Virus tras virus: ¿Por qué los niños pequeños parecen estar siempre enfermos en otoño?

Un vistazo profundo al papel de los niños en la propagación de virus respiratorios y cómo padres, educadores y cuidadores pueden enfrentarlo con ciencia y preparación

Cuando las hojas caen, las toses y estornudos empiezan a florecer entre los más pequeños. Aunque el otoño puede parecer mágico para muchos, para padres y cuidadores representa el inicio de una temporada menos encantadora: la de los virus respiratorios.

Más que un resfriado: la avalancha viral del otoño

Rinovirus, coronavirus estacionales, gripe, virus sincitial respiratorio... la lista es larga. Y pareciera que los niños en edad preescolar los coleccionan todos. Un reciente estudio publicado en la revista Pediatrics reveló que más del 92% de los niños en edad preescolar tenían al menos un virus respiratorio detectado durante el ciclo escolar de noviembre de 2022 a mayo de 2023. ¡Más del 85% de todos los participantes en el estudio estaban infectados con al menos un virus!

La investigación, liderada por la pediatra Dra. Jennifer Goldman del hospital Children’s Mercy en Kansas City, confirmó lo que muchas familias ya intuían: los niños más pequeños son auténticas incubadoras de virus.

¿Por qué los más pequeños se enferman tanto?

  • Exposición novedosa: El sistema inmunológico de los niños en edad preescolar y primaria está en pleno desarrollo. Muchos virus comunes son nuevos para su organismo.
  • Higiene limitada: A esta edad, los hábitos de higiene personal como el lavado constante de manos o cubrirse la boca al toser aún no están bien internalizados.
  • Espacios cerrados y compartidos: Salones, baños, cafeterías... los niños están en contacto cercano durante horas, facilitando la propagación.

"Los niños de entre 3 a 5 años pueden tener hasta 10 infecciones respiratorias al año", explica Goldman. Esta cifra impacta más cuando se considera que muchas infecciones presentan síntomas moderados, pero aún así son altamente contagiosas.

Los resultados del estudio: cifras que respiran realidad

La investigación incluyó a más de 800 estudiantes y miembros del personal de un distrito escolar en Kansas City. Algunos hallazgos clave:

  • Preescolar (3 a 5 años): 92% con virus detectado.
  • Primaria: Líderes también en tasas de enfermedad.
  • Secundaria: Alrededor del 86% presentaron virus.
  • Preparatoria: 77% con prueba positiva para algún virus.
  • Personal escolar: 76% con al menos una detección de virus.

El rinovirus, causante más común del resfriado, fue el más detectado: presente en el 65% de los participantes. Le siguieron los coronavirus estacionales (30%) y el virus SARS-CoV-2 (15%), causante del COVID-19.

El hogar, otro campo de contagio

Los virus no terminan en la escuela. Una investigación de 2015 de la Universidad de Utah reveló que los niños menores de 5 años presentaban virus detectables en la mitad de las semanas del año. "Si vives en una casa con varios niños, parecerá que siempre hay alguien enfermo", sostuvo la Dra. Carrie Byington, coautora del estudio, ahora vinculado a la Universidad de California en San Diego.

El impacto emocional y mental: padres al límite

La Dra. Nicole Torres, del sistema de salud de la Universidad de Miami, comparte la experiencia típica de muchos médicos que además son padres: "Mis hijos se enfermaban mucho más cuando eran pequeños. Algunas semanas era como un ciclo sin fin".

Este constante “invierno viral” no solo afecta la salud de los infantes, sino también la salud emocional de los cuidadores. Muchos padres enfrentan luchas con productividad laboral, estrés emocional y fatiga por falta de sueño.

¿Cómo podemos prevenir los contagios en los niños?

Si bien no se puede eliminar por completo el riesgo, sí se puede reducir con medidas preventivas clave:

  • Vacunaciones al día: Vacunarse contra la gripe y COVID-19 puede reducir la gravedad de los cuadros y su duración.
  • Lavado constante de manos: Enseña a los niños a lavar sus manos antes de comer, después de ir al baño o toser.
  • Etiquetas de tos: Cubrirse con el codo al toser o estornudar es esencial en el aula y en casa.
  • Espacios ventilados: Abrir ventanas o usar purificadores ayuda a reducir partículas virales en el aire.
  • Limpieza frecuente: Limpiar juguetes, manijas y mesas ayuda a disminuir contagios desde superficies.

Cuando inevitablemente los niños se enferman, lo recomendado es cuidado de soporte: hidratarse, descansar y controlar síntomas como fiebre con medicamentos recomendados por el pediatra.

Una temporada de paciencia, comprensión y prevención

En palabras de la Dra. Torres: “A los padres de niños pequeños les digo que esperen enfermedad cada mes o mes y medio. Es normal y parte del proceso inmunológico”.

Además, aseguró que estos momentos pasarán: “Parece eterno cuando estás dentro del túnel, pero con el tiempo, el sistema inmunitario de tus hijos se fortalecerá y estas batallas se harán menos frecuentes”.

Claves para sobrevivir al otoño (y al invierno) sin perder el juicio

Una pequeña guía práctica para familias:

  • Prepara un kit de enfermedad: Termómetro, pañuelos, jarabes recomendados, suero oral y cuentos para leer durante el descanso.
  • Comunicación con la escuela: Notifica síntomas desde el inicio para evitar contagios masivos.
  • Evita el pánico: No toda tos indica algo grave, y muchos síntomas virales se resuelven en pocos días.
  • Apóyate en tu comunidad: Coordina con otros padres para cuidar a los niños si alguno tiene que ausentarse del trabajo.

La ciencia está avanzando para entender mejor las dinámicas de virus en entornos infantiles. Mientras tanto, la prevención, el conocimiento y la empatía siguen siendo nuestras mejores armas frente a la ola de gripes, mocos y estornudos del otoño.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press