Gaza, ayuda humanitaria y rescate de rehenes: ¿un verdadero punto de inflexión en la guerra?
Entre cadáveres repatriados, promesas incumplidas e intervención internacional, Gaza vive días decisivos mientras el mundo observa
Un conflicto prolongado con breves momentos de esperanza
Desde el estallido del conflicto en Gaza el 7 de octubre de 2023, la realidad humanitaria ha sido profundamente desgarradora. El reciente alto al fuego ha traído un rayo de esperanza para algunos, pero también ha revelado el complejo y devastador panorama actual: intercambio de rehenes, cuerpos sin identificar, ayuda internacional que apenas logra ingresar y tensiones diplomáticas a flor de piel.
En este análisis, exploraremos el momento actual a través de los ejes más sensibles: la repatriación de cuerpos de rehenes, el rol de la ayuda internacional y la creciente implicación de actores externos como Turquía y Naciones Unidas, en lo que algunos ya llaman la diplomacia de las cenizas.
Identificación de restos humanos: un dolor que no cesa
El Instituto Nacional de Medicina Forense de Israel confirmó el jueves la identidad de dos cuerpos recuperados recientemente desde Gaza: Inbar Hayman, asistente al Festival de Música Nova, y el sargento Muhammad al-Atresh, ambos víctimas del ataque cometido por militantes liderados por Hamás el 7 de octubre de 2023. Con estas dos identificaciones, ya suman nueve los cuerpos de rehenes devueltos desde el 15 de octubre.
El portavoz del gobierno israelí señaló que aún quedan 19 cuerpos por recuperar, y que Israel “no descansará hasta que todos nuestros muertos reciban una sepultura digna en su tierra natal”.
Recuperar cuerpos en ruinas: una tarea titánica
Hamás, mediante intermediarios y junto con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), ha argumentado que acceder a los restos es una tarea casi imposible debido a la destrucción generalizada en Gaza. Muchos sectores donde podrían encontrarse cadáveres están ocupados por las fuerzas israelíes o cubiertos por escombros.
“Los restos pueden estar atrapados bajo toneladas de concreto y acero. La gente desaparece, pero también lo hace la infraestructura que podría indicarnos dónde estaban”, dijo un oficial del CICR bajo condición de anonimato. Esta complejidad no solo prolonga el sufrimiento de las familias, sino que tensa las negociaciones entre ambas partes.
El papel clave de la Cruz Roja
La Cruz Roja confirmó que el traslado de los cuerpos forma parte de los acuerdos alcanzados para el alto al fuego. Aunque su rol no es identificar cadáveres, sí facilita el regreso como «intermediario neutral», y solo puede operar si ambas partes cooperan. De los diez cuerpos devueltos, nueve fueron identificados como rehenes. El décimo aún no ha sido verificado.
Ayuda humanitaria: entre la urgencia y el estancamiento
El reciente alto al fuego incluyó una promesa: intensificar la ayuda humanitaria a Gaza. Desde hace meses, la ONU, múltiples ONGs y varios Estados alertan sobre el colapso sanitario, la hambruna inminente y la proliferación de enfermedades en la Franja, donde más del 70% de las instalaciones médicas están fuera de servicio según datos de la OMS.
Thomas Fletcher, responsable humanitario de la ONU, visitó el cruce controlado por Israel entre Egipto y la Franja. “Esta ruta es una línea de vida vital para comida, medicinas, carpas y otra ayuda que salva vidas. Queremos verla repleta de camiones, como lo establece el acuerdo de paz”, escribió en X (anterior Twitter).
Pero Fletcher también advirtió que los días recientes han traído “reveses preocupantes”. A pesar de la promesa de un flujo masivo de ayuda, la entrada sigue siendo limitada.
Hamás y la ONU: exigencias cruzadas
Mientras Fletcher urgía a Hamás a devolver los cuerpos restantes, también pedía a Israel que permita el ingreso sin trabas del cargamento humanitario. Esta doble presión evidencia cuán frágil es el equilibrio: ambas partes incumplen partes del acuerdo.
