. Más allá del frente militar, los ataques a plantas de energía buscan dejar sin calefacción ni agua potable a millones durante el gélido invierno europeo, generando un desgaste social y humanitario abrumador.

“Cada día, cada noche, Rusia ataca nuestras infraestructuras básicas. Quieren apagarnos y congelarnos”, dijo Zelenskiy en su canal de Telegram.

La búsqueda de sistemas de defensa aérea

Ucrania, cuya extensión territorial es casi equivalente a la del estado de Texas, enfrenta una dificultad logística obvia: proteger completamente su espacio aéreo es casi imposible con los sistemas actuales. Por eso, la estrategia de Zelenskiy se centra ahora en una intensa campaña diplomática para conseguir más sistemas de defensa antiaérea desde Occidente.

“Confiamos en que EE.UU., Europa, el G7 y todos los países socios que posean estas herramientas puedan ayudarnos a defender a nuestra gente”, insistió Zelenskiy.

La visita a Washington y el enigma Trump

Zelenskiy tiene programado reunirse este viernes en Washington con el expresidente Donald Trump, actualmente aspirante a un nuevo mandato frente a Joe Biden en las próximas elecciones. El tema clave del encuentro será la posible entrega a Ucrania de misiles de largo alcance Tomahawk, un tipo de armamento hasta ahora vetado por Washington por miedo a provocar una escalada directa con Rusia.

Sin embargo, Trump dejó abierta la puerta a esta opción, frustrado por la rigidez del Kremlin ante un eventual acuerdo de paz.

“Si Putin no quiere ceder, alguien tendrá que forzarlo. Quizás eso implique enviar a Ucrania armas que nos hemos contenido en entregar”, habría dicho Trump según fuentes cercanas a las negociaciones.

El peso estratégico de los misiles Tomahawk

La posibilidad de que Washington provea estos misiles cambia completamente el panorama: los Tomahawk pueden recorrer hasta 2.500 kilómetros y alcanzar objetivos estratégicos dentro de Rusia. Su uso por parte de Ucrania marcaría una nueva etapa de la guerra, permitiendo cortar de raíz las capacidades logísticas de Moscú.

Esta decisión, sin embargo, implicaría nuevos riesgos geopolíticos. Rusia podría responder atacando incluso fuera del teatro ucraniano o intensificando su presencia nuclear en Bielorrusia.

Impacto real de los ataques ucranianos a Rusia

Pese a las limitaciones actuales, Ucrania ha logrado desarrollar misiles de largo alcance y drones kamikaze que ya están causando estragos en instalaciones rusas, según voceros del gobierno ucraniano y analistas militares internacionales.

Se estima que en los últimos seis meses, estos ataques han provocado escasez de gas en varias regiones rusas y han afectado la producción energética. Los ataques a refinerías y depósitos también han generado cuellos de botella en la logística del ejército ruso.

¿Es viable forzar a Moscú a dialogar?

En su declaración más reciente, Zelenskiy insistió: “El mundo debe obligar a Moscú a sentarse a la mesa de negociaciones de forma real”. Pero los anteriores intentos han fracasado, en parte por la negativa de Putin a reconocer algún tipo de fallo militar o diplomático.

Analistas como Fiona Hill, exconsejera de Seguridad Nacional estadounidense, afirman que “Putin únicamente negocia desde posiciones de fuerza o cuando está bajo presión interna”. En ese contexto, proveer a Ucrania de misiles de largo alcance podría forzar un cambio de narrativa en el Kremlin.

La presión sobre Trump: ¿aliado o problema?

La visita de Zelenskiy ocurre en un momento político tenso para Trump, quien intenta lanzar una nueva candidatura presidencial. Algunos sectores del Partido Republicano han mostrado escepticismo hacia la ayuda a Ucrania, argumentando que “el conflicto no es nuestro problema”.

No obstante, Trump podría ver una victoria ucraniana como una carta estratégica para reforzar su imagen de liderazgo fuerte frente a líderes autoritarios como Putin. Incluso ha dejado entrever en entrevistas que “resolvería el conflicto en 24 horas” si regresa a la Casa Blanca.

Por ello, el encuentro entre ambos mandatarios será visto como un momento clave. Si Trump se compromete a enviar armas, Zelenskiy podría obtener no solo un paquete militar, sino una narrativa de respaldo político contundente con un altísimo impacto global.

Un giro diplomático inesperado

Zelenskiy ha demostrado una habilidad política extraordinaria para mantenerse en la escena global desde 2022. Su capacidad para hablar directamente con parlamentos internacionales, interactuar con líderes y movilizar a la opinión pública ha sido una de sus principales armas.

Ahora, el reloj avanza y el invierno se asoma, intensificando cada movimiento diplomático y cada bomba sobre el terreno. La historia juzgará si Trump y Zelenskiy lograron torcer una guerra que ya parece no tener fin.

La pregunta que flota en el aire de Washington es clara: ¿Estará Trump dispuesto a cruzar todas las líneas que Biden evitó?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press