Waymo revoluciona Londres: el desembarco de los robotaxis en Europa

La empresa pionera en vehículos autónomos inicia pruebas en Reino Unido y se prepara para una expansión internacional ambiciosa

La movilidad urbana está a punto de afrontar un giro radical en Europa, y en el corazón del cambio se encuentra Waymo, la empresa pionera en tecnología de conducción autónoma respaldada por Alphabet (la matriz de Google). Londres será el primer campo de pruebas europeo a gran escala para sus robotaxis, marcando un paso clave hacia el transporte del futuro libre de conductores humanos.

Waymo se instala en Londres: el plan inicial

A partir de las próximas semanas, los londinenses comenzarán a cruzarse con vehículos Waymo circulando por sus calles. Aunque inicialmente contarán con un conductor de seguridad humano a bordo, el objetivo es avanzar hacia un servicio completamente autónomo. Este nuevo capítulo en el desarrollo de la compañía requerirá autorizaciones gubernamentales específicas, así como cooperación estrecha con autoridades como Transport for London.

"Vamos a sentar las bases para un despliegue comercial de nuestro servicio de transporte autónomo en Londres", anunció la compañía en un comunicado oficial. Esta expansión no solo implica cuestiones técnicas, sino también adaptar la tecnología a normativas estrictas del Reino Unido para la conducción autónoma, que exigen niveles de seguridad iguales o superiores a los de un conductor humano competente y atento.

Antecedentes: el recorrido de Waymo hasta ahora

Waymo no es un recién llegado al campo de los vehículos sin conductor. Nacida como un proyecto secreto dentro de Google en 2009 bajo el nombre de "Google Self-Driving Car Project", la empresa fue escindida en 2016 y desde entonces ha operado de forma independiente, aunque dentro del ecosistema Alphabet.

La empresa ya ofrece sus servicios comerciales de robotaxi en varias ciudades estadounidenses como Phoenix, San Francisco, Los Ángeles, Atlanta y Austin. En Phoenix, en particular, su flota sin conductor ha estado operando desde 2020, y logró ser la primera empresa en ofrecer servicio completamente autónomo al público general.

¿Por qué Londres?

La capital británica ofrece una combinación de factores relevantes: alto volumen de tráfico, infraestructura urbana compleja y una filosofía progresista en cuanto a tecnología de transporte. El gobierno británico además anunció planes para proyectos piloto de taxis y buses autónomos a pequeña escala a partir de la primavera de 2026, lo cual coincide con los objetivos de Waymo.

Las regulaciones del Reino Unido imponen que todo vehículo autónomo cuente con un nivel de seguridad igual o superior al de un conductor humano competente, y debe pasar rigurosas evaluaciones legales y técnicas. En este contexto, Waymo no sólo deberá adaptar su software y hardware, sino también sus protocolos éticos, de datos y responsabilidad civil.

El modelo empresarial: más allá de la tecnología

Aunque los algoritmos y sensores son cruciales, el verdadero reto para Waymo en Londres, y a la larga en Europa, será establecer un modelo de negocio sostenible y legalmente viable. Esto significa integrarse no solo al sistema de transporte urbano, sino también a un ecosistema que incluye viejos competidores como los emblemáticos black cabs y nuevos actores como Uber o Bolt.

La experiencia acumulada por Waymo en EE.UU. será de gran utilidad, pero el escenario europeo presenta particularidades. Por ejemplo, la fragmentación regulatoria entre países y la mayor sensibilidad ciudadana sobre privacidad de datos y seguridad vial.

El caso japonés: otra pieza del rompecabezas global

Antes de anunciar su desembarco en Londres, Waymo había comenzado una alianza de pruebas en Japón con socios locales. Aunque aún no hay una fecha para el inicio comercial en ese país, esto deja claro que Waymo tiene intenciones globales.

Como apuntó Edmunds, los retos que enfrentan las tecnologías autónomas van desde la normativa y aceptación social, hasta el costo y mantenimiento. Japón, al igual que Europa, presenta un alto grado de exigencia técnica y ética antes de permitir operaciones autónomas a escala.

Autonomía completa vs seguridad

Uno de los aspectos más debatidos en torno al coche autónomo es si realmente puede ser más seguro que un ser humano. Esto es lo que exige la normativa británica. Estadísticamente, el error humano causa más del 90% de los accidentes viales, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de EE.UU.

Waymo afirma que su tecnología puede reducir drásticamente estos incidentes. Sin embargo, no está exenta de escándalos: en algunas ciudades como San Francisco se han reportado problemas con coches atascados en intersecciones, obstaculizando ambulancias, o interpretaciones erróneas del entorno. Esta experiencia será clave en su adaptación a entornos como Londres donde las calles son más antiguas, estrechas y difíciles de predecir.

¿Qué opina la ciudadanía?

Las encuestas realizadas en Europa muestran niveles dispares de aceptación. Según datos del instituto YouGov en 2023, el 65% de los británicos se sienten inseguros con la idea de un coche completamente autónomo sin conductor humano. Aun así, cuando se plantea la posibilidad de usar vehículos autónomos en rutas concretas y reguladas, como los taxis en aeropuertos o áreas de bajo tráfico, la aceptación sube al 48%.

La confianza del consumidor será un reto clave, y allí entran en juego las campañas de comunicación, programas piloto con comunidades locales e incluso alianzas con marcas de transporte ya consolidadas en el mercado británico.

Londres, ¿el punto de inflexión para Europa?

Establecerse en Londres tiene un fuerte componente simbólico: es una ciudad faro, tecnológica, multicultural y observada por el resto del continente. Si Waymo logra implementar un programa exitoso allí, puede marcar el inicio de una expansión continental con centros urbanos como Berlín, Ámsterdam o París como potenciales siguientes destinos.

Perspectivas a futuro

  • 2024: Pruebas con conductor en Londres.
  • 2025: Primeras aprobaciones regulatorias.
  • Primavera de 2026: Participación en proyectos piloto de taxi sin conductor.
  • 2027 en adelante: Expansión a nuevas ciudades europeas y servicios comerciales regulares.

Waymo busca algo más que una conquista comercial. Intenta modificar la manera en que entendemos el transporte, respaldándose en datos, inteligencia artificial y sostenibilidad. Desde coches que ven a través de lidar hasta trayectos optimizados sin errores humanos, lo que está en juego no es solo un servicio, sino posiblemente el futuro entero de nuestras ciudades.

Como dijo John Krafcik, ex CEO de Waymo: “Nuestro objetivo es reducir los accidentes, optimizar el tráfico y liberar tiempo para las personas. Hacer que el transporte esté al servicio de la humanidad, no al revés”.

¿Están las ciudades europeas y sus ciudadanos listos para este salto? Londres, pronto, lo sabrá.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press