El ancla defensiva de Seattle: cómo Ernest Jones IV se ha convertido en el alma de los Seahawks
Liderazgo, inteligencia y fuerza: el linebacker que cambió el destino de una de las defensas más sólidas de la NFL
Una adquisición clave que cambió el rumbo de Seattle
Desde que Ernest Jones IV llegó a los Seattle Seahawks a mediados de la temporada 2024, su impacto ha sido inmediato y profundo. Proveniente de los Tennessee Titans, el linebacker no solo ha traído estadísticas impresionantes, sino que también ha ofrecido una estabilidad emocional y táctica vital para una defensa plagada de lesiones en su momento.
La decisión de apostar por Jones empieza a rendir dividendos en su segunda campaña completa. En solo 17 partidos con los Seahawks, acumula 153 tacleadas y cuatro intercepciones, estableciendo un nuevo estándar de excelencia en el corazón de la defensiva.
Un jugador desaparecido entre sombras ahora brilla con luz propia
Ernest Jones siempre fue señalado como un talento prometedor durante sus primeros años en la NFL. Sin embargo, fue en Seattle donde encontró las condiciones ideales para florecer. Según el entrenador Mike Macdonald:
“Necesitábamos a alguien que patrullara el centro del campo, alguien con presencia, inteligencia y agresividad. Ernest cumple todos esos requisitos y más.”
Y las cifras respaldan esas palabras: en la victoria 27-19 contra los Houston Texans, Jones consiguió su tercera intercepción de la temporada, marcando un nuevo récord personal. Ya es el líder en tacleadas del equipo y parte esencial de una defensa que rankeaba segunda contra la carrera y sexta en puntos recibidos antes de ese partido.
Intercepciones, visión ampliada y reacción letal
Lo que distingue a Jones no son solo sus capacidades físicas, sino su visión de juego. En la jugada defensiva más destacada del partido ante Houston, supo interpretar el desarrollo de una ruta profunda destinada al receptor Nico Collins y robó el pase de C.J. Stroud en el momento justo.
“No lo vi hasta el último momento,” confesó Jones en conferencia de prensa. “Solo reaccioné y tuve suerte de estar en la posición correcta.”
La modestia contrasta con el alto nivel que sigue mostrando semana a semana. Ya son tres intercepciones en siete juegos, un número más que respetable para un linebacker central.
Un líder silencioso, un mariscal de campo defensivo
Quienes conviven con Jones día a día aseguran que su mayor fortaleza reside más allá de las estadísticas. El defensivo Leonard Williams III describió su importancia de forma contundente:
“Es el mariscal de campo de la defensa. Nos da calma cuando las cosas se complican y sabe exactamente cuándo alentarnos. Su liderazgo es silencioso, pero poderoso.”
En un deporte donde el liderazgo es a menudo sinónimo de efusividad, la presencia tranquila de Jones marca una diferencia sustancia. Seattle tiene desde octubre de 2024 un récord de 11 victorias y 6 derrotas, con un 5-2 en la actual campaña. Resultados que no se entienden sin la figura del número 13.
Seattle, la defensa que nadie quiere enfrentar
Y no es solo Ernest Jones. La defensa de los Seahawks vive un renacimiento bajo el mando de Mike Macdonald. La línea defensiva acumula 23 capturas de mariscal, empatando en el tercer lugar general de la NFL. En su victoria ante Houston, Uchenna Nwosu, DeMarcus Lawrence y Ty Okada se unieron al festín con un sack cada uno. Lawrence, de hecho, suma tres en los últimos dos partidos.
Doce jugadores del plantel han conseguido, al menos, medio sack esta temporada. La agresividad, movilidad y profundidad de la defensiva es evidente.
¿El talón de Aquiles? Equipos especiales y la inconsistencia de Darnold
Pero no todo es perfección en Seattle. Jason Myers, el pateador del equipo, ha conectado solo 13 de 17 intentos en lo que va de 2025. Dos de esos disparos fueron bloqueados, pero sigue siendo una estadística que inquieta tras terminar la temporada anterior con un 86.7% de efectividad y sin errores en puntos extra.
Otra área de preocupación: el mariscal de campo Sam Darnold. El veterano comenzó fuerte el año, pero ha mostrado claros altibajos recientemente. Ante los Texans, completó apenas el 54.3% de sus pases, lanzó una intercepción y perdió un balón en su propia zona de anotación, lo que derivó en un touchdown de Houston.
Por segundo partido seguido, Darnold no alcanzó el 60% de precisión. Una señal de alerta para una ofensiva que necesita acompañar a su defensa estelar.
Un ataque terrestre que comienza a respirar
Un atisbo de esperanza para Seattle reside en su ataque por tierra. En el duelo contra Houston, Kenneth Walker III y Zach Charbonnet promediaron más de 3.9 yardas por acarreo, combinándose para 115 yardas totales. Es su mejor actuación conjunta desde el 5 de octubre cuando corrieron 122 yardas ante Tampa Bay.
Si la línea ofensiva logra mantener ese ímpetu, se podría reducir la presión sobre Darnold. Y cuando el ataque funciona, la defensa descansa y rinde aún más.
Buenas noticias en la lista de lesionados
El equipo recibió un bálsamo en forma de noticias médicas. La mayoría de los lesionados clave —Devon Witherspoon, Derick Hall y Julian Love— estarían disponibles tras la semana de descanso. También podría reincorporarse el fullback Robbie Ouzts.
Una plantilla más saludable es clave si los Seahawks planean mantenerse como contendientes serios en la NFC.
El futuro de Seattle se escribe con defensa
Con un entrenador centrado en fundamentos defensivos como Macdonald y un líder como Ernest Jones IV patrullando el centro del campo, Seattle se ha convertido en un equipo temido. Si logran corregir los pequeños errores en ofensiva y en equipos especiales, podrían ser un contendiente real en enero.
Ernest Jones IV ya no es solo una sorpresa: es un pilar. Seattle lo sabe. Y la NFL empieza a notarlo también.