La dinastía del Corinthians femenino y la supremacía brasileña en la Copa Libertadores

Un análisis profundo sobre el tercer título consecutivo del Corinthians en la Libertadores femenina, el dominio de Brasil en el fútbol de clubes sudamericano y lo que significa este triunfo histórico para el futuro del deporte

En un escenario repleto de emoción en Buenos Aires, el Corinthians de Brasil se consagró campeón de la CONMEBOL Libertadores Femenina 2025, marcando un hito histórico al obtener su tercer título consecutivo y el sexto en total. Un dato no menor si se considera que ninguna otra institución ha podido replicar una seguidilla similar en el fútbol femenino sudamericano.

Un trofeo batido a mil pulsaciones

La final contra el Deportivo Cali fue una batalla tensa y sin goles en los 90 minutos reglamentarios. El desenlace, como en las mejores gestas del fútbol, se resolvió en la lotería de los penales. Cali falló un solo disparo, el de Kelly Ibargüen, y Corinthians respondió con precisión milimétrica. Ingrid Aparecida Jhonson Borges fue la heroína: engañó a la arquera Luisa Agudelo y firmó el 5-3 definitivo en la tanda.

Balance de poder: hegemonía brasileña

Con esta victoria, el fútbol femenino de Brasil confirma su aplastante presencia en el torneo continental desde su fundación en 2009:

  • 14 de las 17 ediciones han sido ganadas por equipos brasileños.
  • En 16 de esas finales, al menos un club brasileño fue protagonista.
  • Corinthians ha sido finalista en seis ocasiones y ha ganado todas.

Este dominio no solo resalta la inversión institucional al interior del país, sino también la diferencia estructural que existe entre las ligas femeninas de Brasil y otros países de la región.

Una defensa infranqueable

Uno de los datos más impresionantes que dejó este ciclo glorioso del Corinthians es que no ha recibido un solo gol en tiempo reglamentario en sus últimas cinco finales, lo que habla de una estructura táctica hermética y disciplinada. En otras palabras, es un equipo diseñado para ganar.

Bajo las órdenes del técnico Arthur Elias, Corinthians ha sabido combinar experiencia, velocidad y mentalidad ganadora para consolidarse como la fuerza dominante del continente.

El peso simbólico del tricampeonato

Ser campeón tres veces seguidas convierte a Corinthians en una dinastía. Para las jugadoras, es mucho más que una medalla: es el reconocimiento de un proceso exitoso y una nueva vara que mide la excelencia en el fútbol femenino. “Dimos todo. Los penales son una cuestión de suerte, pero estoy muy orgullosa de mi equipo”, declaró la defensora colombiana Stefanía Perlaza tras el encuentro, sellando con dignidad la derrota caleña.

La recompensa: Copa de Campeonas y millones

Además del prestigioso trofeo, Corinthians se lleva una jugosa bolsa de 2 millones de dólares y la clasificación al nuevo y prometedor torneo intercontinental: la Women’s Champions Cup, que se jugará en Londres entre enero y febrero próximos. Se trata de una plataforma global que puede abrir nuevas fronteras competitivas y comerciales para el club paulista.

Los otros protagonistas

En el partido por el tercer puesto, nuevamente Brasil mostró su músculo futbolístico. Ferroviária venció a Colo Colo por 1-0 con un gol temprano de Katiuscia Fernandes Soares. Si bien no tuvo cobertura ni gloria comparable con la final, este resultado reafirma cómo los clubes brasileños ocupan las posiciones de privilegio en el torneo continental.

¿Por qué está tan adelantado Brasil?

Las razones del éxito brasileño en la Libertadores femenina son múltiples, y responden a una combinación de políticas federativas, inversión y tradición:

  • Clubes profesionales con estructuras femeninas formales, mientras en otros países aún dependen del voluntarismo.
  • Un sistema de competencia nacional sólido: el Brasileirão Femenino incluye a 16 clubes con calendario, visibilidad y premios.
  • Apoyo institucional de la CBF, con incentivos económicos y logísticos para el desarrollo del fútbol femenino.
  • Un flujo constante de talento desde selecciones juveniles.

Esto lleva a que jugadoras como Victoria Albuquerque, Yasmin, Adriana o la arquera Lelê tengan minutos de calidad semana a semana, y cuando llega la Copa Libertadores, muestran un nivel muy superior al resto del continente.

El contraste con el resto de Sudamérica

En países como Argentina, Chile, Uruguay o Perú, la profesionalización del fútbol femenino aún es reciente. Colombia ha avanzado con Liga Femenina Dimayor desde 2017 y sus equipos ya han alcanzado dos finales (América 2020 y Cali 2021 y 2025), pero su infraestructura sigue siendo desigual. Según datos del Informe Global de FIFA sobre Fútbol Femenino (2022), solo el 35% de los clubes sudamericanos tiene una estructura profesional femenina.

Corinthians: un caso de estudio

Fundado en 2016 como equipo formal femenino, el Corinthians se ha transformado en poco tiempo en una potencia. Con una inversión técnica, física y humana sin precedentes, ha ganado seis Libertadores, tres Brasileirões, múltiples campeonatos estaduales y copa nacional.

El club también trabaja en la transformación social mediante el compromiso con la equidad de género y programas formativos con niñas desde temprana edad. Incluso, ha sido pionero en firmar contratos profesionales largos con jugadoras clave, algo todavía raro en Sudamérica.

¿Dónde está el techo?

El fútbol femenino del Corinthians podría estar mirando hacia horizontes más ambiciosos. Con la apertura de torneos intercontinentales como la Women’s Champions Cup, y el interés creciente de las cadenas televisivas mundialmente, no sería descabellado pensar que en un futuro cercano jugadores o incluso el equipo completo reciban invitaciones para competir en Europa u otros continentes.

“Nuestro objetivo no es solamente crecer en Brasil, sino que el mundo sepa quiénes somos”, dijo días antes de la final la estrella del mediocampo, Tamires, quien ha sido parte del club desde su refundación.

El futuro inmediato

Para Corinthians, el desafío es mantener este nivel con el paso del tiempo, y quizá más importante, lograr que el resto del continente eleve sus estándares para tener una competencia más pareja. De lo contrario, la Libertadores seguirá siendo un vitral brasileño año tras año.

Pero en todas sus luces y sombras, hay una certeza incontestable: el fútbol femenino en Sudamérica se está transformando, y Corinthians es el símbolo perfecto de esa nueva era.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press