Jayden Daniels, Dak Prescott y el enigma NFC Este: Una rivalidad al filo del colapso
Washington y Dallas luchan por sobrevivir a un inicio turbulento en una de las divisiones más impredecibles de la NFL
El caos reinante del Este
La temporada 2025 de la NFL se está pareciendo más a una montaña rusa emocional para los fanáticos del Este de la NFC que a una contienda entre titanes. Washington Commanders y Dallas Cowboys se enfrentan en un momento clave: ambos equipos tambaleantes, con quarterbacks talentosos que brillan pero sin respaldo defensivo, y con entrenadores que lanzan discursos motivacionales como si eso bastara para cambiar la espiral descendente.
Jayden Daniels: evolución con altibajos
Después de un asombroso 2024 como novato sensación que llevó a Washington a una inesperada aparición en el juego de campeonato de la NFC, Jayden Daniels enfrenta su primera verdadera prueba de madurez. Tras un arranque de temporada 3-3, su equipo sigue plagado de errores no forzados, incluyendo un fumble decisivo del propio Daniels en la reciente derrota ante los Bears (25-24). Su lenguaje corporal lo dice todo: serio, lacónico y autocrítico.
“Aún nos falta camino por recorrer”, comentó Daniels en rueda de prensa con respuestas monosilábicas. “No somos un producto terminado”.
Los Cowboys: talento desperdiciado
Mientras tanto, en Dallas, el optimismo de Jerry Jones choca con una realidad innegable: el equipo tiene marca perdedora (2-3-1) pese a un rendimiento de MVP por parte de Dak Prescott, quien acumula 11 touchdowns y ningún balón perdido en los últimos tres partidos.
El coordinador ofensivo convertido en entrenador principal, Brian Schottenheimer, ofrece palabras que suenan a eco vacío: “Debemos orientarnos siempre a soluciones”. Pero ni esas frases ni la tradicional pompa del AT&T Stadium pueden maquillar una defensa que es la peor de la liga (rango 32) y que permitió más de 200 yardas a scrimmage del ex jugador Rico Dowdle la semana pasada. Karma, tal vez.
La defensiva de Dallas: víctima del esquema
La fragilidad defensiva de los Cowboys es alarmante. Desde la llegada del nuevo coordinador Matt Eberflus, el equipo ha tenido problemas para adaptarse a un esquema de zona que deja frecuentemente a receptores sin cobertura adecuada. A eso se suma la poca agresividad para generar robos de balón, punto en el que también sufre Washington con una diferencia de balones recuperados (diferencial de -3), ubicándose en el puesto 25 de la NFL.
¿El regreso de las estrellas?
La buena noticia para Dallas es la posible vuelta de su receptor estrella CeeDee Lamb y del guardia novato Tyler Booker, ambos lesionados del tobillo. A esto se une el regreso potencial del especialista en devoluciones de patada KaVontae Turpin.
Por parte de los Commanders, el receptor Terry McLaurin podría regresar tras perderse tres partidos por una lesión de cuádriceps. Pero el peso ofensivo sigue recayendo casi exclusivamente en Daniels, lo que deja al mariscal frente a una ofensiva predecible.
Entrar al partido 10 puntos abajo
El común denominador en las derrotas de Washington ha sido empezar lento. En cuatro de seis partidos, el equipo ha comenzado perdiendo por más de 10 puntos. Dan Quinn, ex coordinador defensivo de los Cowboys y ahora entrenador en jefe de los Commanders, busca soluciones internas: “Estamos buscando una ventaja competitiva, alguna competencia en práctica que reproduzca mejor esos escenarios”.
Prescott contra la adversidad
Dak Prescott, por su parte, continúa siendo el mejor quarterback invisible. No hay muchas menciones a su juego en el debate mediático, a pesar de que sus 10 pases de touchdown y más de 1,500 yardas lo colocan como uno de los QBs más eficientes de la liga. Su rating supera los 106 puntos, pero eso no se refleja en una clasificación que muestra a Dallas cuarto en su división, solo por encima de los Giants.
“Lo último que se me ocurre es que estemos fuera de la contienda”, declaró Jerry Jones, aferrado a una esperanza que parece cada vez más aspiracional que basada en hechos.
La variable solar
A pesar de lo anecdótico, la cuestión del sol en el AT&T Stadium se ha vuelto relevante. En partidos de día, los rayos de sol se cuelan por las puertas de cristal, generando deslumbramientos entre jugadores. CeeDee Lamb ya protestó la temporada pasada por una intercepción causada por el sol. Schottenheimer dice que ahora se preparan con “imágenes satelitales y planes logísticos”, como si eso fuera a evitar que se pierda un balón en pleno vuelo.
Quién necesita más esta victoria
- Washington (3-3): necesita una victoria que consolide el proyecto de Dan Quinn. Aunque llegaron a la final de la conferencia en 2024, la inconsistencia actual recuerda más a un equipo reconstruyéndose que a un contendiente serio.
- Dallas (2-3-1): con uno de los quarterbacks más eficientes y varios jugadores clave regresando de lesión, esta debería ser la oportunidad para encarrilar la temporada. Una derrota los dejaría prácticamente obligados a ganar cada semana siguiente, con rivales como Philadelphia y San Francisco en el horizonte.
Otros enfrentamientos relevantes del Este y sus efectos colaterales
En la misma jornada, los Chicago Bears (3-2) buscarán su cuarta victoria consecutiva enfrentando a los New Orleans Saints (1-5), que atraviesan su peor inicio desde 1999. Caleb Williams, novato número uno en el Draft, ya cuenta con cuatro remontadas en el último cuarto en su carrera, aunque su línea ofensiva y receptores están bajo constantes rotaciones por lesiones.
Mientras tanto, Miami Dolphins y Cleveland Browns se disputarán la redención tras caídas complicadas, y los Browns parecen vivir una crisis de continuidad ofensiva, con 11 partidos consecutivos sin superar los 17 puntos, la segunda peor marca desde 2000.
¿El comienzo del fin... o del renacer?
La NFC Este es una caja de sorpresas. Un equipo puede pasar de favorito a ser sustituido por su entrenador interino en cuestión de semanas, pero también puede renacer con una sola victoria inspiradora. Jayden Daniels y Dak Prescott representan las dos caras del dilema actual: juventud prometedora sin guía frente a experiencia consolidada sin respaldo.
El domingo en Arlington no solo está en juego una victoria, sino la narrativa de toda una temporada. ¿El futuro lo escribirá el mariscal en ascenso o el líder ignorado? Solo el campo lo dirá.