Las luces y sombras de Hollywood en Las Vegas: ¿una oportunidad brillante o un riesgo fiscal?

El debate sobre los incentivos fiscales a productoras de cine como Sony y Warner Bros. revela las tensiones entre desarrollo económico y servicios públicos en Nevada

Las Vegas siempre ha sido sinónimo de entretenimiento, lujo y apuestas. Pero ahora, esta icónica ciudad del desierto quiere apostar por una nueva industria: el cine. Y no cualquier cine, sino una auténtica plataforma para Hollywood en pleno Oeste americano.

El ambicioso proyecto liderado por Sony Pictures Entertainment y Warner Bros. Discovery —bajo el nombre de Summerlin Studios— busca transformar los suburbios del oeste de Las Vegas en un polo de producción audiovisual con altos estándares tecnológicos. Sin embargo, su futuro depende de una polémica propuesta de incentivos fiscales que ha dividido a ciudadanos, sindicatos, políticos y economistas.

¿Qué implica el megaproyecto cinematográfico?

La propuesta contempla la construcción de 10 escenarios de filmación, hoteles, restaurantes, un centro médico y un barrio planificado en la zona oeste de la ciudad. Para recibir el crédito fiscal, los estudios deben invertir $4,500 millones en 15 años, incluyendo $400 millones iniciales para construir las instalaciones de grabación y otros $1,800 millones destinados al desarrollo comercial de la zona.

El plan propone otorgar hasta $95 millones en créditos fiscales a estas compañías cinematográficas. Según sus promotores, especialmente la organización sindical Laborers’ International Union of North America Local 872, esto podría generar 19,000 puestos de trabajo en la fase de construcción y reactivar la economía local.

“Con estudios cinematográficos traes un tipo diferente de turista, como ocurre con los equipos deportivos. No solo es el turista que viene a jugar; viene quien quiere experimentar el espectáculo en sí”, señala Tommy White, líder sindical.

Cuando el cine se convierte en motor económico: el ejemplo de Georgia

Los defensores del proyecto miran con envidia el ejemplo de Georgia. Desde que introdujo un generoso programa de créditos fiscales en 2008, este estado se ha convertido en el segundo mayor centro de producción audiovisual de EE. UU., apodado la “Hollywood del Sur”. Allí se han grabado éxitos como Stranger Things, The Walking Dead y Avengers: Endgame.

Según Carlianne Patrick, profesora asociada de la Universidad Estatal de Georgia, solo en 2024 el estado otorgó créditos por $1,350 millones. Sin embargo, los retornos fiscales fueron escasos: 17 centavos por cada dólar invertido. Además, buena parte de los empleos creados no son permanentes o de tiempo completo.

¿Está preparada Las Vegas para competir con gigantes?

El gran reto de Las Vegas es su falta de experiencia como centro de producción audiovisual, en contraste con ciudades como Atlanta, Los Ángeles o incluso Albuquerque. Para atraer a grandes estudios, necesita ofrecer condiciones competitivas, tanto económicas como logísticas.

Con una disminución del 11.3% en la afluencia turística entre junio de 2024 y junio de 2025, el sector busca nuevas formas de atraer visitantes. La industria cinematográfica parece ser una opción viable, sobre todo si se logra integrar con experiencias culturales como tours de rodaje, premieres exclusivas o ferias temáticas.

Stephen Weizenecker, abogado especializado en legislación cinematográfica de Georgia, señala que los fans viajan a los lugares donde se filmaron sus películas favoritas. En su estado, los escenarios de rodaje de Forrest Gump y The Hunger Games se han convertido en imanes turísticos.

La resistencia sindical y el miedo al "regalo corporativo"

No todos están de acuerdo con estos créditos fiscales. AFSCME (Federación Estadounidense de Empleados Estatales, del Condado y Municipales), que representa a miles de trabajadores del estado de Nevada, ha lanzado duras críticas a la propuesta. En una carta dirigida al gobernador republicano Joe Lombardo, argumentan que es una “medida fiscalmente irresponsable e indefendible políticamente”.

Citan un estudio del estado de mayo de 2025 que indica que la política solo generaría $0.52 en ingresos fiscales por cada dólar en crédito. Para los empleados públicos, esta es una sangría presupuestaria que pone en riesgo servicios esenciales como salud mental, educación y vivienda.

“Si van a crear empleos al costo de recortar servicios públicos que los nevadenses necesitan, no están resolviendo ningún problema”, declara Jared Kluesner, enfermero psiquiátrico y miembro del sindicato.

El precedente de las producciones que nunca llegan

Gran parte del escepticismo proviene también de experiencias pasadas en otros estados. En Nueva York, Michigan y Florida, varios proyectos de incentivos fiscales terminaron siendo criticados por falta de transparencia, promesas incumplidas en generación de empleo y retornos fiscales mucho menores a los proyectados.

Además, como recordó David O’Reilly, CEO de Howard Hughes Holdings y desarrollador del estudio Summerlin Studios, los estudios solo vendrían a Nevada si reciben los incentivos. “No hay razón para que Sony y Warner filmen aquí si otros 20 estados o países les ofrecen mejores ofertas”, afirmó.

Una oportunidad para redefinir la imagen de Las Vegas

La ciudad de Las Vegas, más allá de sus casinos y neones, podría convertirse en un lugar atractivo para talentos jóvenes del cine, universidades de diseño audiovisual y polos tecnológicos de innovación aplicada al entretenimiento. Si las condiciones son bien estructuradas y fiscalizadas, la llegada de la industria cinematográfica podría diversificar una economía todavía altamente dependiente del turismo y el juego.

Pero sin una planificación clara, sin garantías de que los empleos permanecerán una vez terminado el rodaje, y sin un plan fiscal sólido, el riesgo es grande. La confianza ciudadana y la credibilidad del gobierno estarían en juego si resulta ser otra “burbuja de set de película”.

¿Qué necesita Nevada antes de decir 'luz, cámara, acción'?

  • Mayor transparencia: Detallar públicamente en qué se usarán los créditos y cómo se monitoreará su impacto.
  • Rendición de cuentas: Que las productoras firmen contratos con compromisos concretos de empleos y actividad local.
  • Protección de servicios públicos: Garantizar que los fondos para salud, educación y seguridad no se verán comprometidos.
  • Inversión en talento local: Fomentar escuelas y programas de formación audiovisual para que los puestos de trabajo no se importen de otros estados.

Las Vegas está en una encrucijada. Puede convertirse en un nuevo epicentro global del séptimo arte. Pero en este guión de política económica, no hay cortes ni segundas tomas. El futuro del cine en Nevada se juega en la próxima sesión legislativa, y la audiencia está expectante.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press