Turquía intensifica su intervención altruista y diplomática
En una movida significativa, Turquía ha nombrado al embajador Mehmet Gulluoglu como Coordinador de Ayuda Humanitaria a Palestina. Su rol es evaluar necesidades urgentes, supervisar operaciones de la ONU, dialogar con Egipto y Jordania, y asegurar la evacuación médica de los heridos más graves desde Gaza.
Como parte de ese esfuerzo, Turquía ha enviado más de 102,000 toneladas de ayuda por aire y mar desde octubre de 2023, y otro cargamento adicional de 865 toneladas fue enviado el 14 de octubre durante el cese al fuego.
Además, informes de medios turcos señalan que una unidad de rescate integrada por 81 personas está lista para desplegarse en Gaza y colaborar con las búsquedas de cuerpos y la remoción de escombros, aunque las autoridades aún no han confirmado oficialmente esta operación.
¿Diplomacia internacional o protagonismo regional?
Este nuevo rol de Turquía compite con otros actores históricos en la región. Egipto, que históricamente ha actuado como mediador en conflictos israelo-palestinos, ahora cede protagonismo logístico a Ankara. Además, el apoyo explícito de Jordania podría cimentar un nuevo eje regional en favor de Palestina, inclinando la balanza en foros internacionales.
Israel: firme en su propósito, cauteloso con los nuevos actores
Desde el gobierno israelí, la recepción de ayuda humanitaria sigue siendo observada con escepticismo. Israel exige que toda ayuda sea canalizada a través de organizaciones reconocidas —no gubernamentales— y sometidas a inspección, para evitar que terminen en manos de grupos armados en Gaza.
“Cada camión examinado es una garantía de que la ayuda llega a civiles y no a quienes atacaron a nuestra gente”, dijo un vocero del Ministerio de Defensa israelí.
¿Un alto al fuego duradero?
Si bien el actual cese al fuego ha permitido el retorno de cuerpos y algunas liberaciones —Israel liberó a cerca de 2,000 prisioneros palestinos a cambio de los primeros intercambios—, expertos consideran que aún estamos lejos de una paz verdadera.
“El intercambio de cuerpos no es un símbolo de reconciliación, sino de cuán deshumanizante puede ser la guerra: hasta los muertos se convierten en moneda de negociación”, expresó la escritora israelí Orly Noy en un editorial reciente.
Por su parte, analistas palestinos advirtieron que la ventana de oportunidad diplomática se está cerrando rápidamente ante el uso político de los rehenes fallecidos y la lentitud de la ayuda.
El balance trágico: vidas e infraestructuras arrasadas
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios estima que más de 20,000 personas han muerto en Gaza desde octubre de 2023, entre ellas civiles, niños y personal médico. Al menos 60% de los edificios residenciales han sufrido daños severos o destrucción total.
A todo esto se suma que decenas de cuerpos siguen bajo escombros, sin sepultura, y otros están detenidos como evidencia de guerra. Queda al descubierto una guerra que no solo enfrenta ejércitos, sino también moralidades, símbolos y narrativas.
Mirando al futuro: ¿qué podría cambiar el curso del conflicto?
- Un alto al fuego definitivo con supervisión internacional.
- Un acuerdo multilateral para la evacuación sanitaria masiva.
- Un tratado sobre recuperación e identificación de restos civiles y militares.
- Mayor protagonismo diplomático de potencias regionales como Turquía y Qatar, junto con mecanismos de verificación como el CICR o la ONU.
La guerra aún no ha terminado, pero los cuerpos devueltos y la ayuda que lentamente cruza las fronteras aportan una tenue luz entre los escombros. Cada camión de comida y cada ataúd identificable representan tanto un alivio como una acusación: el conflicto fue humano, y solo de forma humana podrá llegar a su fin.