¿Una mosca que vale $15 mil millones? La batalla por proteger el ganado de Texas del gusano barrenador

Entre acusaciones cruzadas y soluciones enfrentadas, el comisionado agrícola Sid Miller y el USDA se lanzan dardos sobre cómo combatir una de las mayores amenazas para la industria ganadera de EE.UU.

Una amenaza microscópica que pone en jaque a Texas

El gusano barrenador del ganado, también conocido como New World Screwworm, está generando un conflicto político y científico de altos vuelos entre el comisionado agrícola de Texas, Sid Miller, y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). A simple vista, podría parecer una pelea burocrática más, pero lo que está en juego es la protección de una industria que genera más de $15 mil millones para el estado de la estrella solitaria.

¿Qué es el gusano barrenador?

El gusano barrenador del ganado es la larva de una mosca que infecta a animales de sangre caliente. Deposita sus huevos en heridas abiertas, y cuando las larvas nacen, literalmente devoran la carne viva del huésped. La amenaza, aunque hoy parece pertenecer al pasado en Estados Unidos (fue erradicado oficialmente en 1966), sigue presente en regiones de América Latina y el Caribe. Recientemente, ha sido detectado a menos de 160 kilómetros de la frontera con México.

Los métodos clásicos del USDA contra una nueva propuesta local

El USDA ha apostado históricamente por una estrategia reconocida internacionalmente: la dispersión de moscas esterilizadas. Al liberar millones de machos estériles, estos copulan con hembras en estado salvaje, evitando que nazca nueva descendencia y provocando así el colapso de la población.

Sin embargo, Sid Miller propone una vía complementaria: el uso de una carnada química sintética llamada TDA Swormlure, desarrollada por su equipo de bioseguridad. En palabras de Miller, esta carnada es capaz de eliminar la plaga “en 90 días” si se despliega agresivamente en las regiones afectadas.

Choque de versiones y acusaciones cruzadas

Todo estalló cuando, en una entrevista con RFD-TV, Miller acusó al USDA de ignorar su solución por consideraciones políticas y por temor a dañar otras especies de insectos. “¿Qué es una mosca buena?”, dijo irónicamente. “No sé si tienen miedo de matar a las moscas de casa o de establo, pero yo estoy listo para matar al gusano barrenador”.

La respuesta del USDA fue inmediata, acusando a Miller de perseguir publicidad en lugar de aplicar ciencia comprobada. Alegaron que sus pruebas con las trampas de Miller fueron decepcionantes: “En un mes, nuestras trampas capturaron miles de moscas del gusano barrenador, las suyas atraparon una sola”, afirmó un portavoz.

Lucha de egos bajo el disfraz de ciencia

Esta pelea va más allá de métodos agrícolas: refleja una batalla de poder político, reputación institucional y visiones enfrentadas del riesgo.

  • Sid Miller: Político carismático, figura populista del Partido Republicano en Texas, se presenta como el hombre del campo, defensor de los rancheros, desafiante frente a los burócratas federales. Su insistencia en el TDA Swormlure ha sido acompañada por comunicados agresivos y apelaciones al “sentido común texano”.
  • USDA: Institución con décadas de trayectoria, enfocada en métodos probados y en colaboración internacional. Sus expertos alegan que la estrategia de moscas estériles ha sido “la única vía comprobada” para erradicar al gusano del hemisferio norte.

¿Política o prevención? Las consecuencias económicas

Texas no es cualquier estado ganadero. Con 13 millones de cabezas de ganado, representa el 15% del total nacional. Un brote del gusano barrenador sería devastador. Un estudio de la Universidad A&M de Texas estima que una infestación podría costar más de $1,000 millones anuales entre pérdida de productividad, tratamiento y cuarentena.

Según el gobernador Greg Abbott, la amenaza es lo suficientemente real como para movilizar recursos estatales. En junio de 2025, ordenó la creación del Equipo de Respuesta contra el Gusano Barrenador, en coordinación con la Comisión de Salud Animal de Texas y el Departamento de Parques y Vida Silvestre.

Inversiones récord para la prevención

Ante un riesgo tan serio, el USDA ha invertido más de $750 millones en un nuevo centro de producción masiva de moscas estériles en Edinburg, Texas. El objetivo: liberar más de 300 millones de moscas por semana para proteger la frontera y contener un posible avance desde el sur.

Además, se han comprometido $8.5 millones adicionales en la construcción de una instalación en la base aérea de Moore, desde donde se hará la dispersión aérea.

Reacciones del sector agropecuario

En medio del enfrentamiento, varios grupos ganaderos se han pronunciado. Mientras Miller ha prometido que Texas liderará la defensa del ganado, organizaciones como la Texas Farm Bureau y la Texas & Southwestern Cattle Raisers Association han expresado su apoyo inequívoco al USDA.

“La forma probada de erradicar al gusano barrenador es la producción de moscas estériles, no trampas ni carnadas”, escribieron en su cuenta oficial de X (antes Twitter). “No podemos permitirnos distracciones de métodos no comprobados”.

La historia detrás del gusano barrenador

Erradicado de Estados Unidos en la década de 1960, el gusano barrenador sigue siendo un gran dolor de cabeza en países como Panamá, Colombia y Brasil. En 2016, se detectó un brote alarmante en Florida, afectando especialmente a los ciervos cola blanca. El brote fue eliminado en menos de seis meses gracias al programa federal de moscas estériles.

La historia muestra que no se trata de una amenaza teórica. De hecho, América Central cuenta con un cordón sanitario financiado en parte por Estados Unidos para evitar la expansión más al norte de esta plaga.

¿Qué sigue?

A pesar de las diferencias, tanto Miller como el USDA reconocen la gravedad del problema y la necesidad de cooperación. “Todos estamos en el mismo equipo”, dijo Miller en un comunicado reciente, suavizando el tono. “Aprecio el esfuerzo histórico del USDA por combatir el gusano barrenador y espero continuar nuestra colaboración”.

Pero la disputa ha dejado al descubierto cómo las tensiones políticas pueden contaminar incluso las políticas de bioseguridad más urgentes.

En una era donde la desinformación y la hipérbole política invaden todos los niveles del gobierno, incluso una humilde mosca puede convertirse en el epicentro de un huracán mediático y administrativo.

Datos clave:

  • Industria ganadera de Texas: más de $15 mil millones en valor anual.
  • Número de cabezas de ganado: 13 millones.
  • Inversión USDA en programas anti-gusano: $750 millones en producción de moscas estériles y $8.5 millones en dispersión aérea.
  • Posible costo de una infestación masiva: $1,000 millones por año, según Texas A&M.

¿Quién ganará la batalla por la estrategia definitiva? ¿La ciencia conservadora del USDA o la innovación audaz de Sid Miller? El tiempo, y las moscas estériles, lo dirán.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press