Jaxson Dart y los renovados Giants: ¿el renacer inesperado de una franquicia dormida?
El novato ha revolucionado a Nueva York con liderazgo, piernas eléctricas y una esperanza renovada. ¿Es solo un destello o el inicio de una nueva era azul?
Un rayo de esperanza en medio de la tormenta neoyorquina
Desde hace más de una década, los New York Giants han sido un sinónimo de frustración y decepciones en la NFL. Una franquicia con cuatro títulos de Super Bowl en su historial, pero cuya relevancia reciente ha sido eclipsada por decisiones cuestionables, malas temporadas y una constante rotación de quarterbacks. Sin embargo, una chispa ha encendido el fuego de la ilusión en el MetLife Stadium: Jaxson Dart.
Muchos lo veían como una solución a largo plazo, pero el entrenador en jefe Brian Daboll no esperó demasiado. Tras un arranque inconsistente del veterano Russell Wilson, Daboll le entregó las llaves de la ofensiva a Dart, y los resultados no tardaron en llegar.
De promesa universitaria a estrella emergente
Dart fue seleccionado en el Draft 2025, no como parte de los primeros picks, sino como una apuesta estratégica. Proveniente de Ole Miss, donde demostró una capacidad sobresaliente para extender jugadas con sus piernas y mantener la calma bajo presión, el joven mariscal demostró que estaba listo para asumir un reto mayúsculo.
En solo tres partidos como titular, sus números ya generan respeto: dos touchdowns por aire, otro por tierra, más de 500 yardas combinadas y lo más importante, liderazgo. Daboll no dudó en alabar públicamente su carácter:
“Es bueno tener un líder joven como Dart. Lidera con su juego, con sus palabras y con cada jugada improvisada. Me alegra que sea nuestro quarterback”, comentó Daboll tras la victoria ante los Philadelphia Eagles.
El golpe sobre la mesa ante los campeones
El punto de inflexión llegó en horario estelar, nada menos que ante los Philadelphia Eagles, campeones defensores y uno de los equipos con más talento en toda la liga. La victoria de los Giants por 23-20 no solo sorprendió a los analistas, sino que también encendió alarmas en la NFC Este. Dart fue protagonista indiscutible, lanzando un pase de anotación y sumando otro por tierra. Su movilidad descolocó constantemente a la defensa de Filadelfia.
“Nadie esperaba que ganáramos ese partido”, dijo Dart tras el triunfo. Y con razón: los Giants habían iniciado 0-3 y estaban considerados como uno de los peores equipos hasta entonces.
Un jugador que contagia
El impacto de Dart trasciende lo que aparece en las estadísticas. El left tackle Andrew Thomas resumió perfectamente su influencia:
“Pone en aprietos a las defensas con su movilidad y habilidad para crear jugadas. Además, ha hecho un gran trabajo aprendiendo una ofensiva compleja y siendo vocal con sus compañeros. Eso me impresiona mucho”.
No está solo. El corredor Cam Skattebo también ha emergido como una opción poderosa tras la lesión del receptor estrella Malik Nabers. Entre ambos, han reactivado una ofensiva que parecía condenada al ostracismo.
Un equipo que cambia con su quarterback
El cambio de energía en el vestuario es innegable. De ser un equipo abatido, ahora los Giants juegan con pasión, intensidad y cierta arrogancia positiva. En el partido contra los Broncos, en Denver, enfrentaron a la segunda mejor defensa de la liga y pelearon cada jugada hasta el final, aunque no se llevaron la victoria.
El propio Dart lo resumió así:
“Nosotros somos nuevos. No nos sentimos responsables de los años oscuros del pasado. Venimos a establecer un nuevo estándar de intensidad”.
¿Rumbo al Novato del Año?
Las casas de apuestas, como BetMGM Sportsbook, ya posicionan a Dart como favorito para convertirse en el Ofensivo Novato del Año. Si mantiene su nivel y logra sumar al menos seis victorias en casa con una ofensiva en reconstrucción, no sería descabellado pensar que ese reconocimiento acabe en sus manos.
En contraste, el mariscal seleccionado primero globalmente, aún no ha debutado como titular debido a lesiones. Dart, mientras tanto, ha capitalizado su oportunidad como pocos lo hacen.
Una división impredecible
La NFC Este es un campo de batalla constante. Con los Eagles intentando encontrar su ritmo tras dos derrotas, los Cowboys peligrosos pero irregulares, y Washington tambaleante, no hay claros dominadores. Aunque las probabilidades están en su contra, los Giants aún sueñan.
Desde 2000, solo tres equipos empezaron con 0-3 y lograron clasificar a los playoffs. El último en lograrlo: los Texans en 2018. Si los Giants lo logran, sería una hazaña digna de documentar.
El reto de los novatos en Nueva York
Ser novato en la ciudad que nunca duerme es un desafío en sí mismo. La prensa es crítica, los fans son intensos y la presión nunca baja. Dart ha sabido convertir eso en combustible. Cuando ha cometido errores (como su juego en la derrota ante los Saints, donde lanzó dos intercepciones y perdió un balón suelto), no ha culpado a otros ni se ha escondido. Al contrario, ha levantado la voz y asumido responsabilidad: otra señal de madurez.
“Es el general en el campo”, afirma Skattebo. “Y todos queremos jugar para él”.
¿Un nuevo Eli Manning o algo muy distinto?
Es inevitable que los aficionados comparen a Dart con el último gran quarterback de la franquicia, Eli Manning, quien lideró dos épicas campañas de Super Bowl. Ambos tienen carácter tranquilo y un liderazgo silencioso. Sin embargo, Dart ofrece algo que Eli nunca tuvo: piernas eléctricas.
La NFL moderna premia la capacidad de improvisación. Jugadores como Josh Allen, Lamar Jackson y Patrick Mahomes prosperan gracias a su habilidad dual. Dart encaja en esta nueva generación que no solo lanza, también amenaza en cada down con jugadas rotas.
El futuro inmediato
Los próximos enfrentamientos no serán fáciles: Miami, Dallas y Seattle figuran en el calendario inmediato. Pero si los Giants protegen bien a Dart y la defensiva mantiene al rival dentro de los 20 puntos, es viable pensar en más triunfos.
Aún más importante: los Giants han dado con la fórmula para ilusionar a su afición. No es solo ganar o perder, es cómo se juega, y ahora, se juega con corazón.
Una reconstrucción con rostro claro
Durante años, el problema de los Giants fue la ausencia de dirección clara. Ahora, con Daboll dirigiendo y Dart ejecutando, la visión está delineada: construir alrededor del joven mariscal, establecer identidad ofensiva y fortalecer una defensiva ya respetable.
No sabemos si este será el año del regreso a los playoffs, pero está claro que el presente ya no se siente vacío y el futuro por fin parece prometedor para los fanáticos de Big Blue. Y eso, en la NFL, es el primer paso para lo extraordinario.
“Tenemos muchos ganadores en este equipo”, sentenció Dart. Por primera vez en años, esa frase resuena con autoridades en Nueva York.