El caso Aykout: Propiedades, justicia y tensiones en la isla dividida de Chipre

Una sentencia histórica confronta la especulación inmobiliaria con los derechos de propiedad en el conflicto chipriota

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El telón de fondo: una isla dividida desde 1974

Chipre, una isla en el Mediterráneo oriental, ha sido un punto álgido de tensiones geopolíticas desde que se dividió en 1974. Tras un golpe de estado respaldado por la junta militar griega que buscaba unir Chipre con Grecia, Turquía invadió la parte norte de la isla, estableciendo una administración separada que solo Ankara reconoce: la autodenominada República Turca del Norte de Chipre.

Desde entonces, unos 160,000 grecochipriotas fueron desplazados del norte, dejando propiedades, tierras y recuerdos atrás. A pesar de múltiples acuerdos de paz mediadas por las Naciones Unidas, la reunificación de la isla sigue sin resolverse.

El empresario Shimon Mistriel Aykout y su sentencia histórica

En junio de 2024, el empresario israelí Shimon Mistriel Aykout, también ciudadano portugués y turco, fue arrestado mientras cruzaba desde el norte hacia la parte administrada por el gobierno de Chipre reconocido internacionalmente. La justicia chipriota lo acusaba de 40 cargos relacionados con el desarrollo y la venta ilegal de complejos habitacionales en terrenos propiedad de grecochipriotas. El veredicto no se hizo esperar: cinco años de prisión.

Aykout lideró entre 2014 y 2024 el Grupo Afik, una firma inmobiliaria que desarrolló alrededor de 400,000 metros cuadrados de propiedades en cuatro localidades al norte —todas tierras privadas reclamadas por grecochipriotas—. Se estima que el valor de estas construcciones supera los 38 millones de euros (44 millones de dólares).

Un castigo ejemplar y su mensaje

El fiscal Andreas Aristides declaró tras el fallo que este juicio establece un precedente crucial: “Si compras, construyes o utilizas tierras en la parte ocupada que pertenecen a grecochipriotas, estás cometiendo un delito grave”. La sentencia tiene, por tanto, repercusiones internacionales tanto legales como simbólicas.

El abogado Simos Angelides, aunque no involucrado en el caso, añadió que el fallo ha provocado “pánico” en el prometedor mercado inmobiliario del norte, derribando la falsa percepción de impunidad legal.

¿Por qué importa este caso?

  • Es la primera vez que un desarrollador es condenado por construir en propiedades grecochipriotas sin permiso.
  • Plantea serias implicaciones para los inversionistas extranjeros en el norte, quienes podrían enfrentar acciones legales internacionales.
  • Evoca la delicada cuestión de los derechos de propiedad y el retorno de refugiados que han estado en el limbo durante medio siglo.

Reacciones desde el norte

Las autoridades turcochipriotas han condenado el fallo. Tufan Erhurman, recientemente elegido líder turcochipriota, calificó que estos casos deben abordarse exclusivamente a través de negociaciones, mientras que Cafer Gurcafer, presidente de la Asociación de Constructores Turcochipriotas, advirtió que hasta el 85% de las propiedades privadas en el norte podrían ser objeto de demandas similares. Esto podría desatar una espiral legal y económica que afecte severamente el mercado inmobiliario de la región.

El vicepresidente turco, Cevdet Yilmaz, fue contundente: “Los intentos de sabotear la economía turcochipriota mediante medios judiciales no serán tolerados”.

Casos similares y jurisprudencia

El caso de Aykout no es aislado. Chipre ha procesado a otros extranjeros en el último año:

  • Dos mujeres húngaras que trabajaban como agentes inmobiliarias fueron sentenciadas a 36 y 15 meses, respectivamente.
  • Casos en desarrollo contra ciudadanos alemanes, ucranianos e israelíes.

Las sentencias se sustentan en fallos anteriores como el del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que ha reafirmado, en múltiples ocasiones, el derecho de los grecochipriotas a acceder y reclamar sus propiedades en el norte.

¿Y qué pasa con la Comisión de Compensación?

El TEDH también ha respaldado la existencia de la Comisión de Inmuebles Turcochipriota (IPC) como vía para que los grecochipriotas puedan solicitar compensaciones o devolución de sus tierras. Desde su fundación, se han presentado más de 7,000 casos, y aunque muchos han sido resueltos mediante compensaciones económicas, otros esperan resolución desde hace años.

No obstante, muchos grecochipriotas rechazan por principio acudir a una entidad respaldada por un gobierno que no reconocen.

Un conflicto legal, pero también humano

El trasfondo de estos juicios no es solo legal ni político. Los propietarios desplazados hablan con nostalgia y tristeza sobre sus antiguos hogares. Como expresó un hombre originario del norte que huyó en 1974: “Mi madre falleció y nunca pudo volver a ver la casa donde nací. ¿Cómo puede alguien construir allí y venderla como si fuera suya?”

Los juicios ofrecen una oportunidad para recordar que, más allá de los millones en juego, hay vidas rotas, memorias perdidas y generaciones atrapadas por decisiones políticas tomadas hace 50 años.

Implicaciones para el futuro chipriota

El presidente grecochipriota Nikos Christodoulides ha prometido “jurisdicción sin compromisos” para quienes lucren con propiedades robadas. Sin embargo, también ha dejado claro que la reunificación sigue siendo la prioridad, guiada por negociaciones respaldadas por la ONU.

¿Podría este tipo de fallos obstaculizar el proceso diplomático? O, contrariamente, ¿servir como palanca para que ambas partes tomen más en serio las voces de quienes buscan legítimamente justicia?

Riesgos para inversores y turistas

Una de las áreas más afectadas por este tipo de conflictos es el turismo inmobiliario. Muchos europeos y británicos adquieren viviendas vacacionales en la parte norte por precios más bajos. Sin embargo, tras el fallo Aykout, expertos legales advierten:

  • No hay garantía de que la propiedad adquirida no sea reclamada por sus legítimos dueños.
  • El riesgo de perder la inversión o verse envuelto en procesos judiciales es real.
  • Comprar propiedades en la parte ocupada puede constituir una infracción criminal en la República de Chipre.

Las embajadas de países europeos generalmente aconsejan a sus ciudadanos actuar con extrema cautela o directamente no invertir en propiedades al norte de Nicosia.

¿Justicia o tensión creciente?

Con la vista puesta en futuras negociaciones sobre la reunificación de Chipre, el fallo contra Aykout marca un punto de inflexión. ¿Debería usarse la justicia como herramienta de presión económica? ¿O es simplemente un acto necesario para restaurar el orden y la legalidad tras décadas de ocupación?

Lo cierto es que este caso clausura una era de ambigüedad legal en torno al uso de tierras grecochipriotas y traslada un poderoso mensaje a actores externos: la historia aún importa, y la justicia también lo hará.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press