Fuego Cruzado entre el Gobierno de California y los Marines: ¿Hasta dónde llega la seguridad militar?
Una demostración militar en Camp Pendleton derivó en una disputa política y preocupaciones por la seguridad civil tras la caída de metralla sobre una autopista cerrada por Gavin Newsom
¿Qué ocurrió exactamente en Camp Pendleton?
Durante el fin de semana del 18 y 19 de octubre de 2025, una demostración de artillería con fuego real por parte del Cuerpo de Marines de EE.UU. en la base de Camp Pendleton, California, desencadenó una controversia nacional. En el marco de las actividades conmemorativas por el 250 aniversario del Cuerpo de Marines, se dispararon rondas de artillería de 155 mm por encima de un tramo cerrado de la autopista Interestatal 5 (I-5), una decisión que el gobernador de California, Gavin Newsom, objetó contundentemente por razones de seguridad.
Uno de los proyectiles detonó accidentalmente en el aire fuera del área designada de impacto, lo cual provocó que fragmentos metálicos cayeran sobre un vehículo patrulla de la California Highway Patrol (CHP). Aunque no hubo heridos, el evento reavivó la preocupación sobre la seguridad de este tipo de ejercicios en zonas colindantes con infraestructuras civiles.
Una “celebración” que casi termina en tragedia
La puesta en escena tenía un objetivo simbólico y político: honrar al Cuerpo de Marines ante su histórico aniversario. El ejercicio contó con la presencia del vicepresidente JD Vance, un exmarine que participó en la guerra de Irak, así como del secretario de Defensa Pete Hegseth. Las autoridades federales aseguraron que la demostración cumplía con todos los protocolos de seguridad.
Sin embargo, para el gobernador Newsom, no fue aceptable. A pesar de asegurar una parada temporal en el tráfico de 17 millas de la carretera, su administración insistió en que disparar encima de una autopista, incluso vacía, era innecesario y peligroso. En un mensaje en la red social X, Newsom escribió:
“Amamos a nuestros Marines y estamos agradecidos con Camp Pendleton, pero la próxima vez, ni el Vicepresidente ni la Casa Blanca deberían ser tan imprudentes con las vidas humanas por proyectos vanidosos.”
¿Un error aislado o un riesgo permanente?
La presencia de metralla sobre el asfalto encendió todas las alarmas. Uno de los oficiales, que patrullaba la zona cerrada al tráfico, informó haber escuchado sonidos similares a piedras cayendo cerca de su motocicleta. Posteriormente encontró un fragmento metálico de aproximadamente 2,5x1,3 cm. Otro fragmento de mayor tamaño (5x1,3 cm) fue hallado sobre el cofre de un vehículo patrulla sin ocupantes. El daño incluyó un pequeño agujero y rayaduras.
Las maniobras militares fueron suspendidas inmediatamente tras el incidente, y se inició una investigación interna por parte del I Marine Expeditionary Force. Su portavoz, el Capitán Gregory Dreibelbis, declaró:
“Estamos comprometidos a encontrar la causa raíz del incidente y aplicar los hallazgos a futuras misiones.”
¿Por qué disparar sobre la I-5?
El Cuerpo de Marines ha manifestado que el cierre de la carretera fue excesivo y que el ejercicio podía realizarse con total seguridad. Históricamente, Camp Pendleton ha sido hogar de maniobras y simulacros de entrenamiento complejos pero controlados, al ser una de las bases más grandes y activas del país con más de 125,000 soldados y personal civil. Sin embargo, este tipo de ejercicios en inmediaciones de infraestructura crítica son extremadamente inusuales.
Lo que más llamó la atención fue que se eligiera un escenario tan simbólico como la I-5, un vínculo vertebral entre Los Ángeles y San Diego. La carretera transporta a diario cerca de 300,000 vehículos, y aunque se encontraba cerrada durante los ejercicios, la cercanía con el entorno urbano hizo que el riesgo no pudiera ser subestimado.
JD Vance: ¿prestigio político o provocación institucional?
JD Vance, conocido por su trayectoria como marine, autor de Hillbilly Elegy, y perteneciente al ala republicana más combativa, ha utilizado su figura militar para consolidar una imagen de patriotismo férreo. Pero su presencia en un evento con alta carga simbólica y controversia de seguridad plantea la pregunta: ¿fue esta actividad un tributo legítimo o un acto de propaganda política?
La brecha entre gobiernos estatal y federal se vio acentuada por el hecho de que California, un bastión demócrata, tiene un largo historial de tensiones con políticas militares centrales, sobre todo en lo que respecta a derechos civiles, uso del suelo y medio ambiente. Con Vance y Hegseth encabezando un evento de este tipo, para muchos fue percibido como un gesto desafiante en territorio de Newsom, un potencial candidato presidencial para 2028.
¿Cuál es la historia de Camp Pendleton?
Fundada durante la Segunda Guerra Mundial en 1942, la base de Camp Pendleton se ha constituido como uno de los centros neurálgicos del Cuerpo de Marines de Estados Unidos. Su extensión de más de 500 km² y sus ecosistemas diversos permiten realizar entrenamientos tanto anfibios como terrestres. Alberga anualmente decenas de simulacros conjuntos con fuerzas aliadas, como parte de su misión de preparación global.
Sin embargo, en los últimos años ha sido objeto de críticas por su proximidad con zonas urbanizadas, afectando tanto al tráfico como al medio ambiente. El ejercicio militar sobre la I-5 representa un hito dentro de una serie de decisiones arriesgadas que ya han causado malestar entre legisladores estatales.
El dilema civil-militar: ¿dónde está el límite?
Este incidente refleja un debate más amplio sobre la coexistencia entre actividades militares y espacios civiles. Aunque las fuerzas armadas justifican sus maniobras como necesarias para la seguridad nacional y la preparación operativa, los gobiernos estatales suelen tener una visión más precavida.
Según un reporte del GAO (Government Accountability Office), cerca del 35% de las instalaciones militares de EE.UU. están a menos de 10 millas de zonas densamente pobladas, lo que implica una creciente necesidad de coordinación estratégica con autoridades civiles.
Además, el precedente de accidentes durante ejercicios militares no es menor. Ejemplos como los lanzamientos de proyectiles erráticos en bases de entrenamiento en Texas (2020) o explosivos sin detonar en Alabama (2017) alarmaron a comunidades cercanas e impulsaron reformas locales.
Reacciones políticas y consecuencias a largo plazo
La respuesta tajante de Gavin Newsom no es simplemente una crítica más. En un clima de polarización en ascenso y con miras a futuros comicios federales, cada incidente se convierte en una batalla por la narrativa pública. Algunos partidos locales han solicitado explicaciones al Pentágono y demandan que no se autoricen ejercicios futuros sobre terrenos colindantes a zonas urbanas.
Aunque JD Vance aún no se ha pronunciado oficialmente ante los medios sobre el incidente particular de la metralla, fuentes cercanas al viceportavoz aseguraron que el evento fue considerado “un éxito logístico y patriótico”. Esta interpretación infantiliza los riesgos reales que vivieron los oficiales de la CHP que estuvieron a metros de ser heridos o incluso muertos.
La pregunta de fondo es: ¿quién decide sobre la seguridad pública cuando se cruzan intereses militares, políticos y ciudadanos?