La nueva batalla de los jóvenes: ¿Quién los prepara para un mundo laboral dominado por la IA?

Fundaciones, bancos y tecnológicas unen fuerzas para enseñar habilidades digitales y emocionales a una generación que lucha por encontrar su lugar en el mercado

Un cambio de paradigma en el empleo juvenil

El mercado laboral para los jóvenes está siendo moldeado por fuerzas que avanzan a toda velocidad. Durante décadas, obtener un título universitario era el distintivo de éxito profesional. Hoy, para los graduados entre 22 y 27 años en Estados Unidos, la tasa de desempleo está en su punto más alto en más de una década —exceptuando el periodo crítico de la pandemia—. ¿El motivo? La revolución tecnológica, la incertidumbre económica y la irrupción masiva de la inteligencia artificial (IA) en casi todos los sectores.

Digitales pero desempleados: una nueva generación sin oportunidades

En lugar de un mercado hambriento por talento joven, las empresas están recortando contrataciones o esperando tiempos mejores. Según un informe reciente del World Economic Forum, el 40% de las compañías encuestadas esperan eliminar puestos de trabajo reemplazándolos con funciones realizadas por IA; al mismo tiempo, dos tercios planean contratar personal con habilidades específicas en esta tecnología. Este doble juego deja fuera del tablero a miles de jóvenes que poseen preparación académica, pero carecen de experiencia práctica o conocimientos técnicos precisos.

La respuesta filantrópica: Citi Foundation y el reto global

Ante este panorama, la Citi Foundation ha decidido intervenir. Con su Desafío Global de Innovación 2023, ha destinado 25 millones de dólares para abordar la empleabilidad juvenil en un mundo cada vez más digital. Este fondo será distribuido entre 50 organizaciones en todo el mundo que tienen una misión común: formar a la juventud en competencias digitales y habilidades blandas que les permitan acceder a oportunidades profesionales sustentables.

“Lo que queremos es asegurarnos de que los jóvenes estén lo mejor preparados posible para encontrar empleo en un mundo que se mueve muy rápido”, afirmó Ed Skyler, vicepresidente ejecutivo de Citi. Y el movimiento no se queda corto.

Más allá del código: habilidades humanas en la era digital

Uno de los aspectos más novedosos de esta iniciativa es su énfasis en las habilidades blandas —como la empatía, la comunicación, el trabajo en equipo y el juicio—, que se convierten en diferenciadores cruciales ante tecnologías que automatizan tareas técnicas. Como lo explicó Skyler: “No se trata de que todos aprendan a programar o a usar IA, sino de desarrollar capacidades que las máquinas no pueden replicar”.

NPower: tecnología con impacto social

Una de las organizaciones beneficiadas por esta donación es NPower, un organismo nacional sin fines de lucro que ofrece formación técnica a jóvenes de comunidades desatendidas en EE. UU., la mayoría entre 18 y 26 años. Para Robert Vaughn, su Director de Innovación, la clave está en democratizar el acceso: “Muchos de nuestros estudiantes no tienen título universitario ni experiencia en tecnología. Este apoyo nos permitirá duplicar la capacidad del programa para estudiantes sin formación previa”.

Vaughn asegura que las empresas tecnológicas hoy priorizan la competencia general sobre los títulos universitarios. Los empleadores buscan personas capaces de desenvolverse con herramientas como la nube, IA y gestión de proyectos, pero también con inteligencia emocional.

Ser más que un programador: el nuevo perfil profesional

“Ya no basta con ser un técnico aislado. Las compañías necesitan personas con capacidad de atención al cliente, adaptabilidad e interés genuino por comprender problemas más allá del código”, señala Vaughn. Su opinión resuena con la visión de otras iniciativas que también recibieron parte del fondo de Citi.

Per Scholas: educación sin matrícula para el empleo del futuro

Otra esperanza es Per Scholas, una red gratuita de formación tecnológica con presencia en ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Orlando, Chicago y Washington D.C. Caitlyn Brazill, presidenta de la organización, remarca que los fondos facilitarán el acceso a formación profesional de más de 600 jóvenes.

“El auge de la productividad impulsada por IA ha obligado a las empresas a redefinir sus puestos junior”, explica Brazill. “Ahora debemos enseñar habilidades prácticas en un nivel que antes estaba reservado a personas con mucha más experiencia”.

Según explica, están en un proceso constante de diálogo con pequeñas y grandes empresas para adaptar sus cursos a la realidad laboral cambiante.

¿Qué competencias demandan los empleadores hoy?

Basado en entrevistas con empleadores y los hallazgos del Foro Económico Mundial, se pueden identificar seis áreas clave en las que los jóvenes deben formarse para mejorar su empleabilidad:

  • Alfabetización digital: comprender cómo navegar y usar plataformas, software y herramientas digitales.
  • IA aplicada: aprender a interactuar con herramientas como ChatGPT o sistemas de automatización para resolver tareas comunes.
  • Nube y ciberseguridad: competencias en servicios de almacenamiento como AWS, Google Cloud, o protección digital básica.
  • Gestión de proyectos: conocimiento en metodologías ágiles como Scrum o Kanban.
  • Comunicación clara: saber presentar ideas, informar sobre problemas y trabajar en equipos multidisciplinarios.
  • Colaboración y empatía: desarrollar escucha activa, inclusión e inteligencia emocional.

La visión crítica: ¿es suficiente con la filantropía?

Desde el Brookings Institution, la investigadora Martha Ross advierte que este tipo de iniciativas deben integrarse en políticas estructurales más amplias. “La escala de disrupción causada por la automatización es demasiado grande para que la filantropía la enfrente sola”, dice Ross. “Ya fallamos anteriormente al gestionar los desplazamientos laborales generados por la automatización. Dejamos a mucha gente atrás, y hoy debemos decidir si vamos a repetir ese error”.

Ross exige que gobiernos, instituciones educativas y corporaciones se involucren de forma activa y coordinada en el rediseño de trayectorias profesionales sostenibles, especialmente para los más jóvenes.

¿Qué pasará si no actuamos?

“Si no hay peldaños inferiores, es imposible escalar la escalera laboral”, resume Brazill. Su frase ilustra el gran dilema: la automatización y la IA están eliminando muchos de los puestos de aprendizaje que históricamente ayudaban a los jóvenes a ingresar al mercado. Las consecuencias pueden ser devastadoras tanto en lo individual como en lo colectivo: una generación excluida de las industrias con mayor crecimiento y una economía que pierde talento joven justo cuando más lo necesita.

El futuro del trabajo juvenil aún está por escribirse

Que la IA transformará radicalmente la forma de trabajar es un hecho. Lo que todavía está en juego es si esta nueva economía será accesible o excluyente para los jóvenes. En esa respuesta se definirá no solo el destino de millones de personas, sino la estabilidad del sistema laboral global.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press