Bucs vs Saints: ¿Revancha, rivalidad y redención en la NFC Sur?
Una rivalidad encendida, lesiones clave y un duelo divisional que podría definir el rumbo de la temporada
Una rivalidad que hierve
Cuando Tampa Bay Buccaneers visita a los New Orleans Saints, no es un domingo cualquiera. Éste es un enfrentamiento con historia, tensión y consecuencias en la clasificación de la NFC Sur. Aunque los Bucs llegan con un sólido récord de 5-2 y lideran su división, los Saints (1-6) luchan por mantenerse en pie y evitar hundirse más en el foso.
Pero esto no es simplemente un duelo de registros opuestos. Es una batalla cargada de emociones, declaraciones punzantes y un panorama físico complicado para ambas escuadras.
Mayfield vs Saints: historia personal y motivación
El mariscal de campo Baker Mayfield no ha ocultado su desagrado por los Saints. “No ha sido un juego limpio de su parte cuando jugamos contra ellos”, dijo esta semana, antes de zanjar la conversación con un directo: “No me gustan”.
Desde que Mayfield se integró con los Bucs en 2023, ha enfrentado a New Orleans en cuatro ocasiones, ganando tres de esos encuentros. Y aunque viene de una actuación decepcionante en Detroit —completando solo el 56% de sus pases y lanzando una intercepción en la derrota por 24-9—, históricamente ha respondido bien contra los Saints: ha lanzado al menos tres touchdowns en cada una de sus dos apariciones en el Superdome.
Una ofensiva en reconstrucción
La ofensiva de Tampa Bay llega golpeada. Mike Evans y Chris Godwin, sus receptores estrella, están fuera por lesión. También lo están el tight end Ko Kieft, el liniero ofensivo Cody Mauch y el corredor novato Bucky Irving. Esto ha obligado al cuerpo técnico a recurrir a novatos como Tez Johnson (2 TDs en los últimos dos partidos) y Emeka Egbuka, quien lidera a los receptores rookies en yardas (527), recepciones (31) y touchdowns (5).
El entrenador Todd Bowles enfatizó que el equipo debe ser más equilibrado. Contra los Lions, los Bucs lanzaron en 54 de sus 66 jugadas, algo que el técnico consideró contraproducente: “No es una fórmula para ganar”.
La defensa Bucaneer: una unidad mordaz
A pesar de su situación ofensiva, la defensa de los Bucs ha sido sólida, con estadísticas destacables. Desde que Todd Bowles está al mando del esquema defensivo, los Buccaneers han acumulado 49 strip-sacks, la mayor cantidad en la NFL desde 2019. Yaya Diaby lidera el equipo en capturas con 4, y el esquinero Jamel Dean ha interceptado tres balones en los últimos cuatro partidos.
Esta defensa puede ser clave ante un Saint inestable y inconsistente.
Saints: incertidumbre, juventud y esperanza
Los Saints están en una etapa de reconstrucción bajo el mando del coach rookie Kellen Moore, quien debutó como entrenador en jefe tras su paso como coordinador ofensivo de los Eagles campeones del Super Bowl pasado. Él no solo enfrenta la presión del récord, sino también la de poner orden en una franquicia que perdió su identidad en ambos lados del balón.
El quarterback Spencer Rattler es otra pieza joven con mucho que demostrar. Aunque tuvo un juego desastroso la semana pasada contra Chicago —3 intercepciones y un balón suelto perdido—, ha mostrado progreso. “Definitivamente he crecido desde mi primer inicio”, dijo. En casa, no ha lanzado intercepciones en sus últimos tres partidos, lo cual le da cierto margen para la esperanza de una redención personal.
Chris Olave, el arma discreta de Nueva Orleans
Si hay un rayo de luz en este equipo, es Chris Olave. El receptor ha sido el más consistente de los Saints con 44 recepciones, 440 yardas y 3 touchdowns. Es uno de solo tres jugadores —junto a Christian McCaffrey y Jaxon Smith-Njigba— en registrar al menos cinco recepciones y 50 yardas en seis partidos esta temporada.
Sumado a él, el tight end Juwan Johnson tuvo un juego destacado la semana pasada con 79 yardas. Además, el eterno comodín Taysom Hill puede ser una variable sorpresa, ya que ha atrapado un TD en dos de sus últimos tres juegos contra Tampa Bay.
Lesiones, lesiones y más lesiones
Tanto Bucs como Saints presentan listas de lesionados extensas:
- Bucs: Mike Evans (clavícula), Chris Godwin (fíbula), Jalen McMillan (cuello), Calijah Kancey, Ko Kieft y Cody Mauch están fuera por el resto del año. Haason Reddick y Bucky Irving tampoco jugarán.
- Saints: Chris Olave, Alvin Kamara y Juwan Johnson han practicado de forma limitada por lesiones leves, pero se espera que jueguen.
La profundidad de las plantillas será puesta a prueba en este enfrentamiento.
Rivalidad encendida: datos históricos
Los Saints lideran la serie histórica entre ambos equipos 40 victorias a 27. Sin embargo, los Buccaneers han ganado 5 de los últimos 6 encuentros, incluyendo ambos juegos de la temporada pasada.
Aun así, New Orleans domina 21-13 en el Superdome, su estadio. Es un territorio hostil para los visitantes, algo que Todd Bowles reconoció: “Siempre es complicado jugar allí”.
Claves del partido: duelo en las trincheras
Una de las claves será cómo la línea defensiva de los Saints, impulsada por el regreso de Chase Young, puede presionar a Mayfield. El quarterback de los Bucs ha sabido eludir a los cazadores de cabezas durante la temporada, pero no corrió ni una sola vez contra los Lions, algo inusual en él.
El coordinador ofensivo de Tampa, Josh Grizzard, deberá encontrar formas creativas de permitir que Mayfield salga de su zona de confort sin comprometer la seguridad de las jugadas.
Fantasy tip: ¿Y Cade Otton?
Ante las bajas en el cuerpo de receptores, el tight end Cade Otton podría convertirse en una opción robusta para los fantasy owners. Ha atrapado 16 pases para 197 yardas en los últimos tres juegos. Otton podría ser un blanco recurrente en zona roja.
¿Qué está en juego?
Para los Buccaneers: consolidar su liderazgo en la división y llegar a la semana de descanso con una ventaja cómoda. Esta victoria es clave si planean aspirar a playoffs y mantenerse fuera de la zona de comodines.
Para los Saints: frenar una racha perdedora que podría costarle a muchos sus puestos. Aunque las aspiraciones de postemporada parecen lejanas, una victoria contra el líder divisional podría ser el catalizador para una segunda mitad de temporada más digna.
Lo que está claro es que el fuego de esta rivalidad sigue encendido. Y este domingo, en el Superdome, puede estallar.