El milagro marroquí en el Mundial Sub-20: El héroe inesperado que desafió a Francia

Con una botella marcada con las fotos y estadísticas de los rivales, el tercer portero Abdelhakim El Mesbahi se convirtió en leyenda al clasificar a Marruecos a su primera final del Mundial Sub-20

La noche en que África soñó más alto

Un miércoles inolvidable en el estadio Elías Figueroa Brander de Valparaíso, Chile. Marruecos logró una de las proezas más memorables en la historia reciente del fútbol juvenil internacional al eliminar a Francia en la semifinal del Mundial Sub-20 por penales (5-4), alcanzando por primera vez una final del torneo.

El partido había terminado 1-1 tras el tiempo reglamentario y el alargue. Pero lo que ocurrió después estuvo más cerca del guión de una película que de un partido de fútbol.

El plan maestro del estratega Mohamed Ouahbi

El seleccionador marroquí Mohamed Ouahbi demostró un conocimiento profundo no solo táctico, sino también emocional. Tomó una decisión audaz: en los instantes finales del tiempo extra, sustituyó a su segundo portero Ibrahim Gomis y dio ingreso a Abdelhakim El Mesbahi, el tercer arquero del equipo, quien no había jugado un solo minuto antes de este día.

¿La razón? El Mesbahi traía una botella con las fotos de los cobradores franceses y sus posibles direcciones de disparo marcadas. En la era de la inteligencia artificial y el análisis de datos, esta tecnología de guerrilla resultó ser la clave para escribir un nuevo capítulo en la historia del fútbol africano.

Una preparación táctica milimétrica

El gesto de llevar la botella marcada no es nuevo. Porteros como Emiliano "Dibu" Martínez o Andrew Redmayne han usado técnicas similares. Pero lo destacable aquí es que El Mesbahi no había tenido acción en ningún partido previo. Su aparición fue 100% orientada al análisis estadístico: utilizó datos para predecir los tiros rivales, estudiando movimientos de tobillo, perfil de pierna dominante y patrones empíricos.

Y cuando llegó el turno de Djylian Nguessan —el ejecutor del penal decisivo para Francia—, El Mesbahi se lanzó al costado correcto y se transformó en leyenda.

El camino épico de Marruecos: una campaña inolvidable

Marruecos ha sido la gran revelación del torneo. No solo clasificaron primeros en un grupo infernal, donde batieron a potencias mundiales como España y Brasil, sino que eliminaron a Corea del Sur y a Estados Unidos en rondas eliminatorias.

Su desempeño ha sido magistral. Estadísticamente hablando, es uno de los pocos equipos en la historia del Mundial Sub-20 que:

  • Superó dos campeones históricamente fuertes (España y Brasil).
  • Tuvo tres porteros distintos durante el torneo.
  • Alcanzó su primera final sin haberlo hecho jamás antes del siglo XXI.

Su mejor participación histórica había sido un cuarto lugar en 2005.

La narrativa del “tercer portero salvador”

Lo de El Mesbahi no solo es fútbol, es un ensayo sobre la importancia de los roles secundarios. En muchos equipos, el tercer portero apenas viaja. Su objetivo suele ser apoyar los entrenamientos, hacer grupo.

Pero desde Jens Lehmann en la Euro 2006 con su "papelito" hasta Tim Krul en Brasil 2014, los cambios de porteros para penaltis han sido puntualmente efectivos. Eso sí, raras veces el héroe resulta alguien que no tuvo minutos previos. Lo del marroquí es pura poesía deportiva.

Marruecos y la revolución africana

La victoria pone a Marruecos en la cima de un nuevo despertar del fútbol africano. Desde su memorable semifinal en el Mundial absoluto de Catar 2022, el país del Magreb ha trabajado intensamente en sus selecciones menores.

En los últimos cinco años, la Federación Real Marroquí de Fútbol ha invertido millonarios recursos en su centro técnico en Rabat. Además, han fomentado programas de scouting en la diáspora europea, captando jóvenes talentos de doble nacionalidad con herencia marroquí.

Esto explica por qué muchos de estos jóvenes jugadores han pasado por academias de élite en Francia, España o Bélgica.

El peso psicológico de jugar penales: la diferencia fue mental

Las tandas de penales no se ganan solo con calidad técnica: se ganan con gestión emocional. Francia era, sobre el papel, favorita. Pero Marruecos mostró nervios de acero. Los cinco lanzadores ejecutaron sin dudar, y el plan de El Mesbahi cerró el círculo.

“Mi momento llegó gracias a mis compañeros y a la confianza del entrenador. Me preparé psicológicamente durante semanas por si este momento llegaba”, declaró El Mesbahi al final del partido.

El hecho de haber derrotado a Francia —una potencia con múltiples títulos juveniles— añade aún más peso a esta gesta.

El impacto regional: ¿nueva era del fútbol árabe?

Con la hazaña de Marruecos, se refuerza una narrativa que comenzó en la Copa del Mundo 2022 con su selección absoluta. Marruecos se ha puesto en el mapa como el faro del fútbol árabe y africano.

Este logro juvenil coincide con los planes de Arabia Saudita, Egipto y Marruecos para organizar conjuntamente el Mundial 2030. El resultado de este torneo resuena más allá del césped: es un mensaje político, cultural y deportivo.

El fútbol y la esperanza: lo que simboliza Marruecos hoy

Una imagen que quedará grabada: El Mesbahi corriendo alocadamente tras detener el penal, abrazado por todos sus compañeros, algunos llorando. Este equipo no solo juega bien, también emociona.

Su historia es un símbolo de lo que el fútbol representa para muchos: una oportunidad para trascender, para inspirar generaciones, para gritarle al mundo que los sueños se cumplen.

Ahora, por la gloria

Marruecos enfrentará al vencedor entre Argentina y Colombia en la gran final del Mundial Sub-20. Pase lo que pase, ya son historia. Pero si ganan, serán leyenda.

Y en el corazón de esa leyenda, estará la figura de un joven arquero con una botella marcada y una historia que parece inventada por un guionista de Hollywood.

Abdelhakim El Mesbahi ya es nombre sagrado en Marruecos. Y el mundo entero ha sido testigo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press