¿La peor división en la historia de la NBA? Una mirada crítica al presente del Sureste

Orlando ganó su división con récord parejo, pero ¿qué dice eso del nivel general? El Sureste tocó fondo histórico y plantea serias dudas sobre su futuro.

Una caída sin freno: La debacle estadística del Sureste

Nunca antes en la historia de la NBA, una división había caído tan bajo como el Sureste en la temporada pasada. Las cifras son demoledoras: un porcentaje combinado de victorias de 37.8%, el peor desde que la liga comenzó a organizarse por divisiones en 1970. Orlando ganó la división con un récord de 41-41, es decir, sin estar por encima del .500. Pero eso fue lo mejor que ofreció el grupo.

El resto de los equipos —Atlanta Hawks, Miami Heat, Charlotte Hornets y Washington Wizards— terminaron con récords negativos. Juntos, los cinco equipos del Sureste fueron superados por 1,824 puntos, otro récord negativo. Sólo los Wizards, que fueron superados por 909 puntos ante rivales de otras divisiones, ejemplifican el nivel paupérrimo con el que se compitió.

Una década de mediocridad

Esto no ha sido un hecho aislado. La división Sureste lleva una década alejada del protagonismo. Solo una vez en los últimos 10 años un equipo de esta zona ha ganado más de 50 partidos en una temporada: el Miami Heat de 2021-22.

Mientras que divisiones como el Atlántico o el Noroeste han visto múltiples equipos superar las 50 victorias por temporada, el Sureste ha sido testigo de reconstrucciones eternas, lesiones y malas decisiones administrativas.

Peor que la Central de 1970-71

Si comparamos el rendimiento del Sureste con otras épocas de bajo nivel, hallamos que superaron negativamente a la División Central de 1970-71, la cual ostentaba el peor registro con un porcentaje de victorias de .384. Lo del Sureste no solo es una anomalía histórica, sino un reflejo preocupante de planeación deportiva deficiente en múltiples franquicias.

Los equipos del Sureste: panorama y predicciones

Orlando Magic

Aunque ganaron su división, los Magic fueron eliminados rápidamente en la primera ronda de playoffs por Boston. Sin embargo, hay motivos para el optimismo: con figuras jóvenes como Paolo Banchero y Franz Wagner, y la adquisición de Desmond Bane, el equipo espera dar el salto definitivo a la élite del Este.

El presidente de operaciones de Orlando, Jeff Weltman, fue claro: "Cuando pienso en la perspectiva de una división o conferencia, no miro año tras año, veo hacia dónde se dirige cada equipo".

Atlanta Hawks

Los Hawks se aferran a cambiar su destino. Después de cuatro años seguidos en el torneo play-in, añadieron a Kristaps Porzingis, Nickeil Alexander-Walker y Luke Kennard. Con Trae Young como líder en asistencias la temporada pasada y Dyson Daniels como arma defensiva emergente, intentan reescribir su historia reciente.

Miami Heat

El Heat ha perdido gran parte del impulso que lo llevó, inesperadamente, a las Finales en 2023. Tras el traspaso de Jimmy Butler, que trajo a un lesionado Andrew Wiggins, y con Tyler Herro recuperándose de cirugía, el equipo depende casi exclusivamente de Bam Adebayo y del recién llegado Norman Powell. ¿Será suficiente?

Charlotte Hornets

El destino de los Hornets parece depender enteramente de LaMelo Ball, un jugador brillante pero lesionado el 53% del tiempo en las últimas tres temporadas. Con Brandon Miller sano tras su cirugía de muñeca, y con Miles Bridges, el equipo tiene opciones... si LaMelo se mantiene en pie.

Washington Wizards

Solo han ganado 33 partidos en las últimas dos temporadas. Su reconstrucción gira alrededor de jóvenes como Alex Sarr, Bub Carrington, Bilal Coulibaly y Kyshawn George, quienes sumaron 221 titularidades el año anterior. El proceso será largo y el éxito, incierto.

El valor perdido de ser campeón divisional

Desde hace años ya no se garantiza ventaja de casa en playoffs por ganar la división. Todo está determinado por la posición en la conferencia. Eso explica cómo Orlando pudo titularse divisional con 41 victorias, el primer campeón sin récord ganador desde Milwaukee en 1975-76.

¿Una división irrelevante?

Algunos analistas se preguntan si la NBA debería reconsiderar la relevancia de las divisiones. En un sistema donde el papel divisional ya no otorga privilegios reales, continuar celebrando títulos con récords mediocres puede resultar contraproducente.

Pero tal vez lo más alarmante no es la falta de competitividad, sino la tendencia a la estancada mediocridad. Ningún equipo del Sureste, excepto tal vez Orlando, parece tener hoy una visión clara de largo plazo con resultados sólidos que la respalden.

¿Resurgirá el Sureste o seguirá siendo la burla de la liga?

Los cinco equipos han hablado en pretemporada sobre "dar el siguiente paso" o "tener mejores resultados". Pero mientras otras divisiones invierten sabiamente y cosechan resultados, el Sureste parece vivir en un ciclo eterno de reconstrucción.

Una cosa es segura: romper récords negativos y ser ejemplo de lo que no debe hacerse está sacando a flote muchas verdades incómodas. Y hasta que uno o más de estos equipos no demuestren serio progreso, la etiqueta de "peor división de la NBA" estará bien cimentada.

“Quiero que seamos mejores que eso”, dijo Charles Lee, entrenador de los Hornets. Y con él, parece que toda la división comparte el mismo anhelo. Pero las intenciones no ganan partidos.

Una lección para la liga

Lo ocurrido en el Sureste también es una advertencia para los fans y las oficinas frontales de la NBA: el desarrollo no es lineal y los proyectos pobres, sin claridad, sin cultura ganadora ni coherencia, tienden a extender su mediocridad por años.

¿Podrá Orlando consolidar su potencial? ¿Renacerá Miami? ¿Veremos algún día a LaMelo liderar a Charlotte a playoffs? Las preguntas abundan, pero por ahora, la respuesta dominante es la duda.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press