Joe Flacco resurge con los Bengals: ¿el renacimiento inesperado del veterano QB?
De ser descartado en los Jets a revivir su carrera en Cincinnati y liderar a Ja'Marr Chase en su mejor momento
Un regreso que nadie predijo
Joe Flacco, un nombre que muchos daban por sepultado entre las filas de los veteranos en el olvido, ha resurgido con fuerza en la temporada 2025 de la NFL. A sus 18 años en la liga, el mariscal de campo ha encontrado una nueva vida con los Cincinnati Bengals, convirtiéndose —sorpresivamente— en el corazón de una ofensiva que aún sueña con postemporada, todo esto mientras la estrella Joe Burrow se recupera de una cirugía en el pie.
Y es que el recorrido de Flacco hasta este punto no ha sido precisamente inspirador. Después de una amarga etapa con los New York Jets, marcada por un deprimente récord de 1-8 y memorias que el propio Flacco describe como "sacudiendo la cabeza en la autopista de Nueva Jersey", su carrera parecía extinguida. "¿Qué demonios estoy haciendo?", recuerda haberse preguntado tras una derrota con los Jets.
Flacco, de rechazado a resucitado
Todo cambió al finalizar la temporada 2023, cuando los Cleveland Browns lo contrataron por necesidad y terminó llevándolos a playoffs con un impresionante balance de 4-1 como titular. Esa actuación le valió el reconocimiento como Jugador Regreso del Año (Comeback Player of the Year).
Este 2025, tras un breve paso de nuevo por Cleveland y luego ser transferido a Cincinnati el 7 de octubre, Flacco tomó las riendas del equipo luego de la baja de Burrow. Su impacto ha sido inmediato: lanzó para 342 yardas y tres touchdowns contra los Pittsburgh Steelers, comandando una victoria por 33-31 que alimentó las esperanzas de la afición bengalí.
Una ofensiva revitalizada gracias a la experiencia
El efecto Flacco ha sido aún más notable al observar la química que ha desarrollado con el receptor estrella Ja'Marr Chase. En los dos últimos juegos, Chase ha superado las 10 recepciones por encuentro, destacando en el triunfo ante Pittsburgh con 16 recepciones, 161 yardas y un touchdown, estableciendo un nuevo récord para la franquicia.
“Lo primero que me sorprendió de Chase y Higgins fue cómo atrapan el balón. Te da confianza lanzar y saber que van a ir a buscarlo y ganar el duelo físico”, declaró Flacco.
Con Flacco bajo centro, la ofensiva de Cincinnati luce más paciente, precisa y peligrosa, características que habían desaparecido en las semanas anteriores.
¿Amenaza real en la AFC o ilusión pasajera?
El récord de 3-4, aunque no impresionante, mantiene a los Bengals al alcance de un puesto de comodín. La gran pregunta es si el impulso que Flacco trajo es suficiente para competir con equipos mucho más sólidos en todas sus líneas, como Kansas City o Baltimore.
El entrenador Zac Taylor ha sido prudente. “Cada partido es una nueva oportunidad, pero también un reto. No podemos permitirnos jugar por debajo de lo esperado solo porque el rival aún no gana”, insistió, refiriéndose a su próximo enfrentamiento ante unos Jets que arrastran su peor inicio desde 1996.
Jets sin rumbo: crisis ofensiva e incógnita en los controles
Contrario a la historia esperanzadora de Flacco, los New York Jets representan el lado opuesto. Sin una identidad clara y con un cuerpo técnico tambaleante, el equipo nueva-yorquino ha pasado ocho cuartos sin anotar un touchdown. Desde su anotación tardía ante Dallas (pérdida 37-22), no han vuelto a pisar la zona prometida.
El entrenador en jefe Aaron Glenn ha evitado anunciar públicamente quién será el mariscal titular entre Tyrod Taylor o Justin Fields, aunque señaló que ya tomó su decisión. Sea quien sea, lo cierto es que la inconsistencia es la única constante en esta ofensiva.
Auge de la defensa de Jets: ¿suficiente?
Paradójicamente, la defensa que comenzó la temporada permitiendo más de 30 puntos por encuentro ha mejorado significativamente. En los últimos dos compromisos, han limitado a sus rivales (Denver y Carolina) a tan solo 13 puntos cada uno.
“Cuando estamos en el campo, nuestra misión es una: limitar puntos. No importa cuántas veces nos toque defender, tenemos que dar lo mejor”, dijo el esquinero Brandon Stephens.
Esta mejora no ha evitado que el equipo esté en la parte baja de la tabla. La falta total de respuesta ofensiva es un problema estructural que ni una defensa sobresaliente puede tapar por mucho más tiempo.
La defensa de Bengals: un talón de Aquiles evidente
Si bien el ataque rescatado por Flacco brilla, la defensa de Cincinnati es motivo de preocupación. En categorías clave como tacleos fallidos, están entre los peores de la NFL. Jordan Battle, profundo del equipo, lidera la liga con 11 tacleos errados, y el apoyador Demetrius Knight Jr. le sigue con 10.
El coordinador defensivo Al Golden y el propio Zac Taylor han reconocido el problema. “Es algo que enfatizamos cada semana”, mencionó Taylor. “Es frustrante porque lo entrenamos bien, pero no se está trasladando a los partidos”.
El renacimiento de Flacco en contexto
Más allá de los números y estadísticas, la historia de Flacco simboliza la resiliencia. En una liga donde los jugadores veteranos muchas veces quedan rezagados por las nuevas generaciones, Flacco ha demostrado que la experiencia aún puede tener un valor tangible —especialmente en equipos que atraviesan cambios abruptos o lesiones.
Desde su ingreso a la NFL en 2008, donde fue Super Bowl MVP con los Baltimore Ravens en 2012, Flacco ha tenido altibajos, múltiples equipos, críticas y lesiones. Pero su disposición a adaptarse y volver a aprender en nuevos entornos está siendo premiada.
Lo que viene: Jets, clave para consolidar el momento
Enfrentar a los Jets no es solo un reencuentro emocional para Flacco. Es una oportunidad para consolidar el momento y regresar a .500, lo que mantendría viva la esperanza de playoffs en Cincinnati. Y para un jugador como él, quien parecía descartado hace apenas un año, pocos triunfos serían tan dulces como hacerlo precisamente ante su exequipo.
“No hay garantías en esta liga. Todo se trata de estar listo y aprovechar cada oportunidad”, dijo Flacco sobre su nuevo rol. Por ahora, la vieja guardia sigue dando batalla, y Flacco, con 38 años, demuestra que aún tiene brazo y cerebro para competir.
