Graham Potter regresa a Suecia con una sola misión: llevar a su segundo hogar al Mundial 2026

El exentrenador del Chelsea vuelve donde todo comenzó, con la esperanza de revivir la ilusión de una Suecia estancada en las eliminatorias mundialistas

Una historia que se cierra en círculo: de Östersund a la selección sueca

En el fútbol pocas veces un retorno tiene tanto sentido emocional como el de Graham Potter a Suecia. El técnico inglés, de 50 años, ha regresado al país escandinavo que vio nacer su carrera como entrenador de élite, esta vez con un reto mucho mayor: clasificar a una selección nacional herida rumbo al Mundial 2026.

El trayecto de Potter en Suecia comenzó en 2011, cuando tomó las riendas del Östersunds FK, por aquel entonces en la cuarta división del país. En apenas siete años, no solo llevó al modesto club a la Allsvenskan (la primera división), sino que incluso ganó una Copa de Suecia en 2017 y llevó al equipo a una sorprendente participación internacional en la UEFA Europa League, eliminando al Galatasaray y plantándole cara al Arsenal de Arsène Wenger (victoria 1-2 en el Emirates).

Ese currículum, combinado con una mentalidad táctica moderna y su famoso concepto de “academia cultural” —que obligaba a sus jugadores a salir de su zona de confort mediante actividades como danza, teatro o lectura de poesía—, lo convirtieron en una figura venerada en Suecia. Ahora, más de una década después, vuelve con un país entero expectante.

Una selección en punto muerto

La selección sueca atraviesa uno de sus peores momentos en los últimos años. Ocupan el último lugar en su grupo de clasificación para el Mundial 2026 con apenas un punto en cuatro partidos. Han sufrido derrotas consecutivas ante Kosovo, incluyendo una en casa que desató el caos en la Federación.

Como consecuencia, Jon Dahl Tomasson, entrenador danés que apenas había tomado el timón en 2024, fue despedido tras una gestión ineficaz y sin identidad.

Un equipo de estrellas apagadas

Paradójicamente, el problema de Suecia no es la falta de talento. El país cuenta con futbolistas de primer nivel:

  • Alexander Isak – Delantero del Liverpool.
  • Viktor Gyökeres – Delantero del Arsenal.
  • Anthony Elanga – Extremo del Newcastle United.
  • Roony Bardghji – Joven promesa del FC Barcelona.
  • Lucas Bergvall – Mediocampista ofensivo fichado por el Tottenham.

Sin embargo, el equipo carece de cohesión, balance y, sobre todo, liderazgo. La llegada de Potter apunta precisamente a resolver este dilema.

¿Qué puede aportar Potter a tan corto plazo?

El contrato de Potter con la federación sueca es, por ahora, temporal. Se hará cargo del equipo en los dos próximos partidos clasificatorios ante Suiza y Eslovenia. Si Suecia logra obtener el pase a los playoffs de marzo —algo muy probable al haber ganado su grupo en la última UEFA Nations League—, él también los dirigirá en esa instancia decisiva.

En conferencia de prensa, Potter fue directo: “No se trata de filosofía, construcción o procesos. Es ganar partidos y llevar al equipo al Mundial.”

La importancia del colectivo: la esencia del fútbol sueco

Potter nunca ha ocultado su admiración por la mentalidad sueca: la ética de trabajo, el respeto por el equipo por encima del ego individual. Su visión encaja perfectamente con la idiosincrasia futbolística del país, aunque sus mejores figuras jueguen en ligas más individualistas como la Premier League.

“Mi experiencia en Suecia me enseñó que el colectivo es lo más importante. No se trata de los 11 mejores jugadores, sino del mejor once posible,” declaró Potter, en lo que se sintió más como una declaración de principios que una consigna táctica.

¿Por qué volver a Suecia?

Después de una montaña rusa en la Premier League —incluyendo un paso prometedor en Brighton, un caótico y breve ciclo en el Chelsea y un fugaz paso por el West Ham—, Potter se toma esta oportunidad casi como una redención y, ciertamente, una misión personal.

Recordemos que su último gran “fracaso” fue con el Chelsea en la temporada 2022-2023. Llegó con grandes expectativas como el primer DT del nuevo proyecto de los dueños estadounidenses, pero fue devorado por el ambiente hostil, la presión desmedida y un vestuario desbalanceado, tras apenas siete meses en el club.

Luego, aceptó el contrato con el West Ham en enero de 2025, pero no consiguió levantar al equipo ni competir por puestos europeos, y fue despedido en septiembre del mismo año.

Volver a Suecia representa para él más que trabajo; representa regresar a un lugar donde su liderazgo floreció sin el ruido mediático ni la impaciencia que inunda al fútbol inglés.

¿Es tarde para reaccionar?

Con cuatro partidos jugados y apenas un punto, todo indica que Suecia no llegará directamente al Mundial 2026. Sin embargo, el camino del playoff está abierto gracias al desempeño en la Nations League. En ese escenario, la experiencia de Potter en duelos a eliminación directa —como los vividos en la Europa League con Östersund o la FA Cup con Brighton— podría marcar la diferencia.

Vale recordar que Suecia fue una de las selecciones que más sorprendió en la historia reciente con su cuarto lugar en 1994, y ha logrado mantenerse competitiva en torneos como la Eurocopa 2016 (octavos de final) y Copa del Mundo 2018 (cuartos de final). Pero desde entonces, ha entrado en una espiral de estancamiento.

Un entrenador con impacto inmediato: ¿es posible?

Potter no ha tenido tiempo para implementar grandes tácticas o cambios estructurales. Sin embargo, tiene dos aspectos claves que podrían jugar a su favor:

  1. Conocimiento del medio sueco: No necesita tiempo para familiarizarse con la cultura o el entorno.
  2. Respeto automático dentro del país: Por su legado en Östersund, tiene un crédito social y deportivo que pocos entrenadores foráneos pueden gozar.

Una oportunidad para escribir historia

“De niño soñaba con un Mundial”, dijo Potter durante su presentación, “y poder ayudar a un país que fue clave en mi vida y mi carrera... es emocionante más allá de lo profesional.”

Potter está ante una posibilidad rara: volverse el héroe de un país que no es el suyo por nacimiento, pero sí lo es por adopción. Convertirse en el hombre que resucite a una potencia dormida como Suecia y la devuelva al escenario más importante del deporte mundial.

Si lo logra, más allá de redimirse ante el mundo tras sus desencuentros con la Premier League, podrá decir que su viaje futbolístico alcanzó su clímax justo donde empezó.

¿Será Potter el ‘Lagerbäck’ moderno?

En la memoria colectiva de los suecos aún está vivo el recuerdo del exitoso entrenador Lars Lagerbäck, que llevó a Suecia a varias Eurocopas y un Mundial. Potter, aunque inglés, podría convertirse en un técnico identificado culturalmente con Suecia al igual que Lagerbäck lo fue futbolísticamente.

¿Podrá imitar su legado? ¿O todo será un fugaz acto de nostalgia antes de una inevitable reconstrucción post-eliminación? Lo sabremos en los próximos meses.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press