Josh Naylor: El canadiense que hace historia... y arruina los sueños de los Blue Jays
El poderoso bateador de los Mariners brilla en octubre con un jonrón ante su exequipo favorito, en su ciudad natal, frente a sus amigos y familia
De Mississauga al centro del diamante
Josh Naylor no es solo otro cañonero más en las Grandes Ligas. El primera base de los Seattle Mariners ha escrito una página histórica en los actuales playoffs de la MLB al conectar un jonrón decisivo contra los Toronto Blue Jays en su ciudad natal, en pleno Rogers Centre de Toronto, en el Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana (ALCS).
Nacido en Mississauga, Ontario, a pocos minutos del estadio de los Blue Jays, Naylor creció como ferviente seguidor del equipo canadiense. “De niños, mis amigos y yo idolatrábamos a muchos jugadores de los Blue Jays”, comentó luego del electrizante encuentro del pasado lunes 13 de octubre, donde fue clave en la victoria 10-3.
El batazo de Naylor, un cuadrangular de dos carreras en la séptima entrada, fue una joya para los Mariners y una daga para los fanáticos de Toronto. Este tablazo lo convirtió en el primer canadiense en conectar un jonrón en postemporada contra los Blue Jays en Toronto.
Orgullo nacional... contra la nación
Con ese batazo histórico, Naylor se une a una lista breve pero destacada de canadienses que han jonroneado en postemporada en suelo patrio. Antes de él lo hicieron Russell Martin y Michael Saunders en 2016 (jugando para Toronto) y el montrealés Vladimir Guerrero Jr. en la actual postemporada.
Lo especial del momento no fue solo el impacto en el marcador o la resonancia simbólica de pegarle a “su equipo”. Fue hacerlo enfrente de su familia y amigos, quienes estuvieron presentes en el estadio para ver el juego. “Súper especial, una locura. Tenerlos todos aquí fue un privilegio”, declaró Naylor tras la victoria, visiblemente emocionado.
Un apellido de peso en la MLB
Josh es apenas el mayor de tres hermanos que viven y respiran béisbol. Bo Naylor, el segundo, es receptor de los Cleveland Guardians, mientras que el más joven, Myles, aún lucha por abrirse paso en las ligas menores con la organización de los Oakland Athletics.
Los tres hermanos fueron seleccionados en la primera ronda de sus respectivos drafts, una rareza que dice mucho del talento de la familia. Entre todos, Josh es el primero en alcanzar un nivel estelar en postemporada, y su versatilidad ofensiva lo hace vital en el orden ofensivo de los Mariners.
Viejos compañeros, nuevos rivales
El destino tiene sentido del humor. Muchos de los actuales jugadores de los Blue Jays fueron compañeros de Naylor durante su paso por los Cleveland Guardians, durante más de cuatro temporadas, entre ellos Ernie Clement, Andrés Giménez, Myles Straw y Shane Bieber.
“Compartimos tanto, ese grupo siempre será especial para mí”, dijo Naylor después de Game 2, momentos después de haber encendido el estadio con su jonrón. La admiración es mutua. Straw comentó antes de la serie: “Lo amo para siempre. Fue uno de los mejores compañeros que tuve”.
Para reafirmar esa amistad, vale traer el episodio ocurrido en junio pasado cuando Naylor, por entonces jugador de Arizona, conectó un doble productor. El jardinero Myles Straw, intentando atrapar la pelota, se estrelló contra la pared del jardín central y quedó lesionado. ¿Qué hizo Naylor? Caminó desde la segunda base hasta la zona de impacto para asegurarse de que su amigo estuviera bien.
“Él es así, se preocupa por todos. Yo le dije ‘vete de aquí’, pero claro, lo agradecí. Es un gran amigo”, recordó Straw entre risas.
Estadísticas que respaldan el momento
La temporada regular de Naylor en 2025 fue sólida. Acumuló 23 jonrones, 88 carreras impulsadas y un promedio de bateo de .273. Sin embargo, su verdadero brillo ha llegado en postemporada, donde está bateando para .364 con 2 HR y 7 empujadas en los primeros cinco partidos.
Pero Naylor no solo es un bateador de poder. Como dijo su excompañero Straw: “Tiene ese poder natural, pero también es un fastidio para los lanzadores, siempre encuentra la forma. Es un bateador completo”.
¿Un golpe de suerte o el inicio de otra dinastía?
Seattle no alcanza la Serie Mundial desde su fundación en 1977. De hecho, es la única franquicia en toda la MLB sin una participación en el Clásico de Otoño. Con la serie 2-0 a su favor en la ALCS contra Toronto y Naylor aportando ofensiva y liderazgo, los Mariners se asoman a ese sueño largamente esquivo.
Josh Naylor se ha convertido en símbolo de determinación y superación, no solo como ejemplo para jóvenes canadienses que sueñan con las Grandes Ligas, sino también como un símbolo de que el béisbol puede conectar generaciones con emociones crudas, incluso cuando se cruzan los corazones.
Mientras tanto, los Blue Jays tendrán que intentar revertir la serie en Seattle con el peso emocional de haber sido doblegados por “uno de los suyos”.
Una historia que trasciende el deporte
Este tipo de tragedia deportiva —el heroico local que se convierte en villano para su ciudad— es parte del drama que le da vida al béisbol. Josh Naylor no es el antagonista de una película, es simplemente un hombre marcando historia en el campo, con la misma actitud que llevaba a sus juegos de ligas menores en Ontario hace más de una década.
El béisbol, como la vida, a veces se trata de momentos que rompen el guion. Naylor lo hizo con un bate que relata su historia, su país, y los sueños que ahora también arruinan los de otros.