La NBA ante una tormenta: apuestas ilegales, escándalos y la integridad en juego

El caso de Terry Rozier, Chauncey Billups y otros protagonistas sacuden los cimientos de la NBA mientras crece el escrutinio sobre las apuestas en el deporte

Un escándalo sacude a la NBA

La NBA atraviesa una tormenta que amenaza su credibilidad: varios jugadores y un entrenador han sido implicados en presuntos escándalos de apuestas deportivas. El caso más reciente y sonado es el del jugador de los Miami Heat, Terry Rozier, quien ha sido suspendido indefinidamente tras ser arrestado por su presunta implicación en un esquema de apuestas ilegales. Al mismo tiempo, el entrenador de los Portland Trail Blazers, Chauncey Billups, también fue arrestado en relación con un caso similar.

¿Qué pasó con Terry Rozier?

Rozier fue arrestado por agentes federales en Orlando tras ser acusado de manipulación de apuestas. Según la acusación, el jugador habría conspirado con amigos para obtener beneficios económicos en apuestas relacionadas con su rendimiento en un partido de marzo de 2023, cuando jugaba para los Charlotte Hornets. Esa noche, Rozier jugó 9 minutos y medio, registrando cinco puntos, cuatro rebotes, dos asistencias y un robo. Luego alegó una molestia en el pie y no volvió al partido. Curiosamente, se perdió el resto de la temporada, y los Hornets ya estaban eliminados de la postemporada.

Las estadísticas alimentan las sospechas: Rozier ha tenido un bajo desempeño en la última parte de la temporada 2024-2025, promediando apenas 5.9 puntos y un 31% de acierto en tiros, muy por debajo de su media de carrera de 13.8 puntos y 42% de aciertos.

El respaldo emocional de sus compañeros

Aunque el caso está siendo investigado por las autoridades, la reacción dentro del vestuario fue unánime: apoyo total hacia Rozier. Bam Adebayo, capitán de los Miami Heat, expresó: “Es nuestro hermano. Se sintió extraño no tenerlo con nosotros hoy”. El entrenador Erik Spoelstra también añadió: “Terry ha sido una presencia positiva en el equipo, incluso cuando no estaba en la rotación. Le deseamos lo mejor”.

El efecto dominó: más casos de apuestas ilícitas

La situación de Rozier no es un caso aislado. El mismo día que fue arrestado, también lo fue Chauncey Billups, entrenador de los Trail Blazers, por cargos relacionados con otro esquema de apuestas. Aunque aún no se han revelado todos los detalles del caso Billups, es evidente que la liga enfrenta un desafío estructural.

Y el impacto no se limita solo a la NBA. Tres exjugadores de baloncesto universitario de Eastern Michigan —Jalin Billingsley, Da'Sean Nelson y Jalen Terry— se negaron a cooperar con una investigación de la NCAA sobre apuestas deportivas ilegales. La negativa a colaborar podría resultar en inhabilitaciones permanentes, aunque los jugadores ya no tienen elegibilidad universitaria.

La NCAA en alerta

El 14 de enero, el partido entre Eastern Michigan y Central Michigan llamó la atención por actividades anómalas en las apuestas de la primera mitad. Luego se detectaron patrones similares en encuentros anteriores contra Toledo y Akron. Aunque los jugadores no han sido declarados culpables, su negativa a participar en la investigación impidió esclarecer los hechos. La NCAA expresó: “Cuando los individuos eligen no cooperar, especialmente en casos de integridad, esas decisiones traerán consecuencias graves”.

El auge de las apuestas deportivas en Estados Unidos

Desde que la Corte Suprema de EE. UU. levantó en 2018 la prohibición federal de las apuestas deportivas, el sector ha explotado. Según la American Gaming Association, en 2023 los estadounidenses apostaron más de $93,200 millones de dólares de forma legal.

La NBA, la NFL, la MLB y otras ligas mayores ahora tienen acuerdos comerciales millonarios con casas de apuestas. Sin embargo, este crecimiento también conlleva riesgos. Jugadores, entrenadores y hasta árbitros tienen acceso a información privilegiada que podría ser explotada si no se aplican controles rigurosos.

¿Está fallando la NBA en prevenir estos escándalos?

El comisionado de la NBA, Adam Silver, fue uno de los primeros líderes deportivos en aceptar el potencial de las apuestas legales. En un artículo del New York Times en 2014, argumentó que regularía y controlaría mejor esta práctica. Sin embargo, estos incidentes recientes demuestran que el sistema aún presenta serias vulnerabilidades.

En 2022, la NBA impuso sanciones a Jontay Porter (Toronto Raptors) tras confirmarse que apostó en juegos de su equipo. Casos como el de Rozier y Billups podrían solo ser la punta del iceberg. ¿Cuántos más hay que aún no salen a la luz?

El dilema ético de las apuestas dentro del deporte

¿Pueden coexistir apuestas deportivas y la integridad de la competencia? La respuesta no es sencilla. Las ligas obtienen ingresos récord mediante asociaciones con plataformas como DraftKings, FanDuel o BetMGM, pero esta integración comercial corre el riesgo de socavar la confianza del público, sobre todo si los protagonistas del espectáculo comienzan a participar en actividades prohibidas.

Detrás del telón: cultura, presión y codicia

Jugadores y entrenadores constantemente enfrentan presiones financieras y sociales. Si bien los contratos millonarios son la norma en la NBA, no todos los jugadores ganan lo mismo. Además, las apuestas clandestinas pueden parecer inofensivas si se desarrollan con amigos o sin una intención aparente de manipular partidos. Pero en estos escándalos, la percepción importa tanto como la realidad y la sola sospecha puede perjudicar carreras y arruinar reputaciones.

¿Hacia dónde va la NBA?

La liga se enfrenta a una encrucijada. Por un lado, busca expandirse como una marca global, apoyada por la creciente industria del juego. Por otro, debe preservar la integridad del producto. La creación de comités independientes, auditorías constantes y restricciones más severas para los involucrados en el juego podrían ser pasos necesarios para evitar una crisis mayor.

Mientras tanto, nombres como Terry Rozier y Chauncey Billups se convierten en símbolos de una era donde las líneas éticas en el deporte son cada vez más borrosas. Y aunque la NBA como organización debe seguir adelante —como dijo el entrenador Erik Spoelstra, “la liga no se detiene”— es evidente que el camino será complicado.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press