Seattle Seahawks y su dilema en casa: ¿Qué está pasando en Lumen Field?
A pesar de su fortaleza como visitantes, los Seahawks siguen luchando por recuperar su dominio en uno de los estadios más ruidosos de la NFL.
Una fortaleza que ya no impone
Durante años, el estadio Lumen Field fue sinónimo de pesadilla para los equipos rivales. Los Seattle Seahawks construyeron gran parte de su reputación allí, con una afición estridente que generaba uno de los niveles de ruido más altos en la NFL. Sin embargo, esa ventaja se ha desdibujado y hoy los Seahawks se encuentran en medio de una crisis doméstica que amenaza su temporada.
Actualmente, Seattle presume de un récord perfecto 3-0 como visitante en lo que va de la temporada 2025, mientras que en casa acumula un decepcionante 1-2. Esta situación ya tuvo su origen el año pasado, cuando cerraron con un pobre 3-6 en casa, su peor marca desde 2008. El contraste con el invicto en carretera resulta desconcertante para fanáticos y analistas por igual.
Mike Macdonald pone el foco: "Debemos defender nuestra casa"
El entrenador en jefe de los Seahawks, Mike Macdonald, no ha eludido la situación. Tras caer por 38-35 frente a Tampa Bay en casa, Macdonald fue claro: “Debemos ganar en casa. Es una de nuestras prioridades y aún no lo hemos conseguido. Seguimos decididos a cambiar eso.”
Desde su llegada, Macdonald ha enfatizado la necesidad de recuperar el respeto perdido en Lumen Field. Pero hasta ahora, ese esfuerzo no ha dado frutos.
¿Por qué rinden mejor lejos de casa?
La paradoja del desempeño en carretera frente a casa alimenta numerosas hipótesis. ¿Presión del público local? ¿Demasiada comodidad? ¿Coincidencia del calendario? Lo que es innegable es que Seattle tiene una racha activa de nueve victorias consecutivas como visitante, una cifra que establece un nuevo récord para la franquicia.
Su victoria más reciente fue un triunfo sólido 20-12 ante Jacksonville. En ese partido, el mariscal de campo Sam Darnold lanzó para 295 yardas y 2 touchdowns, mientras que Jaxon Smith-Njigba brilló con 8 recepciones para 162 yardas, incluyendo una atrapada de anotación de 61 yardas.
Reciben a unos Texans en alza
La siguiente prueba para los Seahawks será un duelo de Lunes por la Noche contra los Houston Texans (2-3). Aunque comenzaron la temporada con tres derrotas, los Texans se han recuperado y vienen de una imponente victoria 44-10 sobre Baltimore.
El joven mariscal C.J. Stroud, nombrado Jugador Ofensivo de la Semana en la AFC, lanzó para 244 yardas y 4 touchdowns en ese juego, evidenciando una evolución notable.
“La temporada es larga, y lo importante es cómo terminas, no cómo empiezas,” explicó el coach de Houston, DeMeco Ryans. “Lo fundamental es crecer cada semana.”
El impacto de Jalen Pitre en defensa
Uno de los pilares de esta recuperación para Houston es el versátil Jalen Pitre, quien lidera al equipo con 3 intercepciones. En el último encuentro contra los Ravens, logró dos de ellas.
“Jalen puede hacer de todo. Puede cubrir, presionar y jugar profundo. Esa habilidad de moverlo según lo que el juego requiera nos da muchas ventajas,” destacó Ryans.
Seattle: defensa también busca brillar
Ante Jacksonville, la defensa de Seattle mostró de lo que es capaz, limitando al rival a solo 273 yardas, incluyendo apenas 59 terrestres. El equipo registró 7 capturas y forzó tres despejes consecutivos en el último cuarto.
“Queríamos cerrar el partido y demostrarlo. El equipo lo sintió en la banda. Querían estar ahí y responder,” comentó Macdonald tras el juego.
Un juego terrestre en crecimiento
Houston también comienza a formar identidad en el juego por tierra, pese a la ausencia de su estrella Joe Mixon. La combinación entre Nick Chubb, con 249 yardas y 2 touchdowns, y el novato Woody Marks, con 137 yardas terrestres, 96 aéreas y 2 anotaciones totales, le ha dado solidez al ataque texano.
“Marks es un jugador violento a la hora de bloquear. Ha progresado mucho y eso lo demuestra cada semana,” afirmó el coordinador ofensivo Nick Caley.
¿Podrán los Seahawks romper la maldición de Lumen Field?
El partido frente a Houston ofrece una oportunidad inmejorable de devolverle algo de mística al estadio que alguna vez fue un bastión infranqueable. Tanto la ofensiva como la defensa parecen estar alcanzando buen nivel, pero la asignatura pendiente se resume en dos palabras: ganar en casa.
Si Seattle quiere pelear por la cima de la NFC Oeste, debe comenzar por defender su territorio. Recuperar a su afición como factor diferencial es esencial, más aún cuando el calendario comienza a endurecerse.
De no vencer a los Texans, las dudas alrededor de la cultura de equipo, las decisiones tácticas e incluso la dirección general de la franquicia podrían comenzar a crecer, a pesar de su brillante desempeño fuera de casa.