West Ham se derrumba en casa otra vez: ¿Crisis en el Estadio Olímpico?

Brentford domina a unos Hammers desorientados y deja en evidencia los problemas estructurales del club londinense

El colapso continúa en casa

El West Ham United está viviendo una temporada para el olvido como local. El lunes sumó su cuarta derrota consecutiva en casa en la Premier League, esta vez a manos de un Brentford ambicioso que salió al Estadio Olímpico dispuesto a llevarse los tres puntos desde el primer minuto.

El match terminó 0-2, pero el castigo pudo haber sido mayor. El equipo dirigido por Nuno Espírito Santo fue superado en todas las líneas, en una noche que refleja el profundo malestar estructural que vive el club.

Desmoronados en ataque y defensa

Antes del duelo, ambas escuadras llegaban con rachas opuestas como visitantes y locales respectivamente: West Ham había perdido todos sus partidos en casa, mientras que Brentford no había podido ganar fuera. Pero desde el inicio, fue claro que esa estadística no perduraría.

Brentford registró 22 tiros a puerta contra solo 7 del West Ham. El marcador se abrió justo antes del descanso, cuando Igor Thiago aprovechó una jugada a balón largo que la defensa local no supo despejar. El gol fue validado pese al manotazo del portero Alphonse Areola, quien no pudo evitar que el balón cruzara su línea de gol.

El segundo tanto llegó en el 94’, una vez más tras un pase largo que desarmó la zaga. Keane Lewis-Potter asistió para que Mathias Jensen sellara la victoria con un remate certero.

Un equipo partido y sin alma

No fue solo el resultado, sino el cómo se dio. West Ham fue un equipo sin ideas, intranscendente, superado física y tácticamente. La posesión, los duelos individuales y especialmente las segundas jugadas fueron dominadas por Brentford, que mostró más deseo competitivo desde el inicio.

El comentarista Mikkel Damsgaard, mediocampista visitante, fue claro en su análisis: “Probablemente pudimos marcar más. Creamos muchas ocasiones y tuvimos muchos tiros de esquina, pero nos vamos satisfechos con los tres puntos”.

La afición dice basta

El ambiente en el estadio no fue el habitual. Muchos asientos vacíos destacaban en las gradas del Estadio Olímpico de Londres. Algunos aficionados del West Ham decidieron boicotear el partido como señal de protesta ante lo que consideran una gestión errática por parte de los propietarios del club.

Desde la polémica mudanza de Upton Park al Estadio Olímpico en 2016, los seguidores sienten que el alma del equipo se ha diluido. Las promesas de competir al más alto nivel europeo quedaron en promesas, y ahora sufren una campaña caótica que los coloca en el puesto 19 con solo 4 puntos tras 8 encuentros.

Los números que revelan la decadencia

  • Peor diferencia de goles en la Premier League: -12
  • Menor cantidad de goles anotados en casa: 2 goles en 4 encuentros
  • Promedio de tiros permitidos por juego como local: 18,5

Estadísticas como estas dejan claro que el problema no es solo de resultados, sino de planificación y estructura deportiva.

¿Hay futuro con Nuno?

La llegada de Nuno Espírito Santo generó expectativas tras sus experiencias previas en el Wolverhampton y el Tottenham (aunque breve). Sin embargo, en West Ham su idea de juego no ha calado y el equipo muestra una preocupante falta de identidad.

Más allá de los errores individuales, el sistema defensivo hace aguas. La presión alta es inexistente, los retrocesos defensivos son lentos y los carrileros quedan expuestos constantemente. A nivel ofensivo, se percibe un aislamiento de los delanteros, sin generación desde el mediocampo.

Brentford: una lección de efectividad y trabajo

En contraste, Brentford aprovechó este escenario para reivindicar su propuesta. Con 10 puntos en 8 jornadas, el equipo de Thomas Frank se ubicó en la casilla 13, pero lo más importante fue el despliegue colectivo y el hambre que mostraron sus jugadores.

El delantero Igor Thiago fue una amenaza constante, obligando a la zaga a retroceder metros. El mediocampo liderado por Mathias Jensen y Damsgaard controló el ritmo del partido, y la defensa se mostró sólida incluso cuando West Ham logró pisar su área.

Brentford vuelve a casa con una victoria valiosa y con señales claras de que su proceso de crecimiento sigue firme.

¿Y ahora qué?

El futuro inmediato de West Ham se plantea lleno de incógnitas. Con partidos clave por delante contra equipos directos en la lucha por no descender, la dirección técnica y la dirigencia tendrán que actuar rápido si quieren evitar un colapso mayor.

Mientras tanto, la prensa local ya comienza a especular con posibles sustitutos en el banquillo y movimientos en el mercado de invierno.

La voz del hincha: entre la nostalgia y la frustración

Las redes sociales se llenaron de mensajes de frustración post partido:

@HammerHeart_66: “Desde que dejamos Upton Park parece que dejamos de ser un club de fútbol. No hay alma, no hay pasión. Solo contratos de televisión y sponsors”.

@ForeverIrons: “No se puede competir en la Premier League con esta defensa. Ni la Championship, diría yo. Exigimos rendición de cuentas ya”.

Este clima emocional plantea una temporada complicada desde lo anímico para un club que alguna vez supo ser faro de talento británico.

Un equipo sin rumbo en una liga despiadada

La Premier League no da tregua, y equipos que no evolucionan tácticamente ni generan competitividad interna están condenados al sufrimiento. West Ham parece vivir estancado entre decisiones erróneas y un modelo agotado.

Solo el tiempo dirá si esta crisis es pasajera o terminal, pero lo cierto es que los Hammers tocan fondo… otra vez, en su propia casa.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press