El caos en la NFL: Lesiones, rumores y despidos en una liga que no perdona

Regresos esperados: Brock Purdy y George Kittle dan alivio a los 49ers

En medio de una temporada llena de altibajos para los San Francisco 49ers, las noticias del regreso parcial a los entrenamientos de Brock Purdy y George Kittle trajeron un respiro a la franquicia y a sus fanáticos.

Purdy, fuera de acción por una lesión en el dedo del pie que lo alejó de cuatro de los últimos cinco juegos, se ejercitó por primera vez desde que se resintió en la semana 4 ante Jacksonville. Por su parte, Kittle, clave en el esquema ofensivo, ha estado ausente desde la semana 1 por una lesión en el muslo.

“Solo tenerlo de nuevo en el juego aéreo es enorme”, señaló el entrenador Kyle Shanahan sobre el regreso de Kittle. “Es un atleta explosivo que puede escapar de cualquier cobertura”.

No solo por sus habilidades ofensivas, sino también por su carácter de líder, el regreso de Kittle es fundamental tras la pérdida por lesión de Fred Warner, linebacker estelar que se perderá el resto de la temporada.

Un golpe al corazón de la defensa: Adiós a Fred Warner

La derrota del equipo californiano ante los Tampa Bay Buccaneers dejó una secuela dolorosa: Fred Warner se lesionó gravemente el tobillo y fue operado. Aunque la intervención fue exitosa, aún no hay una fecha de regreso y se estima que estará fuera por al menos tres meses.

Shanahan ahora deposita su confianza en Tatum Bethune, un linebacker de segundo año que apenas tenía 16 snaps defensivos antes de este golpe de suerte (y responsabilidad). Bethune tendrá que llevar el famoso “punto verde” en su casco, lo cual lo convierte en el canal directo entre el coordinador defensivo y el resto de la defensa.

“No quiero ser Fred. Quiero ser Tatum Bethune y hacer el trabajo”, dijo el joven jugador tras su destacado partido ante los Bucs, donde registró 10 tacleadas.

New York Jets y el drama de Breece Hall: ¿se queda o se va?

No todo ocurre en California. En la costa este, los Jets de New York también están sumidos en una tormenta. Con un inicio 0-6, el peor de la liga, y apenas 144,2 yardas netas de pase por partido, el equipo parece un barco a la deriva.

En medio de este caos, Breece Hall, corredor estelar del equipo, encendió las alarmas con una publicación en redes sociales que incluía el hashtag #Free20. Rápidamente surgieron rumores de un posible traspaso antes del cierre de mercado el 4 de noviembre.

“No. Solo significa que estoy listo para lo que venga, en el juego o en la vida”, aclaró Hall entre risas. La realidad es que, si bien ha acumulado 410 yardas por tierra en 6 juegos (undécimo en la NFL), no ha anotado ningún touchdown y el equipo no ha ganado ni un solo partido.

Hall aún no ha renovado su contrato mientras otros como Sauce Gardner o Garrett Wilson —también de su generación— sí lo han hecho. La incertidumbre ronda su futuro, pero su talento sigue intacto.

Una tendencia preocupante: los quarterbacks número 1 y las guillotinas

En Tennessee, las cosas tampoco van bien. El mariscal de campo Cam Ward, primera selección del draft 2025, no vio pasar ni una temporada completa antes de ser testigo del despido de su entrenador, Brian Callahan. Parece un patrón: es el cuarto quarterback consecutivo elegido en el puesto 1 en perder a su coach durante su año de novato.

• 2021: Trevor Lawrence y Urban Meyer (13 partidos)
• 2023: Bryce Young y Frank Reich (11 partidos)
• 2024: Caleb Williams y Matt Eberflus (12 partidos)
• 2025: Cam Ward y Brian Callahan (6 partidos)

Solo uno de los quarterbacks seleccionados en primera posición en los últimos 10 años se mantiene con su entrenador original: Joe Burrow con Zac Taylor en Cincinnati, desde 2020.

La presión sobre los head coaches cuando se elige un QB con la primera selección es enorme. Y la impaciencia de las franquicias ha demostrado ser un factor de riesgo en el desarrollo de talento joven. De 35 QB tomados en la primera ronda en la última década, solo 7 terminaron sus contratos con el mismo entrenador.

Just Fields, un caso de caída libre

Un ejemplo de estrella prometedora que perdió el rumbo es Justin Fields. El ex mariscal de campo de los Bears ahora juega para los Jets y sigue sufriendo stats humillantes: en la reciente derrota ante Denver, fue capturado nueve veces y terminó con apenas nueve pases completos.

Eso llevó a los Jets a -10 yardas netas de pase, la peor marca de la NFL desde 1998. Fields es el primer QB desde la fusión de la liga en tener dos juegos distintos con al menos nueve sacks y nueve o menos pases completados.

Jets: estadísticas históricas de la derrota

• Primera vez desde 2005 que un equipo inicia 0-6 con menos de 150 yardas de pase por partido
• Cuarta ocasión en la historia de la liga en que un equipo inicia 0-6 con tres o más liderazgos en el cuarto periodo
• La ofensiva aérea de los Jets ha anotado solo 1 TD en seis partidos

“¿Crees que me despierto pensando en intercambios?”, ironizó Hall. “Me ducho, me lavo los dientes, vengo aquí, entreno, juego videojuegos y me voy a dormir”. Aunque la declaración suena ligera, esconde la frustración soterrada de un jugador atrapado en el barco que se hunde.

La AFC: competencia feroz en el fondo de la tabla

No todos pueden estar en la cima. Actualmente, hay cinco equipos en la AFC con récords de 1-5 o peor: Baltimore, Cleveland, Miami, Tennessee y los ya mencionados Jets con 0-6. Según Sportradar, solo ha habido dos temporadas con tantos coleros en una sola conferencia desde 1970.

En contraste, los Steelers están aprovechando el caos. Las últimas tres semanas sumaron victorias ante Minnesota y Cleveland, mientras sus rivales divisionales —Ravens, Bengals y Browns— perdieron todos sus compromisos. Eso les da una ventaja sin precedentes en la AFC Norte, algo que solo ha pasado dos veces desde la reestructuración de divisiones en 2002.

Un reflejo de una liga sin paciencia

En una NFL marcada por la inmediatez, pocas franquicias parecen entender que el desarrollo de talento y la consolidación de un equipo sólido requiere tiempo, paciencia y estabilidad gerencial. Pero en la era del “ganar ahora”, los contratos se terminan antes de empezar, las lesiones cambian el rumbo de una franquicia, y un solo hashtag en redes sociales puede generar caos interno.

La temporada 2025 apenas llega a su ecuador y ya nos ha mostrado todos los ingredientes del drama que tanto amamos los fanáticos: habilidad, caos, esperanza y decepción.