El futuro de Planned Parenthood en California: ¿Resistencia o extinción?

Recortes federales, cierre de clínicas y la promesa de un salvavidas financiero por parte del estado reavivan el debate sobre el acceso a la salud sexual y reproductiva.

Una crisis gestada en Washington

La salud reproductiva en Estados Unidos ha sufrido una transformación drástica en los últimos años, impulsada por políticas federales que han buscado debilitar la estructura de organizaciones como Planned Parenthood. En julio, el Congreso aprobó un recorte significativo de los fondos federales dirigidos a clínicas de salud reproductiva, generando consecuencias inmediatas en todo el país. California, pese a su reputación de bastión progresista, no ha sido inmune.

El impacto ha sido tal que el propio gobernador Gavin Newsom anunció una inyección de $140 millones para apoyar a la organización y evitar el colapso de sus 109 clínicas restantes en el estado. "Los esfuerzos de Trump por desfinanciar a Planned Parenthood ponen en riesgo a todas nuestras comunidades", afirmó Newsom en un comunicado.

¿Qué hace realmente Planned Parenthood?

Uno de los mayores mitos que circunda a Planned Parenthood es que se trata exclusivamente de una organización destinada a realizar abortos. Sin embargo, estos representan menos del 10% de todos sus servicios. El grueso de su labor gira en torno a la salud reproductiva: exámenes de cáncer de mama y cuello uterino, atención prenatal, métodos anticonceptivos y pruebas y tratamiento de ETS.

Con más de 2.4 millones de pacientes atendidos cada año a nivel nacional, y más de 1 millón solo en California, su ausencia forzará a miles a buscar atención médica en centros ya sobrecargados o, peor aún, a prescindir de estos servicios esenciales.

Golpe federal: la pérdida de Medicaid

Desde 1977, la Ley Hyde prohíbe el uso de fondos federales para cubrir abortos, salvo en casos muy específicos. Pero la administración Trump fue un paso más allá al bloquear el acceso de Planned Parenthood a Medicaid: el programa de seguro médico para personas con bajos ingresos.

Esto representa un desastre financiero. En California, el 80% de las pacientes de Planned Parenthood dependen de Medi-Cal, la versión estatal de Medicaid. Al quitar este aporte, decenas de clínicas han tenido que cerrar sus puertas. Solo en julio, cinco clínicas se cerraron en Santa Cruz, el Área de la Bahía y el Valle Central.

Impacto humano: cifras más allá del presupuesto

La presidenta de Planned Parenthood Affiliates of California, Jodi Hicks, explicó que para mantener funcionando todas las instalaciones del estado, necesitan al menos $27 millones mensuales. La presión era tan grande que la organización tuvo que eliminar servicios de atención primaria en los condados de Orange y San Bernardino, afectando a unos 13,000 pacientes directamente y provocando el despido de 77 empleados.

"Es inhumano quitarle a la gente su atención médica," dijo la Dra. Janet Jacobson, directora médica de estas clínicas. Añadió que muchas personas sin hogar, pacientes con enfermedades crónicas y personas con necesidades de salud mental quedarán abandonadas.

Una respuesta estatal tardía pero vital

En medio de estas dificultades, California emergió como líder al comprometer fondos públicos para contener la crisis. El estado se unió a Washington, Colorado y Nuevo México en este esfuerzo. Oregón y Nueva York también están considerando medidas similares.

Sin embargo, el salvavidas llega en medio de un déficit presupuestario multibillonario que amenaza con provocar nuevos recortes. La crisis está lejos de resolverse. “Lucharemos con todas nuestras fuerzas para mantener el acceso al cuidado,” dijo con determinación la Legislativa Cecilia Aguiar-Curry, líder del Caucus Femenino en la Asamblea estatal.

El efecto dominó: clínicas cerradas y un futuro incierto

La situación en el norte del estado, especialmente con Planned Parenthood Mar Monte —que opera 30 centros entre California y Nevada—, es igualmente preocupante. Su jefe de gabinete, Andrew Adams, reveló que cerraron cinco clínicas solo para mantener funcionando el resto hasta fin de año, pero advirtió que enfrentan un “precipicio financiero” en enero.

De no encontrar nuevas fuentes de ingreso, podrían verse obligados a cobrar a los pacientes por servicios que antes estaban cubiertos por Medicaid. Algo que representa un obstáculo casi insalvable para la mayoría de sus beneficiarios.

La importancia de la atención preventiva: una historia personal

La Dra. Neda Ashtari, ex paciente de Medi-Cal y hoy profesional de la salud, recordó cómo el cáncer de mama se llevó la vida de su madre al no poder realizarse chequeos periódicos. "Esto demuestra que la atención preventiva puede ser la diferencia entre la vida y la muerte", afirmó.

La historia de Ashtari no es única. En Estados Unidos, especialmente en comunidades de bajos recursos, la falta de atención oportuna provoca consecuencias devastadoras. Según datos de los CDC, más del 70% de los casos de cáncer de cuello uterino ocurre en mujeres que no se han hecho pruebas rutinarias.

La política, siempre presente

Planned Parenthood lleva décadas siendo blanco de sectores conservadores del país. Los representantes republicanos han intentado cortar su financiamiento apelando a convicciones morales, a pesar de su comprobado impacto positivo en materia de salud pública.

La administración Trump culminó una larga batalla contra la organización. Pero el conflicto va más allá: actualmente la nueva composición legislativa analiza tanto propuestas de protección como nuevas restricciones. La salud reproductiva sigue siendo una de las líneas divisorias más claras entre partidos en EE.UU.

¿Hacia dónde va la salud reproductiva en California?

La gran pregunta es si la ayuda estatal, aunque generosa, será suficiente para mantener la flotabilidad de la red de clínicas mientras persiste la presión financiera. Los líderes de Planned Parenthood son conscientes de que se enfrentan a un entorno incierto, sin un mapa claro a largo plazo.

Sin embargo, también han demostrado una notable capacidad de resistencia, evolución y adaptación. Desde su fundación en 1916, Planned Parenthood ha sobrevivido a guerras culturales, recesiones, reformas legislativas y ahora, una tormenta política y financiera sin precedentes.

En palabras de Hicks: “No se trata solo de presupuesto, se trata del derecho a recibir atención médica segura y accesible”.

La batalla continúa...

Más allá de debates partidistas, lo que está en juego es el bienestar de cientos de miles de personas para quienes Planned Parenthood es la única puerta de entrada al sistema de salud. El panorama de 2024 será definitivo. Las posibles elecciones federales, el destino del presupuesto estatal de California y el resultado de litigios abiertos determinarán si esta organización podrá seguir cumpliendo su misión de servicio público.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press