Batalla en las Bibliotecas: La cruzada de Alabama contra los libros con temática transgénero
Los intentos de censura en bibliotecas públicas reavivan tensiones sobre derechos LGBTQ+ y libertad de expresión en el sur de EE.UU.
Un nuevo frente de la guerra cultural en Estados Unidos
En el corazón del sur de Estados Unidos, el estado de Alabama se ha convertido en el centro de una de las batallas más encendidas sobre el acceso a literatura con temáticas LGBTQ+ en bibliotecas públicas. El Consejo de Servicios Bibliotecarios Públicos de Alabama está evaluando una propuesta que busca prohibir la colocación de libros que representen positivamente temas transgénero en las secciones infantiles y juveniles de las bibliotecas públicas.
Si se aprueba, este cambio de norma podría tener consecuencias significativas no solo en el acceso de niños y adolescentes a una representación diversa, sino también en la forma en que las bibliotecas operan y qué materiales consideran "apropiados". Esta propuesta ha provocado una reacción inmediata tanto de defensores de los derechos LGBTQ+ como de quienes promueven una visión más conservadora del papel de las bibliotecas.
El contenido de la propuesta: ¿qué significa "material inapropiado"?
La estricta redacción de la nueva iniciativa plantea que cualquier libro que "represente positivamente procedimientos transgénero, ideología de género o el concepto de más de dos géneros biológicos" será considerado inapropiado para las secciones juveniles.
Esto significa que desde novelas gráficas hasta cuentos infantiles que incluyen personajes transgénero o no binarios podrían ser retirados o reubicados en secciones para adultos. Los detractores de la medida, como Matthew Layne, expresidente de la Asociación de Bibliotecas de Alabama, argumentan que esta es una forma de "vigilar ideas" en lugar de proteger a los menores.
Las voces en contra: literatura como salvación
Una de las intervenciones más conmovedoras en la audiencia pública fue la de Alyx Kim-Yohn, bibliotecarie en el norte del estado y persona queer. Kim-Yohn relató cómo en su adolescencia la literatura sobre personas LGBTQ+ les ayudó a superar pensamientos suicidas provocados por el aislamiento y el acoso.
"Lo que me salvó fue leer literatura que incluía a personas como yo. Lo que me salvó fue saber que era posible crecer y vivir como adulte queer", dijo con voz entrecortada.
Testimonios como el de Alyx subrayan la importancia vital que estos materiales tienen para jóvenes en situaciones de vulnerabilidad. La representación en los medios —incluidos los libros— puede marcar la diferencia entre la desesperación y la esperanza.
Los defensores: protección vs. censura
Quienes apoyan la propuesta, liderados por figuras como Julia Cleland del Eagle Forum, argumentan que los libros no están siendo prohibidos directamente, sino simplemente reubicados.
"Eliminar libros transgénero de las secciones juveniles no es prohibir libros. Los padres aún pueden conseguirlos desde las secciones de adultos si lo desean", explicó Cleland.
Pero otros simpatizantes han ido más allá. Algunos han pedido que estos libros desaparezcan por completo de las bibliotecas públicas. Esta posición levanta alarmas sobre el futuro de la libertad intelectual y el pluralismo en las instituciones públicas financiadas con fondos estatales.
El papel de John Wahl y la motivación política
Uno de los temas que más controversia generó fue el involucramiento del presidente del Partido Republicano de Alabama, John Wahl, quien también lidera el Consejo Bibliotecario Estatal. Wahl ha defendido consistentemente la propuesta bajo la premisa de que “los padres deben estar a cargo”.
No obstante, otros miembros del consejo acusaron a Wahl de impulsar una agenda ideológica usando su posición partidaria para presionar por cambios que deberían decidir bibliotecas locales, no organismos estatales.
"Está políticamente motivado. Le quita control a las bibliotecas locales que responden a sus comunidades", denunció el miembro del consejo Ronald A. Snider.
La amenaza de perder financiación estatal
Alabama ya ha actuado con firmeza contra bibliotecas que consideran no cumplidoras de sus parámetros. En la primavera pasada, el Consejo decidió retirar fondos estatales de la Biblioteca Pública de Fairhope por el tipo de libros disponibles en su sección juvenil.
De aprobarse la nueva norma, otras bibliotecas que se resistan a remover libros podrían enfrentar consecuencias similares, como la pérdida de financiación, lo que pone en peligro su viabilidad operativa.
Tendencias nacionales: Alabama no está sola
Lo que ocurre en Alabama forma parte de una tendencia más amplia en varios estados controlados por republicanos. En Idaho, por ejemplo, se ha promulgado una ley que restringe el acceso para menores a libros con contenido "dañino", un concepto ambiguo que ha servido para censurar temas LGBTQ+ y de diversidad racial.
Kasey Meehan, directora del programa Freedom to Read de PEN America, ha catalogado estas iniciativas como "una catástrofe para las bibliotecas y sus usuarios". Desde su perspectiva, estas políticas no sólo son discriminatorias, sino que están siendo alimentadas por el miedo y la ignorancia.
"Las políticas que atacan temas LGBTQ en bibliotecas minan la capacidad de estos espacios para servir a sus comunidades de forma representativa y efectiva", advirtió Meehan.
¿Qué significa esto para las bibliotecas como espacios públicos?
Históricamente, las bibliotecas en Estados Unidos han sido vistas como uno de los últimos bastiones del acceso equitativo al conocimiento y la libre expresión. Desde su expansión masiva durante el siglo XIX, su misión ha sido ofrecer acceso a información sin sesgos ni censura.
Eliminar, limitar o politizar los contenidos de las bibliotecas públicas cambia radicalmente esta filosofía. Implica priorizar ciertas ideologías por encima de otras, lo que podría tener consecuencias devastadoras no solo para comunidades LGBTQ+, sino para cualquier grupo que dependa de una representación justa en la literatura.
¿Qué dicen las estadísticas?
- En 2023, la American Library Association (ALA) registró un récord histórico de 1,269 intentos de censura de libros, la mayoría dirigidos a obras que tratan de raza, identidad de género o sexualidad.
- Más del 50% de estos esfuerzos se dirigieron específicamente contra libros con personajes o autores LGBTQ+.
- El informe "Banned in the USA" de PEN America contabilizó más de 3,000 títulos prohibidos o cuestionados en escuelas y bibliotecas públicas entre julio de 2021 y junio de 2023.
El espejo de una nación dividida
La decisión pendiente en Alabama encarna una batalla más profunda sobre qué tipo de sociedad quiere ser Estados Unidos. Para unos, se trata de proteger a los menores de lo que consideran conceptos "peligrosos"; para otros, se trata de asegurar que cada niño y adolescente vea reflejada su existencia en las páginas de un libro.
Este debate no es solo acerca de libros, sino sobre derechos, inclusión, y sobre qué valores deberían imperar en los espacios públicos de una democracia.
¿Puede una historia salvar una vida? Para muchos jóvenes queer, la respuesta es sí. Y en un contexto donde la identidad a menudo es motivo de ataque, los libros pueden representar una forma de resistencia pacífica, pero poderosa.
En un momento tan crucial, vale la pena preguntarse: ¿estamos construyendo bibliotecas para todas las infancias o solo para algunas?
