Boston Blue: Una nueva serie que reescribe el legado de los dramas policiales
Donnie Wahlberg regresa como Danny Reagan en un spin-off que mezcla procedimental, drama familiar y la rivalidad entre Boston y Nueva York
Donnie Wahlberg está haciendo realidad uno de sus sueños más anhelados: filmar en su ciudad natal de Boston. Pero hay un detalle que lo obliga a morderse la lengua: su personaje sigue siendo neoyorquino y, en teoría, fan de los Mets. Así comienza Boston Blue, el nuevo spin-off de Blue Bloods que se estrena con altas expectativas y emociones cruzadas tanto frente como detrás de cámaras.
Una historia que perdura
Cuando la serie Blue Bloods comenzó en 2010, nadie imaginaba que se convertiría en uno de los dramas más longevos y queridos en la televisión estadounidense. Protagonizada por Tom Selleck en el papel del patriarca de una familia de policías, la serie finalizó en 2024 tras 14 exitosas temporadas. Pero como suele pasar con las historias intensas, siempre hay lugar para la continuación.
Boston Blue toma la posta y desplaza la acción policial al otro extremo del corredor noreste de Estados Unidos. Allí, Danny Reagan, interpretado nuevamente por Wahlberg, se ve obligado a abandonar Nueva York tras una tragedia familiar que lo lleva a Boston. Así, el actor cumple su sueño de actuar en su ciudad, aunque tenga que hacerlo con acento neoyorquino.
Un procedimiento con alma de familia
La esencia de Blue Bloods era el equilibrio entre casos policiales cerrados en cada episodio y el poderoso drama familiar que se desarrollaba alrededor de la mesa del domingo. Boston Blue replica y moderniza esta fórmula. No es mera repetición: aquí hay una nueva familia, igual de apasionada y profesional, pero más diversa y representativa de la realidad actual.
En lugar de los Reagan, ahora conocemos a una familia de policías afroamericanos de múltiples generaciones. La detective protagonista secundaria, interpretada por Sonequa Martin-Green, es hija de un pastor bautista (el legendario Ernie Hudson), hermana de una superintendente de policía y cuñada de un patrullero. El viaje de Danny en Boston es también un choque cultural y emocional que tensionará sus valores y métodos.
Diálogos en la mesa y más allá
Parte de la magia que hizo célebre a Blue Bloods eran las conversaciones familiares cargadas de contenido sobre temas sociales, legales y éticos. Boston Blue replica esta idea, pero lleva los debates a nuevas dimensiones con diferencias interraciales, intergeneracionales e incluso ideológicas.
“Queríamos que la mesa de la familia fuera un microcosmos del mundo real”, explica el creador Brandon Sonnier. Los temas que discuten van desde el uso del software de perfilado racial hasta el liderazgo femenino en instituciones dominadas por hombres. "A veces las alianzas están determinadas por líneas generacionales, otras veces por raza o género", puntualiza el guionista Brandon Margolis, co-creador del show.
El peso emocional de Danny Reagan
Interpretar a Danny nunca fue un papel sencillo. Es un personaje duro, impulsivo, pero vulnerable. Wahlberg reconoce que continuar como Danny en este nuevo entorno le genera presión, tanto por lo que representa para los fans como porque debe representar a Boston con autenticidad.
“Soy de Boston. Vi The Departed y si escuchaba un mal acento más, abandonaba la sala”, recuerda entre risas. Esa responsabilidad de hacer justicia tanto al personaje como a la ciudad lo motiva. Además, reconoce la oportunidad de mostrar que los valores centrales de familia y justicia no pertenecen solo a una ciudad o a una tradición.
Personajes que iluminan la pantalla
Además de Wahlberg y Martin-Green, el reparto de Boston Blue destaca por su solidez y diversidad:
- Ernie Hudson como reverendo y patriarca.
- Gloria Reuben como fiscal del distrito.
- Marcus Scribner como joven agente en ascenso.
- Maggie Lawson como jefa de la policía de Boston.
- Bridget Moynahan regresa brevemente como Erin Reagan, hermana de Danny, dando así un puente entre las series.
Es en estas interacciones donde se gesta el conflicto y también la conexión. Danny y su nueva compañera policial se tratan inicialmente como opuestos: él viene del concreto neoyorquino, ella de la tradición académica y arraigada de Boston. Se llaman mutuamente con los apodos "Brooklyn" y "Beantown" como forma de marcar territorio. Pero tras las fricciones, emerge el respeto mutuo.
Un proyecto con raíces profundas
Productores y guionistas vienen desde hace años gestando esta continuación del universo Reagan. Según Margolis, lo que distingue a Boston Blue de otros spin-offs es que no busca replicar una fórmula al pie de la letra, sino expandirla y adaptarla culturalmente. “Es una evolución, no una repetición”, señala.
Igualmente importante es la ambientación bostoniana: desde persecuciones corriendo por las calles empedradas, hasta escenas en lugares icónicos como el Fenway Park. Curiosamente, allí Danny aparece como fan de los Mets, algo que divierte tanto a Margolis como al propio Wahlberg, quien como fan real de los Red Sox tuvo que contenerse para la escena.
Un eco de la realidad
En un país fracturado por debates sobre la representación, el uso de la fuerza policial, y la diversidad cultural, una serie como Boston Blue intenta dar espacio a miradas múltiples dentro de la estructura accesible de un drama procedimental. Y lo hace sin renunciar a la emoción, el humor ni la tensión dramática.
“Los temas fundamentales como familia, fe y vocación siguen vigentes,” enfatiza Wahlberg. “Esas historias importan en cada ciudad, en cada estado, para cada comunidad.”
¿Puede triunfar en la era del streaming?
El reto ahora será conseguir que Boston Blue logre destacarse en un ecosistema televisivo dominado por plataformas de streaming y contenido hipersegmentado. CBS, al apostar por esta serie, demuestra confianza en que el público aún busca títulos que involucren el corazón tanto como la mente.
Con una producción sólida, diálogos inteligentes y un espíritu de homenaje y renovación, Boston Blue parece estar calibrada para conectar tanto con el público que extraña Blue Bloods como con nuevas generaciones que desean ver representaciones más inclusivas y complejas de las familias en la fuerza policial.
Y si la audiencia responde bien, podríamos estar frente a otro éxito longevo para la franquicia. Eso sí, que nadie espere que Danny se ponga una gorra de los Red Sox. A veces, algunos personajes son más fieles a su historia ficticia que a los deseos de sus intérpretes.
“Creo que Danny tal vez nunca deje de ser neoyorquino, pero puede llegar a amar Boston en su propia forma,” concluye Wahlberg con una sonrisa cargada de orgullo local.