Drew Brees y Larry Fitzgerald lideran una generación dorada rumbo al Salón de la Fama de la NFL

Con récords, Super Bowls y legado imborrable, la clase del 2026 podría marcar una de las más icónicas en la historia del Salón de la Fama del Fútbol Americano

El Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional está a punto de abrir sus puertas nuevamente, y la clase del 2026 promete estar cargada de nombres que marcaron una era en la NFL. Entre ellos destacan dos gigantes que llegaron a la semifinal de selección en su primer año de elegibilidad: Drew Brees y Larry Fitzgerald.

En un sistema riguroso y ampliamente debatido, esta clase ya cuenta con 52 jugadores modernos elegibles, de los cuales solo llegarán entre 4 y 8 al recinto de los inmortales del fútbol americano. Pero, si hay dos nombres que parecen inevitables, esos son Brees y Fitzgerald. Analicemos por qué esta clase es tan especial y cuál puede ser su impacto en la historia de la liga.

Drew Brees: El arquitecto del renacer de los Saints

Entre los mariscales de campo más influyentes y eficaces en la historia de la NFL, pocos pueden igualar los logros de Drew Brees. Finalizó su carrera como el segundo mariscal con más yardas por pase (80,358) y pases de anotación (571), solo detrás de Tom Brady. Estos números no solo lo hacen candidato innegable, sino parte de la élite histórica del deporte.

Brees comenzó su carrera con los antiguos San Diego Chargers, pero fue con los New Orleans Saints donde su legado ocurrió.

  • 13 veces Pro Bowl
  • Jugador Ofensivo del Año (2008, 2011)
  • Campeón del Super Bowl XLIV y MVP de dicha final
“Drew no solo cambió la identidad de los Saints, cambió la historia de toda una ciudad”, dijo Sean Payton, exentrenador de New Orleans.

Tras el devastador paso del huracán Katrina en 2005, Brees se convirtió en un símbolo del renacer y resiliencia de la ciudad de Nueva Orleans. Su llegada en 2006 llenó de esperanza a una franquicia que hasta entonces tenía poco que presumir.

Larry Fitzgerald: El caballero de las manos seguras

Elegido en la tercera posición del Draft 2004, Fitzgerald pasó toda su carrera con los Arizona Cardinals. Registró 1,432 recepciones para 17,492 yardas, segundo lugar histórico en ambas categorías solo detrás del mítico Jerry Rice. Su constancia fue sobrenatural:

  • 17 temporadas con los Cardinals
  • Nueve campañas con más de 1,000 yardas
  • 546 yardas y 7 pases de touchdown en una sola postemporada (récord)
“Cada jugada que observas de Larry es una clase de ética, precisión y propósito”, comentó Kurt Warner, ex mariscal de campo y MVP del Super Bowl con los Rams.

En el Super Bowl XLIII, Fitzgerald casi se convierte en el héroe absoluto con una recepción de 64 yardas que parecía sellar el título para Arizona. Aunque los Steelers reaccionaron y ganaron 27-23, esa recepción quedó grabada como una de las grandes jugadas en la historia del partido más importante de la liga.

Una generación dorada de debutantes

Además de Brees y Fitzgerald, otros ocho jugadores legendarios también avanzaron en su primer año de elegibilidad, lo que habla de la calidad extraordinaria de esta clase:

  • Philip Rivers – Comandó una de las ofensivas más excitantes de los 2000 con los Chargers.
  • Frank Gore – Tercer corredor con más yardas terrestres en la historia de la NFL (16,000+).
  • LeSean McCoy – Doble campeón de Super Bowl y cinco veces seleccionado al Pro Bowl.
  • Jason Witten y Greg Olsen – Dos alas cerradas que redefinieron su posición.
  • Maurkice Pouncey – Siete veces Pro Bowl como centro de los Steelers.

El hecho de que tantos novatos clasificaran a la segunda ronda del proceso de elección aumenta el nivel de competencia para las plazas disponibles y anticipa un debate vibrante entre expertos, periodistas y fanáticos.

Los que siguen luchando por su lugar

Cuatro finalistas del proceso del año pasado que quedaron a nada del ingreso mantienen su puesto de privilegio rumbo a 2026:

  • Willie Anderson – Uno de los tackles derechos más dominantes en su época.
  • Torry Holt – Parte esencial del show aéreo de los Rams más llamativo de la historia.
  • Luke Kuechly – Un linebacker que redefinió la inteligencia táctica en la defensa de los Panthers.
  • Adam Vinatieri – El pateador más decisivo de todos los tiempos.

Hablando de Vinatieri, vale la pena recordar que ganó cuatro Super Bowls y protagonizó algunas de las patadas más legendarias de la historia, como la del “Tuck Rule Game” y la del Super Bowl XXXVI. Lidera estadísticas históricas de puntos (2,673) y goles de campo (599).

La evolución del proceso de selección

Esta será apenas la segunda vez con el nuevo sistema instaurado en 2025. De los 128 jugadores nominados inicialmente como modern-era nominees, solo 52 han pasado la criba preliminar. El comité de selección, compuesto por 50 miembros, reducirá la lista a 25 semifinalistas, luego a 15 finalistas antes de la votación final, programada antes del Super Bowl.

Además de los 15 finalistas de la era moderna, se sumarán:

  • 3 candidatos de la categoría senior
  • 1 entrenador
  • 1 contribuyente

En palabras del miembro del comité Rick Gosselin: “Nunca ha sido fácil entrar al Salón, pero esta clase producirá discusiones tan intensas como recordadas.”

De íconos a inmortales: ¿una de las mejores clases?

La profundidad y el impacto de estos jugadores hace que muchos expertos ya cataloguen la clase 2026 como una posible “Top 5” histórica del Salón de la Fama. Al momento, algunos años han sido particularmente legendarios, como 1993 con Bill Walsh, Larry Little y Dan Fouts, o 2007 con Michael Irvin, Thurman Thomas y Bruce Matthews.

Incluir en una misma clase a jugadores como Drew Brees y Larry Fitzgerald, complementados con iconos de otras posiciones como Vinatieri o Frank Gore, podría catapultarla a los anales de la historia como una de las más emblemáticas.

Un legado permanente

Al final del día, el Salón de la Fama no es sólo una vitrina de estadísticas, jerseys y trofeos. Es un testimonio eterno del legado de aquellos que hicieron de la NFL un fenómeno cultural internacional. En esa vitrina de grandeza, la historia de Brees lanzando para la reconstrucción de una ciudad y de Fitzgerald atrapando balones como poemas en movimiento están destinados a ocupar su lugar de forma inevitable.

Febrero de 2026 será más que una ceremonia, será una celebración de toda una era que cambió la NFL para siempre.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press