Seattle Mariners: ¿La temporada del salto o una ilusión efímera?

Tras una histórica campaña culminada con dolor en el Juego 7, Seattle enfrenta decisiones clave para mantenerse como contendiente en la MLB

Una temporada histórica... que dejó sabor amargo

Los Seattle Mariners llegaron más lejos que nunca en la era moderna del club, disputando un épico Juego 7 contra los Toronto Blue Jays en la Serie de Campeonato de la Liga Americana. La eliminación fue desgarradora, pero el progreso fue evidente: su primer título del Oeste de la Liga Americana desde 2001, un récord individual impresionante de Cal Raleigh con 60 jonrones, y una base estable con jugadores como Julio Rodríguez aseguran optimismo a largo plazo. Sin embargo, tal como expresó el mánager Dan Wilson: “Duele, y no sabemos cuánto puede durar ese dolor”.

Analizamos esta electrizante temporada desde un enfoque de análisis, reflexionando sobre lo que funcionó, los retos que enfrenta la gerencia y cómo pueden evitar transformarse en una historia de “un solo año” de gloria.

El despertar ofensivo de Cal Raleigh: ¿MVP?

Cal Raleigh, quien llegó esta temporada tras firmar un contrato de $105 millones por seis años, rompió esquemas en su primer año como estelar absoluto. Conectó 60 cuadrangulares, uniéndose a un selecto grupo de apenas siete receptores en la historia que han logrado tal hito en una temporada de Grandes Ligas.

Jerry Dipoto, presidente de operaciones deportivas del equipo, fue claro en sus elogios: “Fue una temporada fenomenal... si no fue la mejor de un catcher, está entre las mejores dos”. Y no exagera: Raleigh no solo brilló en poder, sino que fue una pieza clave en la estrategia defensiva y emocional del club.

El legado de Dan Wilson e identidad de equipo

Wilson sabe de qué se trata llegar lejos con Seattle. Fue parte de los míticos equipos de 1995 y 2001. Por eso, su visión del grupo actual es alentadora:

“No me preocupa que seamos una maravilla de un solo año. Estos chicos son peleadores, lo han demostrado una y otra vez”

La actitud y cohesión mostrada por los Mariners, especialmente en septiembre y durante los playoffs, indican que hay cimientos sólidos que van más allá del talento individual. Es una cultura ganadora en formación.

El impacto de los refuerzos: ¿retenerlos o renovarse?

La llegada de Josh Naylor y Eugenio Suárez, provenientes de Arizona antes de la fecha límite de cambios, fue fundamental. Naylor, en particular, dejó una impronta imborrable. Wilson declaró:

“Necesitas esa intensidad, esa hambre ganadora. Y él la trajo desde el principio”

Ambos jugadores son ahora agentes libres, por lo que la gerencia deberá tomar decisiones estratégicas. ¿Vale la pena apostar fuerte para retenerlos? Dipoto ha indicado que Naylor es una prioridad para reforzar la primera base, pero también contempla internalizar talento joven como Ben Williamson en tercera base.

Ben Williamson: ¿el nuevo rostro del infield?

Williamson debutó en 2025 y fue titular hasta la llegada de Suárez. Aunque inexperto, mostró flashes de calidad y puede ser parte integral en el futuro inmediato. Dipoto destacó: “Nuestros jóvenes jugarán un papel importante en lo que hacemos desde ahora”.

Invertir en jugadores como Williamson no solo reduce costos sino que permite desarrollar una identidad a largo plazo. Pero hay riesgos: la curva de aprendizaje en la MLB puede ser abrumadora.

El factor Polanco: ¿opción o tentación de mercado?

Jorge Polanco, segunda base veterano, tiene una opción de jugador de $6 millones para 2026. Tras una temporada de resurgimiento, es probable que explore la agencia libre buscando un contrato mayor. Dipoto comentó que tomarán un “camino diferente al existente”, lo que insinúa que podría dejar el equipo.

Reemplazarlo no será sencillo. Su consistencia con el bate, su experiencia y su actitud positiva contribuyeron al balance del clubhouse.

Una rotación estable, pero necesitada de profundidad

Seattle tuvo momentos brillantes desde el montículo, pero las lesiones y sobrecargas también fueron un problema. Llegar a 7 juegos contra Toronto requirió ajustes forzados, e incluso lanzó un bullpen extendido en varios partidos. La necesidad de sumar pitchers de fondo de rotación o un brazo poderoso adicional es evidente si quieren evitar el desgaste en octubre.

El nombre de Robbie Ray vuelve a circular para un posible retorno. Su experiencia sería vital en un año donde la profundidad marcará la diferencia.

Fanáticos, el alma de octubre

El clima en T-Mobile Park fue eléctrico. La afición se mostró no solo presente, sino entregada. El Juego 5 contra Detroit en la Serie Divisional duró 15 entradas, y las gradas no perdieron energía.

Parte del atractivo que Seattle está generando implica también consolidar esa base de fans en una plaza históricamente apasionada, pero maltratada por la historia. Una buena temporada en 2026 podría terminar de convertir esta franquicia en una potencia mediática.

¿Y ahora qué?

Los Mariners enfrentan un invierno de decisiones. Continuar siendo competitivos implica retener piezas clave, promover talento emergente sin debilitar la columna vertebral y agregar calidad a una rotación que necesita más oxígeno.

Claro, será necesario invertir, pero también elegir con astucia. Más allá del dolor de la eliminación, esta fue la temporada más exitosa del club en sus 49 años de historia. Convertirla en punto de partida, y no de llegada, será el principal reto para Jerry Dipoto y compañía.

Una nueva era para Seattle está aquí

Con un receptor histórico como Cal Raleigh, una joya consolidada como Julio Rodríguez, y un mánager que entiende el corazón del club, las bases están ahí. El objetivo 2026 no puede ser menos que el banderín de la Liga Americana y alcanzar por fin esa ansiada Serie Mundial. El reloj sigue corriendo, pero el momento, quizá por primera vez, pertenece a Seattle.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press