Broncos vs. Giants: La remontada más insólita de la NFL en una década
Denver anotó 33 puntos en el último cuarto y destrozó el alma de los Giants, que se vieron afectados por errores fatales y otra derrota más a domicilio
Un giro de 180 grados en Mile High
El partido entre los Denver Broncos y los New York Giants del pasado 19 de octubre de 2025 será recordado no solo como un juego emocionante, sino como uno de los colapsos más estrepitosos en la historia reciente de la National Football League (NFL). Cuando los Giants lideraban 26-8 con menos de seis minutos en el reloj, parecía que tenían la victoria asegurada. Pero en la NFL, nada está garantizado hasta el último silbato.
Con una probabilidad de victoria inferior al 1% según Next Gen Stats, los Broncos lograron una remontada épica, anotando 33 puntos solo en el último cuarto para imponerse 33-32. Una locura estadística, emocional y táctica que dejó atónitos a jugadores, entrenadores, comentaristas y aficionados.
La narrativa de un colapso sin precedentes
Los Giants habían convertido el campo en su lienzo durante tres cuartos. Jaxson Dart, el mariscal novato de Nueva York, lanzó para 283 yardas y tres touchdowns, incluyendo un impresionante pase de 44 yardas a Daniel Bellinger. La defensa neoyorquina, por su parte, no permitía puntos y mantenía a los Broncos impotentes ofensivamente.
Pero todo cambió en un instante. Fue como si el aire saliera del globo Big Blue. El error crucial llegó cuando Dart, atrapado en el pasto, lanzó una intercepción a Justin Strnad, quien devolvió el balón hasta la yarda 19. Eventualmente, Bo Nix conectó con R.J. Harvey, reduciendo la diferencia a solo tres puntos.
Bo Nix, el titán del cuarto final
Bo Nix, el mariscal de los Broncos, tuvo un cierre de partido digno del Salón de la Fama. Fue el primer jugador en la historia de la NFL en correr para dos anotaciones y lanzar para otras dos en un mismo cuarto. Convirtió jugadas bajo presión, lideró ofensivas letales y, sobre todo, mostró aplomo en situaciones límite.
Uno de los momentos más electrizantes fue su acarreo de 18 yardas a la zona de anotación faltando menos de dos minutos, que puso a los Broncos arriba por primera vez en el partido, 30-26. Y cuando Dart respondió con otra ofensiva que los puso adelante 32-30, Nix no dudó. Completó dos pases largos a Marvin Mims y Courtland Sutton, y dejó la mesa servida para que Wil Lutz ejecutara el gol de campo de la victoria con el reloj en ceros.
El contexto histórico de la remontada
¿Qué tan improbable es lo que lograron los Broncos? Según reportó CBS durante la transmisión, los equipos de la NFL habían ganado 1,602 partidos consecutivos cuando lideraban por 18 o más puntos con seis minutos o menos en el último cuarto. Esa racha acabó esa tarde en Denver.
Además, los 33 puntos anotados por los Broncos en el último cuarto representan la segunda mayor cantidad en la historia de la liga, solo superada por los 34 puntos de los Detroit Lions en 2007 contra Chicago.
El efecto psicológico: "Esto nos va a perseguir un buen tiempo"
La derrota caló hondo en los Giants. El tight end Daniel Bellinger fue contundente: "Esto nos va a perseguir un buen tiempo". El entrenador Brian Daboll no necesitó muchas palabras: "Pusieron su corazón y alma en esto. Pero no hay mucho que decir después de perder un partido así".
Para el joven mariscal Dart, fue un baño de realidad. A pesar de su actuación destacada, la intercepción y la incapacidad de sostener el liderato lo dejaron abatido. "Odio perder. Es una sensación horrible", confesó con la voz entrecortada.
Errores que costaron caro
Más allá de la intercepción de Dart, los Giants cometieron errores de ejecución clave en momentos decisivos. Uno particularmente costoso fue el fallo del pateador Jude McAtamney, quien erró dos puntos extra, incluyendo el que hubiera colocado el marcador 33-30 a favor de Nueva York con menos de un minuto por jugar. Ese punto perdido permitió la victoria de Denver con un gol de campo en lugar de requerir un touchdown.
Un partido para los libros de historia
Este comeback no solo pasará a la historia por los récords rotos, sino también por el contexto emocional. El partido se celebró el día en que los Broncos rindieron homenaje al fallecido Demaryius Thomas, ícono de la franquicia y miembro del equipo campeón del Super Bowl 50. También fue la primera aparición de Dre Greenlaw tras su lesión, sumando seis tacleadas en su debut con Denver.
La defensa de los Giants que había sido impenetrable durante tres cuartos permitió 227 yardas y todos los puntos en el cuarto final. Las emociones cambiaron rápidamente en el estadio de los Broncos: de la resignación y los abucheos a la euforia total.
¿Qué sigue?
Los Broncos (5-2) se consolidan como candidatos serios en la AFC y buscarán seguir su racha ganadora en casa cuando reciban a los Dallas Cowboys la próxima semana. Han ganado ocho seguidos en casa, la mejor marca actual en la NFL.
Por su parte, los Giants (2-5) deben enfrentar sus fantasmas rápidamente mientras se preparan para visitar a los Philadelphia Eagles, un equipo al que ya vencieron en casa el 9 de octubre. Pero con una racha de nueve derrotas seguidas como visitantes, todo indica que necesitan más que motivación.
Como dijo Dart en su reacción final: "No puedes permitir que una derrota te lleve a otra. Tenemos buenos líderes. Buenos jugadores. Tenemos que encontrar la forma de cerrar los partidos y de recuperarnos".
¿Fue culpa de Dart? ¿O fue un desastre colectivo?
Esta es una de las preguntas más frecuentes tras un colapso de esta magnitud. Si bien la intercepción de Dart fue crucial, sería injusto cargarle toda la responsabilidad. Desde los dos errores del pateador, la caída de la defensa, las decisiones cuestionables del cuerpo técnico y el liderazgo vacilante en el tramo final, los Giants colapsaron en todas las fases del juego.
En cambio, los Broncos supieron cómo capitalizar cada error. Bo Nix manejó los tiempos como un veterano, el entrenador Sean Payton (más allá de su penalización innecesaria por ingresar al campo) confió en su elenco, y el equipo nunca perdió la fe. O como dijo Patrick Surtain: "Perdí la esperanza… pero lo que no perdimos fue la compostura".
¿El inicio de la redención para Denver?
Este partido puede marcar un antes y un después para los Broncos. Luego de años de inconsistencia, este tipo de victorias redefinen culturas. Tienen un quarterback joven en Nix que está mostrando un liderazgo admirable, una defensa resiliente en los momentos clave, y una mística en casa difícil de igualar.
Queda mucho por jugar en esta temporada, pero si algo quedó claro es que los Broncos han encontrado su identidad: nunca rendirse. Y los Giants… bueno, ellos aún deben aprender cómo cerrar partidos.